Amigos lectores...
Es claro que este blog es la ilustración --más bien la bitácora-- de un viaje. Y como ocurre en toda travesía, el viajero debe realizar pausas, descansos, treguas; sentarse unos segundos --y ¿por qué no unos días?-- debajo de la palmera en el oasis, para recargarse o simplemente para meditar. Uno puede hacerlo, pero Messi no. Y aunque a veces nos pareciera que no, en realidad Leo es humano. Es joven, fuerte y dotado de condiciones únicas, pero es terrenal. Y ha tenido, a lo largo de su corta carrera, períodos duros, castigado por terribles lesiones con las cuales todos sufríamos. Hace ya varios años que las lesiones serias se han alejado de él, pero ningún jugador del mundo está libre de caer en ellas.
No estaría mal un tanto de prudencia para con él. Es cierto que Guardiola lo mima, y todos dicen que al ponerlo siempre a jugar, Pep quiera evitar una terrible rabieta del pibe. Es posible. Pero hay que buscar la forma de llegar a un entendimiento, por el bien de Leo y por el bien del club. Preocupa el hecho de que Messi no descanse, y por encima de ello, vendrán juegos amistosos de la selección Argentina, y la reanudación de la eliminatoria sudamericana, en el mes de junio, lo cual afectará de nuevo las vacaciones de Leo, y consecuentemente el descanso que tanto necesita.
Se le ha criticado injustificadamente, porque experimenta un nivel por debajo de lo habitual --falta de chispa, dicen algunos--, pero es que nadie puede advertir lo obvio?: en esta era de lesiones infinitas del cuadro culé --y justo decirlo, también de errores inimaginables de la defensa--, ha sido Leo quien ha tirado del carro. A veces da la impresión que sus piernas no le dan, y por eso se estrellan contra las defensas; pero es tanto su amor propio y tanto el amor a la causa culé que sigue hasta conseguir una asistencia imposible, ahora cuando es habitual el cerco de cuatro defensas que lo acompañan dondequiera. Si Leo está a tope, no hay defensa en el mundo que lo pueda detener; si Leo está cansado, las defensas se pueden aprovechar de ello, para neutralizarlo hasta donde puedan.
Seamos sinceros: la liga se ha alejado muchísimo, y la estrategia de Mourinho está clara: no depender de los enfrentamientos contra el Barsa. Tiene claro que dejando de lado esos 6 puntos, le quedan en disputa más de 100 que le son viables de obtener. Y este año, han soplado buenos vientos a favor del portugués: pocas lesiones importantes, y liberalidad de los árbitros. No digo que se pueden ganar la liga por estas causas; digo que éstas han contribuido. Pero lo evidente es que --fuera de los enfrentamientos contra el Barsa-- en los demás partidos, el Madrid ha sido eficaz y eficiente, en su terreno y en el ajeno. El Barsa, en cambio, no ha podido obtener réditos afuera, lo que probablemente termine decantando la liga en favor de los blancos. Si así fuera, nada de llantos. Lo habrán merecido.
Por fortuna, nos quedaría espacio a los culés para dos títulos adicionales. Si el Barsa se alza con la Copa y con la Champions, seguirá reinando en Europa y en el mundo. Sin embargo, para lograrlo, es necesario que se recuperen figuras esenciales del cuadro culé: Iniesta, Pedro, Villa, Keita. La gran noticia es la forma en que ha respondido la cantera: Cuenca, Tello, Sergi Roberto, etc. Si el Barsa dispone de esta cantera en plan de crecimiento y no en plan desesperado, el Barsa podrá ganar esos títulos. Para disponer de la cantera en plan de crecimiento, será combinándolos oportunamente con el mejor nivel de Iniesta, de Xavi, de Pedro, de Villa, de Cesc y de Messi, y sobre todo con una defensa centrada y concentrada. Si la defensa no está centrada y concentrada, poco será lo que se alcance, aunque contemos con la mejor cantera del mundo, con el mejor medio campo del mundo, y con el mejor jugador del mundo.
El fútbol es un trabajo en equipo, donde cada jugador y cada zona (portero, defensa, media y delantera) deben asumir su papel sabiéndose parte del equipo. La pirámide es la mejor imagen para ilustrarlo: en la base está el portero y la defensa; en el medio, la media cancha, y en el vértice, la delantera. Una defensa realiza su trabajo en paz sabiendo que hay en la retaguardia un portero de garantía; la mediacancha se alimenta de los balones que le sirve una defensa centrada y concentrada; la delantera realiza su trabajo en paz sabiendo que la mediacancha le provee de balones limpios, y que la defensa y la portería mantienen en raya a los delanteros rivales, y la portería en cero.
Si la delantera debe preocuparse por meter goles, y por encima de ello angustiarse y amargarse por despistes u errores de la defensa y portería, la tendrá muy difícil. Los mejores equipos --y el Barsa es y ha sido el mejor en los últimos cuatro años-- son aquellos que están perfectamente equilibrados en esa pirámide. En las últimas semanas, el Barsa ha flaqueado en las tres áreas de la pirámide --a causa de lesiones o de errores--. Pero lo grandioso es que este equipo aún está en disputa de todos los títulos: en uno de ellos ya está en la final; en otro va magníficamente encaminado a una nueva final, y en el torneo doméstico, se le escapa el título, pero nada está escrito aún. En Madrid ya están haciendo apuestas por cuál será el día del alirón... yo no me confiaría nada. Si el Barsa despierta, y el Madrid pestañea un tanto, todo puede ocurrir. En cualquier caso, yo estaría sumamente feliz si el Barsa obiene la Champions y la Copa; pero igual estaría contento y agradecido con estos grandes jugadores si el Barsa no gana ningún título. Ya vendrá un nuevo año y nuevos retos.
Termino diciéndoles, amigos lectores, que si pasan algunas semanas y no me ven por acá es porque el trabajo diario --mi verdadera prioridad-- me consume prácticamente todo el día, y el ratito que queda para cumplir la cita bíblica de que no solo de pan vive el hombre, lo debo compartir entre otras pasiones: la familia, la genealogía, la historia, la literatura, la cocina.
La buena noticia para mí --y todo gracias a Leo Messi y a ustedes-- es que mi blog ya se acerca a los 7000 visitantes. Cuando empecé este viaje, jamás habría creído en llegar a tener tantos lectores; pero hoy me siento orgulloso y agradecido por ello. Gracias amigos por leer mi blog, y tengan la seguridad de que nunca abandonaré el viaje. Nada más sepan que a veces tomo mis descansos, para atender otros asuntos, de igual importancia.
Visca el Barsa, Aguante Argentina, Aguante Leo!