César Rodríguez Álvarez no era un simple goleador. Era un tipo con ética que jugaba en un equipo donde primero se enseña este valor, y luego se cultivan las artes de jugar al fútbol como los dioses: el FC Barcelona. En enero de 1951, cuando se jugaba un partido en Les Corts, entre el Barsa y el Murcia, el árbitro pitó un penal inexistente a favor del club catalán, apenas al minuto 3 de juego. La grada abucheó al colegiado. Elegido para tirar el penal, y comprendiendo el deseo de su público (la voz del Pueblo es la voz de Dios), César dio un golpecito suave al balón, directo a las manos del azorado portero Martí. La afición ovacionó a César, porque además era su ídolo.
Mundo Deportivo, 22 de enero de 1951 |
César formó parte de una de las delanteras más brillantes que ha tenido el Barcelona en su historia, compuesta por Kubala, Basora, Moreno, Manchón, y el propio César. Excelente rematador de cabeza, César es el tercer máximo goleador en la historia del club, con 294 tantos (oficiales y no oficiales) en 433 partidos, sólo superado por Paulino Alcántara (357) y Samitier (326).
Cuando Cesar contaba apenas con 17 años, el FC Barcelona pagó 1000 pesetas por su traspaso. Antes de debutar con el primer equipo, jugó cedido al Sabadell y posteriormente al Granada. Fue con este equipo con que Cesar se consagro en la Primera División, terminando segundo en la tabla de goleadores, durante la temporada 1940-1941 (curiosamente, fue en un partido contra el Granada, en que Leo Messi rompió el récord de goleo de César con el FC Barcelona).
La extraordinaria campaña con el Granada, hizo que César debutara al año siguiente con el primer equipo del Barcelona, donde alcanzó la gloria, durante 15 temporadas.
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Con la selección de España, participó en el Mundial de Brasil 1950. Una vez retirado como jugador, inició una carrera de técnico, pero con escaso éxito. Inclusive dirigió al primer equipo del FC Barcelona, donde no lo acompañó la misma suerte que sí disfrutó como jugador.
La noche del del 10 de septiembre de 1958, el FC Barcelona homenajeó a su estrella con una despedida por todo lo alto, en el antiguo estadio Les Corts, que fue el escenario donde triunfó el Pelucas, desde 1942 hasta 1955. Fue un partido contra El Elche, al cual asistieron 48 000 aficionados, que no cesaron de corear su nombre. César no pudo contener el llanto y acabó en un mar de lágrimas, que emocionó a toda la parroquia culé. Aunque César jugaba y dirigía al Elche, esa noche quiso jugar con la camiseta del club de su vida.
El técnico azulgrana, Helenio Herrera, alineó el siguiente equipo: Ramallets, Olivella, Biosca, Segarra, Vergés, Flotats, Tejada, Evaristo, César, Kubala y Czibor. El partido empezó a las 10.45 de la noche, y el resultado final fue de 3-2 a favor del Barça, teniendo que remontar un marcador adverso de 0-2. Esa fue la última vez que los aficionados vieron a César con la camisa del FC Barcelona. César murió el 1° de marzo de 1995, cuando Messi cursaba el tercer grado de escuela, y ya tenía un año de vestir la camiseta roja y negra de Newell´s.
EL PRIMERO Y EL 233.
El estado de excitación del Camp Nou ante el ingreso de Leo Messi aquella noche remota del 1 de mayo de 2005, no se ha vuelto a repetir en el debut de un canterano. Solo faltaban dos minutos para que acabara el partido contra el Albacete, y Frank Rijkaard ordenó que Eto`o saliera del campo para recibir una ovación, por haber convertido el único gol del partido, ya en la bolsa del Barsa. El enfado contenido del camerunés, fue evidente. Pero lo que realmente ocurrió fue que el Camp Nou ovacionó más a la Pulga que al fantástico goleador africano. Y, en esos dos minutos, Messi hizo diabluras, incluyendo una fantástica asistencia malograda por Iniesta, y dos goles clonados, de su exquisita y personal factura: el primero se frustró, porque el línea no quiso concederlo; pero en el siguiente intento, la clavó de vaselina al arquero Balbuena. Mientras la pelotita entraba fecundada al claustro, el rosarino ingresaba, para siempre, en la historia del cuadro culé.
Ronaldinho ofrendó su espalda para que el nene se paseara sobre ella por el césped del Camp Nou. Esa imagen, ahora se entiende, era la del rey saliente subiendo en sus hombros al futuro rey del planeta Fútbol. La genial asistencia de Ronny, ese golazo del pibe, y la singular celebración de los dos genios, fueron historia pura, que el Camp Nou celebró como nunca antes.
Podemos borrar los anteriores 88 minutos del partido, y quedarnos solo con la aparición de Messi, su golazo y su paseo en caballito --como chiquillo de escuela-- en la espalda del genio brasileño. Nadie recordará los minutos precedentes, ni tampoco el gol de Eto`o, ni cuántos balones fueron al larguero, ni las tarjetas, ni cuántas pelotas tocó el portero Víctor Valdés. Sin embargo, ningún testigo olvidará el instante supremo del primer gol oficial de Messi con la camiseta blaugrana. Demasiadas cosas en menos de cinco minutos.
Podemos borrar los anteriores 88 minutos del partido, y quedarnos solo con la aparición de Messi, su golazo y su paseo en caballito --como chiquillo de escuela-- en la espalda del genio brasileño. Nadie recordará los minutos precedentes, ni tampoco el gol de Eto`o, ni cuántos balones fueron al larguero, ni las tarjetas, ni cuántas pelotas tocó el portero Víctor Valdés. Sin embargo, ningún testigo olvidará el instante supremo del primer gol oficial de Messi con la camiseta blaugrana. Demasiadas cosas en menos de cinco minutos.
Se sabía que Messi era una maquinita para convertir goles --todos ellos de factura prodigiosa-- pero nadie en el mundo sospechaba que 6 años y 10 meses después de aquella noche maravillosa, Leo subiría a lo más alto del imaginario culé, para convertirse en el máximo goleador oficial del club en toda su historia.
Goleadores insignes y killers
de raza como Romario, Eto´o, Rivaldo, Stoichkov, Kluivert, etc.
parecían ser llamados a alcanzar la cifra mágica de César, detenida y
grabada en el tiempo, a la espera de un intrépido superdotado. Messi llegó al Barsa, únicamente con el rótulo de gran promesa; pero no con la etiqueta de destructor de récords,
como ha venido a ser. Se sabía que poseía cualidades únicas, pero
nadie en el Barsa tenía muy claro a lo que llegaría. Muy pocos
advirtieron que aquel chiquillo liliputiense,
de ignorada voz, haría olvidar a aquellos grandes goleadores y
fenómenos, llevándose en banda todos los records y todos los balones
--de cuero o de oro. Es posible que con Rijkaard, habría llegado a ser
un gran goleador, un fenómeno, un jugador en la categoría de los ronaldos;
pero no en una leyenda viva del fútbol, a los 24 años. Guardiola y un séquito de lujosos escuderos (Iniesta, Xavi, Busquets, Mascherano,
Puyol, Valdés, Puyol, Abidal, Keita), y sobre todo, el propio Messi, hicieron posible este grandioso
milagro.
Los
que hemos añorado haber vivido la época de otros grandes genios como
Pelé o Di Stefano, no tenemos nada que envidiar a nuestros predecesores,
porque asistimos a la época de Messi, de la
misma manera en que vivimos la época de Maradona. Por eso recomiendo a
todos los que me honran con la lectura de este blog que no se pierdan ni por un instante cada
aparición de Leo en un terreno de juego, porque pasarán décadas antes de
que surja un jugador que lo iguale o supere. Cuando Leo se retire del
FC Barcelona --esperemos que sea después del año 2020--, su récord de goleo
será tan abrumador que seguramente pasarán otros cincuenta años,
para que alguien lo pueda superar. Para que ello ocurra, no solo
debe aparecer un nuevo intrépido superdotado, sino que el fútbol deberá vivir una transformación profunda, incluyendo, quizás, ciertas modificaciones a las reglas de juego.
Al escribir estas líneas, no puedo evitar la emoción de lo que esto significa. Abrigo la esperanza de encontrarme algún día con un afortunado culé que haya sido testigo --en el propio Camp Nou-- de estos dos momentos supremos en la historia del FC Barcelona y de Leo Messi, separados apenas por seis años. Me encantaría sostener una larga tertulia con este aficionado, mientras saboreamos un delicioso café de Costa Rica...
Para los apasionados de la carrera deportiva del rosarino, acá les dejo los vídeos de los 234 goles oficiales de Leo Messi con la camiseta del FC Barcelona. Un notable trabajo de Olé Argentina. Que lo disfruten y lo compartan!
http://www.publico.es/deportes/358997/messi-un-goleador-en-blanco-y-negro
http://elpais.com/diario/2011/01/31/deportes/1296428408_850215.html
http://elpais.com/diario/2009/10/28/deportes/1256684407_850215.html
http://deportes.elpais.com/deportes/2012/03/20/actualidad/1332263704_084990.html
http://observadorglobal.com/lionel-messi-el-dueno-de-la-pelota-n21530.html
http://www.sport.es/es/noticias/barca/viuda-cesar-honor-que-supere-messi-1543042
http://franjiverdes.wordpress.com/category/in-memoriam/
http://www.puntopelotaforo.com/t11608-puntopelotaforo-el-baul-de-nitus-don-cesar-rodriguez
http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A9sar_Rodr%C3%ADguez
http://www.fcbarcelonaonline.com/cesar.html