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viernes, 9 de diciembre de 2011

ECLIPSANDO A KUBALA

Copyright: "El Periódico" de Cataluña- 2011

En medio de una tormenta rabiosa, un avión trimotor de hélice, que traía a la plantilla del club de fútbol Torino, se estrelló contra el inmenso muro trasero de la Basílica de Superga, en las afueras de Turín. El equipo completo, más su cuerpo técnico, y los dirigentes del equipo perdieron la vida instantáneamente. Esa tragedia ocurrió el miércoles 4 de mayo de 1949, a las 17:05. De inmediato, el luto y el más profundo asombro se apoderaron de Turín, de toda Italia, y del mundo entero. El conjunto turinés había conquistado cinco scudettos consecutivos, y era considerado, en ese momento, el mejor equipo de Europa. Fue tal el impacto de la tragedia que el día del funeral, asistieron medio millón de personas a la plaza principal de Turín, para despedir a sus héroes deportivos.

La conmoción y el miedo se adueñaron de tal manera de Italia que cuando se celebró la copa Mundial de Fútbol en 1950, la selección azzurra se trasladó hasta Brasil en barco! Asimismo, no faltaron los gestos de solidaridad, como el que manifestó el club River Plate de Argentina, ofreciéndose a jugar un partido amistoso a beneficio de los familiares de los fallecidos. El partido, de enorme repercusión en toda Italia, y con un lleno monumental, se realizó el 26 de mayo de 1949, contra un combinado de la Serie A llamado Torino Simbolo. El equipo argentino iba encabezado por su principal estrella: Alfredo Di Stéfano.

Solo dos jugadores de fútbol evitaron el abrazo de la muerte, aquella tarde infernal. Uno fue Sauro Tomá, jugador del Torino, que tenía un menisco lesionado, por lo que no asistió al encuentro. El otro fue Ladislao Kubala. El genial jugador húngaro, considerado, hasta la fecha, el mejor jugador del FC Barcelona en su historia, estuvo a punto de fichar por el Torino, apenas unos días antes de la tragedia de Superga. Kubala jugaba, en ese entonces, en un club lleno de exiliados húngaros llamado Hungaria, donde él era la estrella indiscutible. De haber firmado por el Torino, Kubala habría viajado en aquel trimotor, que curiosamente, realizó su última escala en el aeropuerto de Barcelona. Poquito tiempo después de la tragedia, el club Hungaria recaló en la Ciudad Condal, donde Kubala fue visto por José Samiter, que de inmediato lo agregó a la plantilla blaugrana, a la vez que se frotaba las manos. Kubala tenía apenas 23 años. El Destino quiso que la estrella húngara no estampara la firma para el Torino, y en su lugar, se convirtiera en el más grande astro del equipo catalán, y en uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos...

Kubala era un festejo endémico del barcelonismo. A su evidente atractivo personal que enloquecía a las mujeres, se sumaba su genialidad con el balón. El antiguo campo Les Corts se quedaba pequeño, para la multitud que llegaba a verlo todas las semanas. Debido a ello, el club se vio en la obligación de construir el estadio más grande de Europa: el Camp Nou. Kubala abría debates en las casas, en los bares, en las escuelas y a la salida de las misas; todos hablaban de la forma en que levantaba el brazo señalando el lugar preciso dónde pondría el balón; cuando estaba más rodeado de rivales, hacía los mejores pases que dejaban a todos con la boca abierta; Kubala regateaba dos y hasta tres jugadores a la vez, realizando slaloms imposibles; Kubala tenía un disparo letal; el arte de lanzar tiros libres y meterlos como con la mano fue un invento suyo; Kubala recibía palizas de sus rivales, impotentes, pero no se quejaba, porque su deleite era celebrar el gol. Ah... el gol, su más precioso territorio. Los metía de todo tipo, porque Kubala no parecía llegar al área desde oriente o poniente; parecía llegar en paracaídas. Kubala llegó a convertir 7 goles en un solo partido de liga, y solo falló un penal en toda su carrera!

La popularidad de Kubala era realmente extraordinaria. ¿Crees que Messi, Cristiano, Iniesta o Casillas son populares? Nadie lo duda. Pero Kubala, en su época, fue tanto o quizás más popular que ellos. Si no me crees, te dejo estas perlas (*):


- Su imagen aparecía en anuncios de una pasta dental: “¿Usted también será Kolynosista?”, pregunta Kubala, famoso as del fútbol”.

- Casi por arte de magia surgieron, en las vitrinas de las tiendas, los Dulces y Chocolates Kubala, que los niños y grandes compraban por montón.

- “Silencio en la sala, que pasa Kubala”, repetían todos dentro y fuera del estadio.

- Fue tan encantadora su imagen y su historia que se realizó una película basada en su vida, especialmente de su huida de Hungría, cuando fue invadida por los soviéticos. El filme se titulaba “Los Ases Buscan La Paz”, dirigida por Arturo Ruiz Castillo , y protagonizada por el propio Kubala y por la bellísima Irán Eory..
De igual manera, participó en otra película junto a sus compañeros del Barça y de la selección española: Once pares de botas.


- Kubala fue el primer jugador en inspirar bailes y canciones:

“La Raspa la inventó,
Kubala con el balón.
Kubala pasa a César,
César pasa a Manchón (...)
César pasa a Kubala,
Kubala chuta y gol”.

La vida de Kubala, sépanlo de una vez, no siempre fue marcada por la popularidad o por el éxito, también lo acosó la tragedia. Al inicio de la temporada del año 1952, enfermó de tuberculosis, y se temió seriamente por su vida. Cuando volvió, flaco y con la transparencia de papel de arroz, parecía que en el fútbol nada había ocurrido: el Barça conquistó la Liga y, luego la Copa. Aquel Barsa era un equipazo. Es bueno rebobinar el casete, para enterarnos de que antes del Pep Team, hubo otros equipos de sangre y fuego en el Barsa. El equipo de Ramallets, Seguer, Biosca, Segarra, Flotats, Bosch, Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón, es uno de los mejores equipos de todos los tiempos.

El Barsa no se cansaba de ganar y ganar, pero el Real Madrid ya estaba harto de perder. Similar a lo que ocurre ahora. Fue así como al enterarse los dirigentes blancos de que el Barsa había fichado un jugador rubio argentino comparable a Kubala (aunque esto parecía algo imposible), hicieron todo para que Alfredo Di Stefano no jugara en el FC Barcelona. Ese fue el momento del declive de aquel fabuloso Barsa, y el surgimiento del poderoso equipo blanco de Di Stefano. Adicionalmente, Kubala tuvo una lesión terrible en su rodilla, que condicionó su regreso, y ya nunca más volvió a ser el mismo jugador. Pese a ello, Kubala fue el mejor jugador del mundo, de 1951 a 1953.



"Jugaba de delantero centro, pero te salía por donde menos pensabas, hasta podías encontrarle en la defensa. Nunca he vuelto a ver un jugador que estuviese tanto en todas partes, movía a todo el equipo. La gente del Barça vivía en la gloria, hasta para los que no eran muy aficionados al balón, ver aquellos once tocando el balón, con Kubala como maestro de ceremonias, era un placer" nos cuenta el escritor catalán Josep Maria Ballarín. Y como su encanto sobrepasaba lo deportivo, Kubala era un tipo amado, querido, admirado. “Era la generosidad hecha persona” nos dice el padre del periodista Emilio Pérez de Rozas.

Pese al brillo estelar de Kubala, el Destino no quiso que se despidiera del barcelonismo y del fútbol con una Copa de Europa. En el año 1961, el Rey del continente era el Real Madrid, pero el Barsa lo derrotó en la segunda fase, conviertiéndose en el primer equipo que no perdió en Copa de Europa, en el Santiago Bernabéu. La final, disputada el 31 de mayo de 1961, en el estadio Wankdorf de Berna, fue entre el Barsa y el Benfica de Portugal. Era la primera final europea del equipo catalán, pero aunque ya el árbol era frondoso, su fruta aún no estaba madura, y no era posible recogerla aquella noche, aun cuando el Barsa tenía al gran Kubala. Los postes y la buena actuación del arquero portugués impidieron que el Barsa alzara el máximo trofeo de Europa. Aquel también fue el último partido que el húngaro jugó con el FC Barcelona. Una ingrata y triste despedida para uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos.

Como jugador de selecciones, Kubala tiene todo un récord. Defendió la camiseta de tres selecciones diferentes: Hungría, Checoslovaquia y España. Debutó con la seleccion española, en un juego amistoso contra Argentina, en Buenos aires, el 5 de julio de 1953, con derrota 1 por 0.

Cuando se retiró, inició una larga etapa como entrenador, logrando dirigir al FC Barcelona, RCD Espanyol, Elche, Real Murcia, Córdoba, Málaga, Zúrich, Toronto City y Toronto Falcons.

Posteriormente, tuvo la inmensa fortuna de dirigir a la selección absoluta de España, durante 13 temporadas (entre 1969 y 1980), lo que representa el récord de permanencia en el cargo. Kubala fue entrenador del actual seleccionador de España, Vicente Del Bosque. Justo antes del Mundial de Argentina en 1978, Del Bosque tuvo una lesión del peroné, por lo cual Kubala se vio en la obligación de dejarlo fuera de ese mundial, que significó la primera corona de la selección argentina. También fue seleccionador de Arabia Saudita y de Paraguay.

Cierta vez, Kubala estuvo a poquísimos kilómetros de la casa de la familia Messi. Fue la noche del 14 de junio de 1995, cuando la selección de Paraguay, con Kubala como técnico, enfrentó un amistoso contra Argentina, en Rosario, la ciudad natal de Lionel. No sabemos si la Pulga asistió a ese partido, pero de lo que no hay duda es que él y toda su familia estuvieron pendientes del resultado. Argentina ganó por marcador de dos goles a uno. Kubala tenía 68 años. Messi apenas 10 añitos, ya era un genio del fútbol, y cursaba, con escaso gusto, el quinto grado en la escuela General Las Heras.

Messi nunca conoció a Kubala, y Kubala tampoco conocio a Messi. Lo que habrían disfrutado ambos admirándose mutuamente! Después de la muerte de Kubala, acaecida en el año 2002, la Federacion Catalana de Fútbol organizó la primera edición del torneo Memorial Ladislao Kubala. El torneo, disputado por los equipos juveniles del FC Barcelona, Espanyol, Villarreal y Valencia, tuvo al FC Barcelona como ganador. Messi, que acababa de cumplir 15 años, disputó los últimos 30 minutos de la final. La copa, ganada por los culés, les fue entregada a los hijos de Kubala (Carlos y Lazsi) en una emotiva ceremonia.

En toda su carrera, Kubala llegó a convertir la escalofriante suma de 194 goles en todas las competiciones, con la camiseta del Barsa. Era un goleador implacable, aunque esta faceta era apenas una de las muchas cualidades del húngaro. Otros podían convertir más goles que él, pero ÉL era el jugador total, y el buque insignia del barcelonismo. Por ejemplo, César Rodríguez, conocido como El Pelucas, es el dueño del récord histórico de goleo del Barsa, con 239 goles.



Han transcurrido 50 años desde que Kubala dejó de jugar para el FC Barcelona. En estos 50 años, hubo grandes jugadores llamados a suceder al húngaro en el imaginario culé, y coquetearon con su trono, jugadores de la talla de Cruyf, Maradona, Romario, Rivaldo, Guardiola, Ronaldinho, Laudrup, Stoichkov, etc. pero ninguno lo logró. Nadie lo ha alcanzado a la fecha, porque la estela dejada por Kubala es como la estela de un transbordador.

Sin embargo, el único que parece predestinado a alcanzarlo es Messi, por dos grandes razones. La primera, meramente deportiva: Messi es el jugador con más hitos alcanzados como estandarte culé. La segunda --con asidero en la psicología-- es el encanto. Decía R. L. Stevenson que La virtud, sin la cual todas las demás son inútiles, es el encanto. Si Messi mantiene la línea actual de logros y títulos colectivos e individuales, sin perder el encanto y las dulces nupcias con la afición culé, su destino será superar a Kubala. Para algunos, ya lo logró. Para mí no, porque Messi está apenas en el primer tercio de su carrera, y aún tiene muchos retos por superar. Por el momento, alcanzó a Kubala en la cantidad de goles: el 15 de octubre de 2011, contra el Racing de Santander, Leo alcanzó la cantidad de 195 goles, con lo cual superó la cifra goleadora del genio húngaro.



Para eclipsar a Kubala se requiere mucho más que alcanzar o superar su cifra de goles. Por el momento, todos los que emprendieron la casi absurda carrera para llegar a Kubala, la perdieron. En dicha carrera, solo quedó Messi, ya sin adversarios, totalmente dueño de su destino. La salud y el buen juicio deberán acompañarlo hasta el final, porque el talento nunca lo abandonará. Cuando Messi logre eclipsar a Kubala, merecerá una estatua a la entrada del Camp Nou, o mejor aún: merecerá que el barcelonismo le construya el Camp Nou del siglo XXI, para celebrar al heredero de Kubala...


Finalmente, les comparto este impactante vídeo (en italiano) de la Tragedia de Superga:




Enlaces recomendados:


http://grandesaccidentesaereos.blogspot.com/2011/05/torino-campioni-la-tragedia-de-superga.html

http://www.kubalacybermuseum.blogspot.com

http://www.elpais.com/articulo/deportes/DUNAI/KUBALA/_LADISLAO/MURCIA_/CLUB_DE_FUTBOL/hungaro/Dunai/sustituye/Kubala/Murcia/elpepidep/19870102elpepidep_10/Tes

http://helenasubirats.blogspot.com/2011/09/el-dia-en-que-conoci-kubala.html


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(*) Albert Suñé: Laszi Kubala, en Barça, Revista Oficial del FC Barcelona, No. 37.

sábado, 29 de octubre de 2011

PENA MÁXIMA AL REY


William McCrum, portero de un equipo de Irlanda del Norte, inventó en el año 1891 el fatídico penalti. Al inventarlo, seguramente advirtió la trampa escondida en el germen de aquel castigo: hoy te da alegrías, y al día siguiente te otorga tristezas, o viceversa. Que lo digan aquellas naciones que con un penal han ganado o perdido una final de una Copa del Mundo, y que lo confirmen aquellos jugadores que tuvieron en sus botas una Copa del Mundo, una Eurocopa o una Copa América; pero que la ruleta rusa no les favoreció. El penalti resucita a un jugador, de igual manera lo puede hundir.

Leo Messi tiene un 70% de acierto en penaltis convertidos en toda su carrera, un porcentaje que roza la excelencia. Con apenas 16 años, tuvo la madurez de decidir una final de una Copa del Mundo en Holanda, convirtiendo dos penaltis, para la selección Argentina, ante Nigeria. Ese fue el instante supremo en que caí rendido al genio futbolístico de la Pulga. Jamás lo olvidaré.

A la fecha, son contados los porteros que han tenido la suerte de detener un penal a Messi. Ni siquiera el mejor portero del mundo, Iker Casillas, ha podido adivinar las intenciones de La Pulga, cuando se para ante el punto de ejecución. El último héroe fue el portero Javi Varas del Sevilla, el pasado 22 de octubre. Antes del partido contra el Barsa, y antes de detenerle ese famoso penalti a Leo, Javi Varas era solamente el portero del Sevilla, que vino a sustituir a Palop. Hoy pasó a ser casi una leyenda. En verdad lo mereció. Si Messi anotaba ese penal, en el último suspiro del juego, habría quitado a Javi Varas de los titulares y de las portadas de todos los diarios de España. Pero habría sido una injusticia...

Yo creo que la actuación de Varas, en esa noche, fue la mejor actuación de un portero rival en el Camp Nou en toda la historia. Ese momento crucial donde Messi falla, y Varas adivina su zurdazo, equivale, en el precioso juego del béisbol, al instante soñado en que el lanzador estelar del equipo rival, tiene al equipo casa en blanco en la parte baja de la novena (cero hits, cero carreras), con conteo de dos outs, y estando en la caja de bateo, el mejor bateador del equipo casa y de toda la liga, con cuenta de tres bolas y dos strikes... es el último lanzamiento, concentración máxima de lanzador y bateador, el estadio completo casi sin respirar ni pestañear, los técnicos escondiendo el terror... el lanzador tira su mejor curva, ya con el brazo hecho jirones, y el tiro perfecto doblega al bateador, que se va con un swing completo a un milímetro de la pelotita, que queda apacible en el guante del catcher, como una snitch dorada. La noche de Varas fue equivalente a este momento sublime. Seguramente nunca volverá a repetir una jornada similar, pero los elogios recibidos esa noche, bien merecidos, lo marcarán para siempre. Enhorabuena.

La palabra inglesa penalty, en su acepción original, significa pena máxima o castigo que puede imponerse a una persona por una ofensa o crimen. Antes de ser utilizada en el fútbol, la palabra era exclusiva del ámbito legal o judicial. En consecuencia, penalty SIEMPRE representaba un castigo, única y exclusivamente para el convicto, acusado o criminal. En el fútbol, en cambio, el penalty puede llegar a convertirse en pena máxima tanto para el portero como para el ejecutante. Si el portero atrapa el tiro o el ejecutante tira la pelota afuera, el que sufre la pena máxima no es el portero, sino el ejecutante.

Cuando Varas detiene el penal a Messi, al final del juego, fue el rosarino quien recibió el castigo, castigo que trajo consigo consecuencias, por supuesto. Sin embargo, algunas de ellas fueron lógicas, y otras mera creación de un sector de la prensa vinculadas a lo que Guardiola llama Central Lechera. Las enumero a continuación:
  1. Javi Varas pasó de ser un portero poco conocido en España, a portero de clase mundial... sus búsquedas en Google pasaron de cientos de miles a millones.
  2. El Barsa perdió, provisionalmente, el liderato de la liga.
  3. El Real Madrid asumió el liderato de la liga por las siguientes 24 horas.
  4. Celebración en Madrid como si se tratara de la Décima; algunas personas hicieron intento de tirarse a la Cibeles.
  5. 24 horas después, el Levante asume el liderato en solitario de la liga, por primera vez en 102 años de historia.
  6. La prensa enemiga del Barsa y de Messi redactó artículos absurdos con títulos tan ridículos como: "El Messi de Argentina llegó al Barsa", "Messi: ¿el principio del fin?". Y no contentos con ello, desempolvaron el debate y las encuestas de todos los años: ¿Está el Real Madrid ya, igual o superior al Barsa?
  7. Messi, que podía quedar esa noche como pichichi en solitario, tuvo que compartir el liderato de goleo con Cristiano Ronaldo... otro de los grandes beneficiados del fallo de Leo o de la inspiración de Varas.
  8. El Camp Nou, en coro, cantó "Messi, Messi, Messi" después de que la Pulga fallara el penal. Ese calor y apoyo especial, el Camp No lo prodiga a cualquiera; lo tiene reservado solo para jugadores de la talla de Messi, Kruyff y Kubala...
Sin embargo, a pesar de todas las secuelas del penalty ante el Sevilla, algunas reales, otras verdaderamente descabelladas, Leo Messi volverá a demostrar por qué es el mejor jugador del mundo, desde hace cuatro años... No necesitará un partido, ni medio, quizás en solo treinta minutos o en un solo minuto, dará un golpe de autoridad, para volver a poner las cosas en su lugar... La espera será brevísima...

domingo, 2 de octubre de 2011

LETANÍAS DEL MESSÍAS

Mis estimados lectores: les ofrezco esta bagatela que escribí como ejercicio de pluma. No pretendo ofender, subestimar ni burlarme de nada ni de nadie... se trata tan solo de un poco de humor, una especie de graffiti, que bien puede decorar la Calle de la Amargura...


Kyri'e, detail of Cathedral by ~Aignatius
from Deviantart

Se deben pronunciar las letanías antes de cada partido, intercalando el responso: "que tu gambeta nos lleve al cielo"

Messías, sin piedad
Messías, sin piedad
Messías, óyenos.
Messías, escúchanos.


Hijo bendito del vientre de Celia

no tengas clemencia de defensas ni porteros.
Hijo bendito de Celia y de Jorge

haz todo por nosotros.

Joya del Hospital Garibaldi.
Diminuta Criatura Rosarina
Gloria infinita de Grandoli
Protegido de San Aparicio
Pulga Bendita
Máximo orgullo de Newell´s
Hijo predilecto del Colegio General Las Heras
Hijo amable,
Hijo admirable,
Compañero justísimo
Artista digno de veneración,
Artista digno de alabanza,
Zurda prodigiosa,
Hijo fiel del Barça,
Joya de la Masía
Piedra Preciosa Argentina
Olimpia de Plata
Espejo de eficacia,
Hijo preferido de la Pelota,
Gambeta infinita,
Destrozador de defensas,
Martirio de los Porteros,
Causa de nuestra alegría,
Delantero digno de honor,
Torre de la final de Roma
Arzobispo de Wembley,
Balón de oro,
Puerta al cielo,
Azote del Madrid, del Aleti y del Getafe
Desolación del Bernabéu
Tortura de los falsos CRISTIANOs
Vencedor eterno de Iker y de Mou
Copa del Rey
Pichichi insigne de Europa y de España
Golden Boy
Poeta del Siglo XXI
Lío de todos los técnicos
Jordan del balonpié
Encanto de Guardiola
Deportista del Año
Marca Leyenda
Goleador de la Liga de Campeones
Heredero de Maradona y de Di Stéfano
Eclipse de César y Kubala
Piedra angular del Camp Nou

Messías, que naciste para llevar al Barça y a Argentina a la Gloria,
golea a todos, Señor.


Messías, que quitas el sueño a tus enemigos,
domínalos, Señor.


Messías, que puedes hacer posible lo imposible,
danos muchas Copas y Títulos.


Danos alegría infinita, hijo Bendito del Barrio Lavalleja.

Para que podamos mantenernos siempre en la Gloria.
Amén.

domingo, 11 de septiembre de 2011

BITÁCORA DEL CAPITÁN

© Platypuscove from Deviantart

"El maestro aparece cuando el alumno ya está listo"
Proverbio del Budismo


John O. Anderson era un destacado jugador de cricket y de fútbol en la Argentina. En el año 1901 jugaba para el club Lomas Athletic, que fue el equipo preponderante en el siglo XIX, en la alborada del fútbol argentino. Aparte de sus dotes como líder y futbolista, Anderson era un organizador nato. Fue él quien tuvo la iniciativa de conformar un combinado nacional, y convenció a la Liga argentina y a la contraparte uruguaya de realizar un partido interselecciones, en tierra charrúa. Más de 7 000 espectadores se dieron cita para ver el cotejo, en el Paso del Molino, Uruguay, el domingo 20 de julio de 1902. Más de un millar de aficionados argentinos cruzaron el Río de la Plata, para ver por primera vez a su combinado nacional.

El diario La Nación de Argentina, en el año 1977, apostillaba: "El conjunto argentino estrenó para ese encuentro la primera vestimenta internacional: camiseta celeste, pantalón blanco y medias negras, que años más tarde fue cambia
da por la actual". Además de estos hechos sobresalientes, que evocan el fiat lux, hubo otros igualmente memorables, como que Ernesto Alejandro Brown, de apenas 17 años integrara aquel combinado, y que el primer gol de la selección de argentina lo marcara C.E.Dickinson, y por supuesto que el partido terminara con un resultado categórico para los argentinos: 6 a 0. Pero hubo un hecho aún más sobresaliente y fue que el capitán fuera el propio John O. Anderson, convirtiéndose, aquella tarde, en en el primer Capitán de la selección argentina de la historia.



Ahora usemos la máquina del tiempo para adelantarnos un poco más de un siglo, 109 años para ser exactos, y descubriremos que la distinción de capitán ya no recae en J.O. Anderson, sino en Lionel Andrés Messi, el capitán más joven de todos los capitanes albicelestes, desde aquel lejano año 1902.

Antes de que Alejandro Sabella y Javier Mascherano le dieran esta emblemática cinta, Leo había tenido dos escarceos con ella: el primero fue el martes 22 de junio de 2010, ante la selección de Grecia, en el Mundial de Sudáfrica, y luego, el 16 de julio de este año 2011, durante la Copa América, en el partido contra Uruguay. Cuando Mascherano sale expulsado en el partido contra los charrúas, y se quita la cinta de capitán, para dársela a Messi, no sabía que le estaba pasando la estafeta en forma permanente. Messi tampoco lo sabía; pero no sintió ajeno aquel blasón rodeando su brazo...

En los registros históricos, siempre se consignará la fecha del 2 de septiembre de 2011, como el día en que Messi fue Capitán (oficial y permanente) de la selección mayor de Argentina, en el partido contra Venezuela, en Calcuta. Sin embargo, para mí, Messi fue capitán del combinado albiceleste, desde el minuto 85 del partido contra Uruguay, aquel doloroso 16 de julio de 2011.

Maradona Capitán en Newell´s.
Así veremos a Messi también.

Messi recibió la cinta con orgullo y satisfacción, pero no de la misma forma en que la exigió siempre Maradona. Con la cinta de capitán --cualquiera que fuera su equipo-- Maradona se creía un ser superior (y a fuerza que lo era). Era más pequeño que todos en el terreno de juego, pero con aquella cinta , se veía inmenso contoneándose como un pavorreal, y sacando el pecho con más prestancia que un levantador de pesas. Tengo la impresión de que Maradona es un hombre inmensamente supersticioso, y que aquella cinta le daba confianza, y le ayudaba a encontrar la sintonía para sentirse --y ser-- más grande que todos en la cancha. Siempre dio la sensación de que nació con la cinta de capitán, y que la usaba hasta en las reuniones de escuela de la Dalma y la Giannina. A Messi, en cambio, le llegó como en cámara lenta, cual ave mansa que se posa plácida en aquel brazo después de dar mil vueltas, como esas parejas que durante años fueron solo amigos, y de pronto se enamoran...

No le ayudará a meter goles la cinta a Messi. Eso lo tenemos claro. Porque en todos los partidos que la ha llevado, se ha ido en blanco. Claro que lo digo en broma. Es obvio que pronto Leo volverá a meter goles trascendentes con su selección, como lo hace en el Barsa. Lo cierto es que pese a su condición de capitán novicio, ha sido muy correcto, mostrando bastante liderazgo. Se nota que la cinta le viene bien, la porta con orgullo y con el respeto que esta merece, sabiéndose afortunado, porque aquella no le llegó de la noche a la mañana, ni por imposición o decreto de nadie, sino porque ya le tocaba... “No fue una decisión que partió de mí". Dice su técnico, Alejandro Sabella. "Que sea capitán es una decisión acertada. Javier había hablado con Messi y se lo había planteado. Yo fui parte de la conclusión a la cual se llegó. Messi es extraordinario, el mejor del mundo. Merece la cinta de capitán”... (se adquiere la cinta de capitán) “por personalidad, por jerarquía o por ambas”.

Manifestando gran júbilo por llevar la cinta de capitán de su selección, el mismo Leo dijo: (*)

Se decía que no soy líder o no podía ser capitán. Hay muchas otras cosas que hacen falta para ser capitán, que hay que demostrar. Me gané el respeto de mis compañeros y eso es lo fundamental

La cinta no me cambia, porque uno quiere lo mejor para la selección y la responsabilidad es siempre la misma


Este era el momento, estoy contento para recibir la cinta, la quería. La responsabilidad es la misma que tenemos todos con la Selección. Creía que era el momento de agarrar y espero que me traiga suerte. Estoy contento, tranquilo y agradecido con la cinta”.

Estoy convencido de que Messi portará perfectamente este emblema, porque estaba predestinado a llevarlo, desde aquel lejano junio de 2004, cuando siendo juvenil, usó por primera vez la camiseta albiceleste, en un partido amistoso contra Paraguay.

Y sin el menor asomo de patrocinio al pibe, sino por la forma en que su historia se ha ido cimentando, me atrevo a vaticinar lo siguiente: de la misma forma en que estaba predestinado a ser el capitán de su selección, Lionel Messi está predestinado a ser el capitán del Barsa, no más allá de julio del año 2016.

Con el brazalete o sin él, Messi es el mejor del planeta. A los jugadores únicos, ser capitán de un equipo no les cambia absolutamente nada en cuanto a responsabilidades. Esa obligación le va a sentar muy bien”, ha manifestado Juan Román Riquelme, el jugador emblemático de Boca, y exjugador del Barça y del Villarreal.

Me parece bárbaro que Sabella haya hecho su elección y me parece bárbaro que Messi sea el capitán”. Dijo Maradona. Hay quienes ven una doble moral del Diego, por no haberle dado la cinta a Messi cuando él fue entrenador. Pero yo no se lo reprocho. Me parece que Diego no quiso abrumar aún más a Messi dándole, además del 10, la cinta de capitán; en su lugar, repartió la responsabilidad del liderazgo entre Leo y Mascherano. Fue una decisión correcta, porque, además, Messi no estaba preparado para asumir todos los galones. Recordemos que El maestro aparece cuando el alumno está listo. Messi ya lo está.

Como lo dije anteriormente, este es un acto importante para premiarlo por su implicación con la selección, y como ésta se ha convertido en un barco asolado por tempestades, es mejor sacar partido del mejor capitán posible, y construir un equipo a su alrededor. Indudablemente, es una apuesta al vacío, un disparo al blanco con la sola bala que queda; pero no hay mucho más por hacer. Si de todos modos esta nave ya cruza el mar por la peor ruta posible, entonces que la conduzca el más fiable capitán.

Obviamente, esta decisión no certifica que el barco llegará indemne a puerto (si lleva 20 años a la deriva!); pero al menos será la mejor elección. Eso sí, el capitán tendrá que cambiar algunas cosas --o asimilarlas--, como por ejemplo, dar la cara con más frecuencia a la prensa y saber responder con aplomo, firmeza y coherencia, aun a aquellas preguntas y cuestionamientos más desatinados; acuerpar a su entrenador, defender a sus compañeros, en la cancha y fuera de ella; discutir con personalidad ante los árbitros, y no perder el tiempo echándoles culpa de los equívocos propios, y finalmente, ganarse el respeto del equipo rival, teniendo siempre hacia ellos una palabra y un gesto de tolerancia. Gane o pierda su equipo, buscará al adversario y le dará un saludo. Por más desilución o rabia que tenga ante una derrota, sabrá responder a la prensa y reconocer las virtudes del contrario.

El capitán, lejos de encararse con un rival, sabrá eludirlo, y buscará conversar con su homónimo del otro equipo. El capitán será escrutado mucho más que cualquier otro jugador de su equipo, y se le medirá por un rasero diferente. El capitán nunca buscará ser el sustituto del entrenador. El capitán no amonestará a sus compañeros usando gestos prepotentes, pero les dará indicaciones claras y sabrá señalar los errores. El capitán no contribuirá a despertar la ira de la grada rival ni permitirá que un compañero suyo lo haga. El capitán no gozará de otro privilegio más que ser el líder de su equipo en la cancha. El capitán será un faro capaz de iluminar hasta a los jugadores rivales.

Finalmente, corresponde a la labor del capitán llevar una bitácora actualizada... No se inquiete, Capitán, que nosotros, desde acá, le llevamos sus apuntes...

(*) Citas tomadas de de http://muymessi.com/


Los dejo amigos y amigas con La Canción del Capitán del cantautor Fidel Gamboa, recientemente desaparecido, para pena de muchos que admiramos su obra...


jueves, 1 de septiembre de 2011

LA MÁSCARA Y EL CONEJO BLANCO



© REUTERS/ Albert Gea


Leo Messi
es el único superhéroe que no se acostumbró a llevar máscara. Enseguida, les relataré cómo y por qué...

El sábado 26 de abril de 2003, se disputaba la final de primera edición de la categoría División de Honor, de cadetes, entre el Barça y el Espanyol. Corría el minuto 19 cuando sobrevino un accidente, que pudo tener consecuencias funestas para Leo Messi y su carrera deportiva: en un choque furtuito contra un jugador rival, el azulgrana cayó al suelo con pérdida total del conocimiento. El jugador argentino, que entonces tenía 15 años, fue trasladado urgentemente a la clínica FIATC, donde se le diagnosticó un traumatismo craneoencefálico y una fractura con hundimiento de la pared anterior del pómulo derecho. Una lesión realmente grave.

A pesar de la preocupación por la salud de Leo, sus compañeros sacaron adelante la faena, y se proclamaron campeones, con marcador de 3 goles a 1. Empero, a aquel fabuloso equipo de cadetes, aún le faltaba ganar la importante Copa Catalunya, cuya final se disputaría el domingo 4 de mayo (apenas una semana después!!).

Pese a que Leo empezó a recuperarse muy rápidamente, todos coincidían en que sería imposible que participara de la semifinal y de una eventual final, a menos que ocurriera un milagro. Y ocurrió. Algún despabilado recordó que unos tres meses antes, Carles Puyol se vio obligado a usar una máscara especial, porque había padecido una lesión similar a la de Leo, aunque un tanto más grave. Aquella máscara, diseñada y fabricada por el especialista Francisco Asín Llorca, de Alicante, sirvió a Puyol para jugar y recuperarse a la vez.

Los médicos responsables del FC Barcelona autorizaron a que Leo jugara la final de la Copa Catalunya, única y exclusivamente si lo hacía empleando esta misma máscara protectora, que afortunadamente aún estaba en poder del Dr. Ricard Pruna. Así lo convinieron todas las partes.

Llegó el día del encuentro, y el chico cumplió su palabra... pero solo parcialmente. El diario catalán Mundo Deportivo, del lunes 5 de mayo lo relata de la siguiente manera: "El Barça se proclamó ayer campeón de Catalunya de cadetes tras batir al Espanyol en la final por 4-1, con dos golazos de Leonel Messi. Debido a la fuerte sudoración que le producía, el crack argentino sólo jugó 5 minutos con la máscara heredada de Carles Puyol y vio puerta sin protección facial, primero a pase de Frank Songo'o, hijo del ex meta deportivista Jacques Songo'o (18'/1-0), y luego, tras jugada personal (23'/2-0); en el descanso, Messi, quien arrastra una fractura de pómulo, fue suplido por Víctor, que cerró el marcador (69'/4-1)".

La descripción de MD es correcta, pero exigua, para lo que realmente aconteció aquella tarde: cuando Messi sintió que la máscara le resbalaba a causa del sudor, y le impedía ver, se acercó a la zona técnica y le dijo a su entrenador (Alex García) que quería quitarse aquel incómodo artilugio, porque no podía ver bien. Alex, muy preocupado, le respondió que se tranquilizara, que si le parecía lo cambiaba de inmediato para evitarle algún percance; pero esa posibilidad, puso a temblar a Leo, porque en su ADN no hay espacio para el temor. Respondió: "no mister, déjeme solo un rato", y antes de que Alex pudiera replicarle al pibe, la máscara cayó en el banquillo, y luego rodó por el suelo... Entonces Messi, ya desprovisto de la careta volvió a ser Messi: en un santiamén, cortó rabo y orejas, para tranquilidad de Alex García y de todo el cuerpo técnico, porque la preocupación de todos era que el chico sufriera un golpe en su cara... de ser así, habría ardido Troya! Messi fue sustituido en el minuto 41, cuando ya había resuelto el partido...


La categoría 87 del Barsa.
Arriba: Piqué (tercero desde la izquierda) y Fabregas (segundo desde la derecha).
Abajo, Messi con la máscara de protección.
OLÉ-Argentina

Ese fue, amigos lectores, el último partido que disputaron Leo Messi y Francesc Fábregas, juntos en el cadete del Barsa. Esa tarde maravillosa, Cesc y Messi alzaron la Copa Catalunya, y nunca más volvieron, unidos, a levantar una copa, hasta el día miércoles 17 de agosto de 2011, cuando ambos recuperaron aquella antigua sintonía de la niñez, y destrozaron la defensa del Real Madrid, en el último suspiro del juego. La Supercopa de España la arrebataron ambos al poderoso Real Madrid de Mourinho, con la valiosa ayuda de Adriano.

Aunque las dos celebraciones están distanciadas por largos ocho años, parece como si el tiempo no hubiera transcurrido. Es como si instantes después de disputar la Copa Catalunya, ambos quinceañeros salieran del estadio Via Férrea (en Cornellá), y se despidieron, tomando caminos diferentes: mientras Leo seguía su ruta habitual a casa, Cesc se distrajo corriendo detrás de un conejo blanco, y cayendo a lo profundo de su maravillosa madriguera, no salió de allí, sino hasta ocho años después, ocho años que parecieron ocho siglos, pero también ocho segundos... Cuando Cesc volvió, de repente, todos los trucos, los desmarques, los desplazamientos con y sin balón, la pelota al hueco, los tiros libres, en fin, la complicidad entre ambos amigos de la infancia, no había cambiado ni un ápice. Estaba intacta.

Aquella noche en el Camp Nou, quedó demostrado que Messi y Cesc no necesitan de entrenamientos, pretemporadas, ensayos, ni discursos encendidos de sus técnicos... son esos chicos especiales que no precisan estudiar para sacar un examen notable.

¿CÓMO Y POR QUÉ CESC CORRIÓ TRAS EL CONEJO BLANCO?

Cesc se metió en la madriguera del conejo blanco, y en su caída vertical fue advirtiendo las maravillas que le iba a prodigar aquel nuevo mundo. Mientras iba cayendo, se convencía de que hacía lo correcto, porque su sueño era jugar como profesional, y sabía lo difícil que sería hacerlo en el Barsa, a pesar de sus grandes dotes de futbolista. Iniesta tenía 19 años y ya era el llamado a adueñarse de la posición natural de Cesc. Él y su familia lo tenían muy claro. Mientras seguía descendiendo en aquel mar de sueños, pensaba en su amigo argentino, y se estremecía imaginando que quizás el mismo Messi, tendría dificultades para llegar a jugar en el primer equipo blaugrana. Esa es la razón principal por la que Cesc se fue, y claro, también había mucho dinero de por medio, porque el Conejo Blanco, sacó de su chistera muchos billetes, y con ellos encantó a Cesc y a su familia. Con el tiempo, Cesc llegaría a ser el capitán del equipo, y el jugador mejor pagado en la historia del Arsenal.

Ahora bien, todo eso pudo ser, por una razón demasiado simple, casi pueril: Cesc tenía un contrato muy, pero muy débil con el Barsa. Ciertamente, el contrato lo ligaba hasta el año 2007, PERO tenía un portillo (¿que digo portillo?... eran las mismas Puertas de Hyde Park): no tenía salario, sino que sólo cobraba "dietas", por valor de 240 Euros, y le pagaban colegio y manutención. Pero, y este es el quid: si el chico decidía romper el contrato, solo pagaría una cláusula de 30 000 dólares. Si se iba a otro equipo, este nuevo equipo debía negociar la indemnización al Barsa por derechos de formación. Plato servido para el Arsenal: ellos se encargarían de pagar la cláusula (directa o indirectamente), y luego una indemnización por 35 000 dólares. Con menos de 100 000 dólares, los ´gunners´ se hicieron del futuro mejor mediocentro de Europa!

En enero de 2003, los visores del Arsenal habían descubierto a Cesc Fábregas. Muy rápidamente supieron todo de él, incluyendo los alcances de su contrato con el FC Barcelona. Ya en Julio, lo tenían amarrado por 6 temporadas. Cuando todo el mundo puso los ojos en aquel chaval, al convertirse en Balón y Bota de Oro del Mundial Sub-17 de 2003, en Helsinki, el Barsa sintió mancillado su orgullo, porque ese fabuloso jugador ya no les pertenecía...

En Septiembre, Cesc abandona definitivamente al Barsa, y se despide de sus amigos y de la Ciudad Condal, para marcharse a Londres. Una decisión muy difícil, pero muy madura para un chico de apenas 16 años.

El Vicepresidente Deportivo del Barsa de entonces, Sandro Rosell, se le encomendó hacer frente al tema, negociando lo que se podía con los gunners; pero ya era demasiado tarde. “Si el jugador se va es porque el Arsenal le ofrece un dinero que el Barça ni quiere ni puede pagar a un chico de su edad. A esas edades lo adecuado es jugar al fútbol, no pensar en dinero”. Una frase lapidaria de Rosell llena de verdad, pero con esa misma verdad, Cesc voló a Londres y dejó la Masía.

Se afirma que cuando Cesc se comprometió con el Arsenal, se acogió al recurso legal de residencia profesional del padre, es decir, que si su padre iba a residir a Londres, el chico, por ser menor de edad, estaba en la obligación de seguirlo. Sin embargo, el representante de Cesc siempre afirmó que el padre de Cesc no hizo eso. Lo cierto es que este truco legal, lo ha usado Wenger en otras ocasiones, y no solo en el caso de Cesc.

Rosell siempre dijo que su misión no era intentar convencer a Cesc de su retorno, por considerarla una opción inútil; sus esfuerzos se concentraron en buscar que el club recibiera una indemnización superior al rubro de formación y un derecho preferencial (precio especial) en caso de que Cesc pudiera volver en un futuro a jugar con el Barsa. Esfuerzo en vano, porque el conejo blanco es un conejo astuto, y solo soltó lo mínimo indispensable. Canceló 35 000 dólares por derechos de formación del chico, y ocho años despúés, cuando el Barsa quiso recuperarlo, le cobró una cifra millonaria, que aún produce vértigo. Aun cuando es una contratación muy onerosa, una de las más elevadas de la historia del club, estoy seguro de que en el corto plazo --¿Por qué no este mismo año?-- Cesc devolverá al Barsa la inversión, con el aval de su amigo Messi. De hecho, ya empezó aportando jugosos abonos, tan solo salir de la madriguera del conejo blanco...

Ahora los dejo con este lindo video...



Ah... y también les recomiendo leer estos enlaces.

Enlaces recomendados:

http://www.blaugrana.at/2011/08/la-vanguardia-montag-1-september-2003-la-joya-que-se-va/

http://www.mundodeportivo.com/20100331/entre-semana-competian-y-el-domingo-se-entrenaban_53900281033.html

NOTA FINAL: Como lo pedí hace un tiempo en una de mis entradas al blog, finalmente le fue dada la cinta de Capitán de la Selección Argentina a Leo Messi. Un proverbio budista dice que el maestro aparece cuando el alumno ya está listo... De este tema tratará la próxima entrada del blog... en unos pocos días. Gracias amigos, por llegar hasta acá...

viernes, 19 de agosto de 2011

EL PERFUME

Judith Klein, Deviantart
El gesto de repugnancia de Mourinho por el cercano olor de Messi --más propio de la vecindad del Chavo que de un gran estratega blanco-- me arrancó estas reflexiones: ¿Por qué Mourinho quiere proyectar una imagen falaz del olor que destila el pibe?, ¿Por qué ese gesto tanto o más xenófobo que el "Mucho Morro"?, ¿Por qué tergiversar el olor exquisito de las proezas comunes del genio argentino, indicando que hieden?, ¿Olvida Mourinho la máxima popular de que la esencia viene en envases pequeños?, ¿Qué provoca realmente Messi en la psique de Mourinho?, ¿Puede explicar ese horrible gesto --a la primera, solo ordinario y maledudado-- el sentimiento de derrota del Real Madrid?, ¿Es Mou el estratega que el Madrid merece, o efectivamente, los equipos, al igual que los países, tienen los líderes que merecen?, ¿Está obsesionado Mourinho con este chiquillo que le destroza sus preciosos legos dondequiera que vaya?

La imagen es ingrata, porque como afirma el propio Mourinho: una imagen vale más que mil palabras... Ese abominable gesto, tanto como el de hundir sus dedos a mansalva, en el ojo de Tito Vilanova, ensucian cabalmente un espectáculo grandioso... no solo por el recital de Messi, sino por el encuentro noble, justo y aceptablemente limpio que dieron los 22 actores ANTES de que a Marcelo se le ocurriera quitar la idílica película que estábamos disfrutando y cambiarla por La Pandilla Salvaje, cuando cazó a Messi en una brutal patada, promediando el segundo tiempo. A partir de allí, volvió la pólvora, y luego el mismo Marcelo cerró el violento filme tirando sus tenazas a los tobillos de Cesc.

Estoy convencido de que Mourinho no le indica a Pepe y a Marcelo que arremetan a patadas contra los jugadores del Barsa; pero lleva a aquellos a tal nivel de crispación que terminan suscitando broncas o ganándose tarjetas rojas que, al fin y al cabo, también le pueden servir de excusas al estratega. La patada que Khedira da en el rostro a Abidal en el primer partido es tremenda; pero convengamos que el alemán no es un carnicero... tan solo un jugador promedio que también se ve envenenado por el ambiente hostil que ha ido construyendo su técnico. Mourinho está en un debate muy peligroso: pasar a la historia como uno de los mejores técnicos de todos los tiempos, o pasar a la historia como el mejor discípulo de Maquiavelo en el fútbol...

Cuando Marcelo hunde su arma en la pierna de Messi, el Clan de los Duros (Mourinho, Marcelo, Pepe, Ramos) tomaron el control, y a partir de allí el juego ya no fue igual. Se apagó el fútbol, y surgió la lucha encarnizada, donde varios actores se frotaron las manos... Pero de nuevo olvidaron lo que no se debe olvidar jamás: alborotar al genio se paga con derrotas.

Messi ya no es el pibe que solo recibe patadas y se levanta más sombrío y callado que un penitente... se hartó de ello, sépanlo todos, porque los rivales (y detractores) creyeron que siempre sería así. Pensaban: es verdad que el geniecillo nos gana a todos con sus artes, pero basta con patearlo, y como ni habla, entonces no pasa nada... Pero Messi, que seguirá siendo noble hasta su tumba, pensó a la manera de Chespirito... "es bueno ser manso, pero no menso". Ya en la Copa América mandó su primer aviso de sublevación... Claro que sería mejor que no respondiera a las provocaciones y los gestos del Clan de los Duros; pero ya no podemos pedirle a Messi que además de sus genialidades y su generosidad en la cancha, también agache la cabeza como un cordero. Ya Messi se hartó de muchas cosas que ocurren en su entorno futbolístico, y una de ellas es que lo pateen sin que nada pase... Esa imagen bucólica del pibe recibiendo tres patadas y luego, mansito, poniendo la bola en juego sin decir una palabra, simplemente se extinguió...

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ

Sin hipocresías y sin anestesia: los que estamos del lado de Messi y del Barsa, siempre seremos antagonistas del Real Madrid, sea quien sea el estratega que se siente en su banquillo... Sin embargo, antes de Mourinho había un espacio reservado para aceptar noblemente una derrota y conceder al rival los lauros de un triunfo justo y digno, aunque hubiera dolor en nuestra grada. El Real Madrid ganaba al Barcelona con facilidad pasmosa no hace mucho, y la mayoría tragábamos grueso aceptando que eran mejores. Siempre es importante que jugadores y afición posean esa reserva de nobleza, de reconocer la superioridad del adversario. Al fin de cuentas, es un juego: hoy pierdes, mañana ganas. Hoy ganas, mañana pierdes. Y no pasa nada.

Pero Mourinho vino a apropiarse hasta de esa provisión de nobleza que había en ambos bandos, y cuando puede, la sustrae a otros equipos. Logró que el barcelonismo lo mirara casi con odio, y ahora ha conseguido que así lo vea más de medio mundo...

Con Mourinho en el banco se fue al carajo la solera, la limpieza del juego, la hidalguía, el señorío grandioso que tanto preconizaban en Chamartín... al final, será dificilísimo volver a poner las cosas en su sitio. ¿Qué pensará don Alfredo Di Stefano de tanta desolación moral? La casa, otrora enjalbegada, hoy luce manchada...

EL PERFUME

Los perfumes que apreciamos nos evocan momentos y personas importantes en nuestras vidas. A veces nos pueden turbar también. El poder de evocación de un perfume puede engendrar una obsesión o un trauma; pero cuando una fragancia nos resulta exquisita, queremos volver a ella con persistencia atávica, como la abeja a la flor. Por desgracia, también existen trastornos tan severos del olfato que podemos perderlo del todo, o hasta que nos huela bien aquello que repugna, y por el contrario, que nos huela muy mal un tazón de lirios o un pan de anís recién horneado. También están los taimados que pueden fingir que huele mal lo que huele bien, solo para desacreditar al otro. Patrick Süskind lo recoge perfectamente en estas palabras: "Los hombres pueden cerrar los ojos ante la grandeza, ante el horror, ante la belleza y cerrar los oídos a las melodías o las palabras seductoras; pero no pueden sustraerse al perfume".

Cuando Messi y el Barsa nos deleitan con su juego, una suerte de incienso baña el rectángulo verde, y por arte de magia, su aroma se esparce por el aire llegando, luego, hasta los lugares más recónditos del Planeta. La gran mayoría de los humanos lo apreciamos así, pero unos pocos (entre ellos Mourinho) vomitan ante un jazmín, o lo fingen, como parte de su estrategia para enturbiar, ensuciar, deslucir, desacreditar al otro, y de paso ocultar su propia vileza.

Lo que la mayoría queríamos que se hablara el jueves, se trocó por el tema de la tangana. Aun con la derrota a cuestas, los madridistas que aman su club por encima de su técnico, querían que el jueves, los diarios de todo el mundo, de una vez por todas expresaran júbilo por la revolución Benzema, porque el medio campo blanco pasó del terror del 5 a 0, a controlar buena parte del juego, porque Victor Valdés se erigió muchas veces en héroe, por el vital juego creativo de Xabi Alonso y de Özil, y porque demostraron, sus jugadores, que no es cierto que el Barsa sea un equipo invencible. También queríamos los culés que se hablara sin reservas de la grandiosidad del equipo y de los cinco goles que gestó su gran estrella, y del juegazo de Mascherano, Abidal y Piqué, y de los gloriosos 15 minutos de Cesc, y de los 11 títulos de Pep, y de los récords de Xavi, y finalmente, queríamos que se comentara una y otra vez esa imagen histórica e imperdible de Cristiano e Iker derrotados por el genio singular de La Pulga...



Pero esos temas grandiosos, miserablemente, pasaron a segundo plano. Al final --aun a costa de su fama-- Mourinho logró que se hablara más de su dedo profanando el ojo ajeno que de la belleza del fútbol... Mourinho se acostumbró a ganar siempre, y ahora no tolera perder. Es, por mucho, el peor perdedor de todos los tiempos...

¿ESTÁ CERCA EL REAL MADRID DE ALCANZAR AL BARSA?

Si juzgamos por estos dos juegos, la respuesta es SÍ. Pero no se olvide nadie que en estos dos encuentros, el Madrid estaba a plenitud, con una pretemporada completísima y sus jugadores al mejor nivel. El Barsa, por su parte, está en pretemporada, algunos de sus jugadores (Alves, Messi) venían bajando del avión. Hay un punto --que no es menor-- a favor del Barsa y en contra del Madrid: Messi. Mientras Messi esté del lado del Barsa, la balanza se inclinará a su favor, aunque el Real Madrid le respire en la nuca... Pero el Real Madrid no debe obsesionarse con Messi, debe seguir procurando jugar bien al fútbol. Con Mourinho en el banco, eso está más que garantizado; pero con Murinho en el banco, también está garantizado el caos...

¿CUÁL ES EL TECHO DE MESSI?

Messi siempre tiene que tener retos y adversidades, también requiere de buenos antagonistas. Cada año van apareciendo en su carrera retos, adversidades y buenos antagonistas. Mientras esto ocurra, Messi nos seguirá sorprendiendo al reinventarse en cada curso. Mourinho, Cristiano y el Real Madrid han sido antagonistas excepcionales de los últimos tiempos. Pero además de ello, Messi necesita de grandes jugadores a su alrededor, jugadores generosos que lo ayuden en su juego, para que él les devuelva una parte importante de la gloria.

Guardiola lo dijo muy claro hace poco: es obligación del club de rodearlo de los jugadores necesarios... Por el momento, la tarea está bien hecha, porque con Cesc y Alexis, Messi sera aún mejor y los hará mejores a todos. De esta manera, el Barsa estará mejor para competir. Sin dejar de recordar que todavía hay trabajo por hacer en la defensa.

Soy consciente de que muchos lectores que llegaron hasta acá, estarán de acuerdo en algunas cosas de este comentario y discreparán de otras; pero hay una pregunta que siempre estará presente: si Messi es tan bueno, ¿Por qué no brilla igual con la Selección de Argentina? Les prometo pronto un análisis más reposado en el que intentaré dar mi respuesta; pero por el momento, lo haré con una comparación gastronómica: desde hace ya mucho tiempo, Messi es el mejor jugador de la selección de Argentina, pero la harina del pastel argentino es de inferior calidad a la harina catalana, aunque a ambos pasteles los corona la misma cereza...


Finalmente, los dejo con dos vídeos. Este es mi primer vídeo deportivo...



Y este otro es un fragmento de La Pandilla Salvaje (The Wild Bunch), de Sam Peckinpah, (fime inspirador del Clan de los Duros):





lunes, 18 de julio de 2011

SÍSIFO

Sísifo era un humano astuto, y como humano estaba en desventaja contra los dioses. La causa de su pena fue injusta, pero su castigo eterno y ejemplar: empujar una roca enorme hasta lo alto de una colina, y cuando hombre y piedra llegaban a la cima, la piedra rodaba de nuevo a lo profundo del valle, para que Sísifo la volviera a empujar a la cima, en un esfuerzo frustrado, por los siglos de los siglos.

Ya no lo pondré más en duda: cuando Messi se pone la camisa albiceleste, se está vistiendo de Sísifo. No puedo afirmar que sea este un castigo divino para la Pulga, pero tiene todas las trazas de serlo. Y no haré el juego a sus adversarios, especulando acerca de la causa. Advierto, eso sí, a todos los que seguimos con devoción a la Pulga, que tenemos que acostumbrarnos a esta suerte. No es, amigos, una renunciación ni un acto de conformismo; pero sépanlo de una vez por todas que por un largo tiempo (y es posible que para siempre), sea este el tránsito del Pibe con la albiceleste. Ya no lo pondré más en duda, porque esa misma duda impide ver mejor las cosas. Es necesario aceptar los hechos como son. ¿Un arrebato de pesimismo? Es posible, pero después de ver jugar a Argentina en la eliminatoria hacia Sudáfrica, luego en el Mundial, y finalmente en esta Copa América, estoy casi convencido de que esta generación de jugadores --incluyendo a Messi-- tienen muy difícil alcanzar un título (sea cual fuere) con su selección.

Batista es un buen técnico. Dispone de jugadores buenos, algunos excepcionales, y cuenta en sus filas con el mejor jugador del Planeta; pero no ha sido capaz --hasta ahora-- de armar un equipo con ellos. En verdad no es fácil, porque, desde Alfio Basile (Venezuela 2007), nadie lo ha logrado, y no hay nada más inestable que el banquillo albiceleste. Hay una posibilidad baja de que lo logre; pero aunque baja, sigue siendo una esperanza. Armar un equipo como España o Uruguay lleva años y, es necesario, que en el camino se tomen decisiones correctas. Por supuesto que también entra en juego la suerte. Por el momento, ni se toman decisiones correctas y los santos andan de espaldas. Con estos dos ingredientes tan adversos, es imposible conjuntar y amalgamar un equipo con potencial real de ganar un título.

SE VA AL TREN...

Lo bueno de la Copa América --si algo bueno se puede sacar-- es que se demostró que es falso que sea Messi quien falla, y que esa es la causa de todos los males en la selección, como temerariamente lo afirmaron muchos. Es el entorno el que falla, porque Messi demostró que está muy por encima de todos sus compañeros. Aun cuando no rindió como se esperaba de él en los dos primeros compromisos, fue impresionante su juego en los dos últimos. Ningún jugador de las selecciones que disputaron esta Copa brilló tanto como Messi --a excepción de dos o tres porteros, y tal vez Forlán o Suárez. Pero al igual que en el Mundial de Sudáfrica, no bastó con su esfuerzo y con su clase. Argentina parece destinada a un pecado capital: no poder subirse al Tren Messi, y dejarlo pasar, diciéndole adiós con la amargura de no comprenderlo. Eso parece estar ocurriendo, y no solo con Messi, sino con la maravillosa camada de jugadores actuales (especialmente de delanteros). Irremisiblemente, parece que esta camada será tirada a la basura, incluyendo al mismísimo Rey Leo Messi. Para él es un tormento todo lo que ocurre con su selección; pero jamás declinará defenderla. Grandiosos jugadores tuvieron su trágica historia: Maradona vivió el calvario de la droga; George Best, René Housseman y Paul Gascoine, el del alcohol. La tragedia de Lionel se llama Selección Argentina de Fútbol y todo su entorno.

Messi se fue sin convertir goles en la Copa América, pero asistió 3 de los 5 goles de su equipo, y puso en bandeja al menos otros cinco, que no fueron convertidos por sus compañeros. En el Barsa dispone de más movilidad en todo el frente de ataque, porque Busquets y Xavi conforman un brutal tándem de recuperación y creación, y gracias a ellos, él se puede encargar de otras faenas, como convertir o gestar los goles. En Argentina, no dispone de un tándem similar, ni siquiera juega de falso delantero, sino de enganche (la función que desempeñaba Riquelme).

En parte se entiende esto, porque Argentina posee dinamita pura en los pies de Agüero, Higuaín, Lavezzi y Di María, y parece innecesario e inconveniente meter a Messi --con tantos atributos-- entre estos delanteros, aunque bien podría enseñarles algunas artes a todos. Sin embargo, la verdad es que tampoco ha funcionado este método. Lo usó Maradona y lo usó Batista. Pero a veces da la sensación de que ningún técnico argentino descifró el enigma de cómo aprovechar realmente la mejor arma de su equipo. Esta tarea sigue pendiente. Otro problema es que todos los equipos le asignan marcaje personal de 2, 3 y hasta 4 jugadores a Messi, para evitar que controle el juego, sabiendo que si Leo se vuelve con espacios, se adueña del partido y los liquida. Estos marcajes a estampilla, son un anacronismo en el fútbol actual, y casi parecen reservados solo para Messi.

Leo casi no disparó al marco en los cuatro partidos, porque tuvo pocos espacios cerca de la portería enemiga. Sin embargo, esa distancia le sirvió para, con gran claridad, poner unos pases precisos y perfectos, dejando a sus compañeros totalmente libres para convertir los goles. Aunque Messi pudo desequilibrar lo suficiente para poner tales asistencias, en el fondo su gran capacidad no se aprovecha como en el Barsa, llegando a ser esta una desventaja para Argentina, porque Messi carece de acompañamientos.

EL ALGORITMO MESSI...


Así las cosas, el juego de Messi en Argentina se basa en un algoritmo complejo que lo limita y confunde: si sortea a sus múltiples celadores, puede crear fútbol asociándose con el compañero que esté a su lado; si nadie lo acompaña, debe buscar el hueco, para poner pases de gol; si no hay jugador desmarcado que reciba estos pases, entonces tratará de romper la defensa a base de gambetas; si no logra romper la defensa, perderá la pelota a menos que algún compañero la recupere, y solo si lo logra romper la defensa, tendrá al marco y al portero a su disposición para intentar convertir un gol. Demasiados pasos, para llegar al punto de disparo. ¿No les parece?


En el Barsa, no hay tal algoritmo, todo es mucho más simple, porque el acompañamiento es permanente y natural. En el fondo, la complicidad --a la que me referí en la entrada anterior-- es el lenguaje natural que hablan los jugadores del Barsa. Por ello, Messi puede tomar muchas direcciones para llegar a la meta, y casi todas lo conducen al gol: puede irse al frente realizando paredes con los mediocampistas y delanteros, porque todos, por igual, son capaces de leer sus intenciones y corresponderle; cuando este camino resulta complicado, siempre le queda el recurso de romper la defensa a base de gambetas. Todo lo anterior, gracias a otra clave primordial: el balón siempre le llega, porque el primer mandamiento del Barsa de Guardiola es "robarás el balón con una fe inquebrantable, y luego lo pondrás a disposición de tu equipo". Argentina carece de esta vocación y de este oficio. Seamos justos, pocos equipos en el mundo lo tienen. Por eso es absurdo querer que Argentina juegue como el Barsa. Ningún equipo juega como el Barsa.

COMPRENDERLO O DEVOLVERLO

Como dije en la entrada anterior, a Leo hay que comprenderlo o devolverlo. Como el regreso es impensable, solo queda la opción de comprenderlo. En este sentido, propongo que de una vez por todas, Argentina deje de ser pusilánime, y construyan REALMENTE un equipo que gire en torno a su máxima estrella, inclusive dándole, desde ya, la cinta de capitán. Esto se ha dicho, desde que Maradona tomó el control de la albiceleste, lo han repetido los técnicos y lo ha repetido Grondona; pero nadie le pone el cascabel al gato. El terror paraliza, y no hay cosa peor que la parálisis. Un antiguo proverbio chino dice: el sabio puede sentarse en un hormiguero, pero solo el necio se queda sentado en él...

Sabemos que es imposible alcanzar el juego del Barsa, pero entonces muramos con el arsenal que tenemos y con el Rey que tenemos. Hagamos ronda alrededor de él, pongamos a jugadores que la toquen para él y con él (Pastore, Biglia, Gago, Banega, por ejemplo) y a Leo jugando en complicidad con ellos. ¿Sería todo ello suficiente para mejorar y tener un equipo justo que pelee las eliminatorias y el mundial de Brasil? Ni por asomo. Sería solo un punto de partida, pero no nos podemos engañar, porque el mayor pecado de Argentina no reside tanto en la incapacidad de armar juego o en la escasa puntería de sus delanteros, sino en su defensa, y eso todo el mundo lo sabe. Hay que hacer ajustes profundos allí, y temo que ese hueco no sera fácil de resolver de acá a las eliminatorias. Además, ya tengo fuertes dudas de que Batista, por sí solo, sea capaz de resolver este enorme problema. En el partido contra Uruguay, TODOS los centros al área de Forlán parecían penales, y fueron ganados por los charrúas; Suárez, de espaldas, le ganó todas las pelotas a los centrales argentinos, y expulsó a Mascherano! En el Mundial de Sudáfrica, Argentina perdió, en dos minutos, la moral contra Alemania, porque con en el primer tiro libre teutón, ya teníamos un gol en contra. Así no puedes ganar nada, por más Messis que tengas en tu equipo.

Por ello, lo primero que tiene que hacer Batista o cualquier técnico es CREAR una defensa, casi partiendo de cero. Sin una defensa medianamente calificada, veo serios problemas para pasar la eliminatoria. ¿Tendrá tiempo el técnico de Argentina para construir una defensa medianamente calificada para esa vital contienda? Ese será el gran reto argentino. Uruguay, Paraguay, Venezuela y Perú llegaron lejos en Copa América, porque poseen defensas fuertes y supieron sacar provecho de las pelotas muertas. Argentina, ni tiene buena defensa ni sabe sacar provecho de pelotas muertas.


Le tocó la mala suerte a Messi de que su generación de compañeros argentinos parecieran no estar a su nivel, y que hasta ahora no haya habido un técnico, ni una estructura, ni un plan, capaz de ponerlos a todos a jugar en complicidad. Y esto ya se ve lejos alcanzarlo. Lamentable reconocer cuanto se aleja un título para la Argentina. Ahora solo queda soñar con Brasil 2014. Y si Argentina se clasifica, estarán esperándolo, con la cara enfurruñada, selecciones realmente candidatas como España, Alemania, Uruguay y la misma Brasil, que tendrá la casa a su favor.

MAESTRO TABÁREZ

Después del partido contra Uruguay, su técnico Oscar Washington Tabárez declaro: "En acciones individuales, Messi es un gran jugador, dentro de lo máximo que ha tenido la historia del fútbol y nos costó mucho, pero trabajamos mucho en la planificación del partido. Sabemos que Messi es un jugador determinante y mucho del ataque de Argentina dependía de su potencial individual. Creo que él jugó un muy buen partido. Eso también nos deja contentos, porque no es fácil sobrellevar un partido con este tipo de jugadores". Messi no está para dejar contentos a los rivales, don Oscar; Messi está para dejar contentos a sus equipos y a sus seguidores. Es absurdo e ingrato que la felicidad charrúa se sustente en disminuir e invisibilizar a Messi. Cuando el rival se va contento porque venció o anuló a Messi, el mundo quedó al revés... Por más talentoso que sea Lionel, no puede su equipo encomendarse únicamente a la suerte de su genio, porque en el camino encontrará defensas tan completas como la de Uruguay. Sobra decir que con esta defensa y con delanteros tan buenos como Forlán y Suárez, Uruguay aún puede aspirar a mejores logros en Brasil 2014.

Al contrario de Uruguay, el futbol argentino, de forma general, vive horas aciagas, en los clubes, en las selecciones y en la organización--y no de hoy, sino casi desde que Maradona abandonó los campos de juego. Lo paradójico es que a pesar de lo mal que se hacen las cosas, siguen produciendo buenos y excelentes delanteros (lástima que no produce aún buenos defensas, ¿por qué será? mmm...).

En su famoso ensayo, El Mito de Sísifo, Albert Camus afirma que Sísifo experimenta la libertad durante un breve instante, cuando ha terminado de empujar la piedra a la cima y esta rueda deprisa, valle abajo; ese instante en que ya no carga la piedra, y debe bajar de nuevo a buscarla, "hay que imaginarlo a Sísifo feliz", declara Camus. Yo no quiero eso. No queremos a Messi feliz por haber dejado el fardo, aún tratándose de solo un instante. Todo lo contrario. Aún sabiendo que está destinado a sufrir con la albiceleste, lo queremos un poco más rebelde, dando un puñetazo y diciendo a todos: "no la toquen, voy de nuevo por esa piedra"...




Gracias amigos, seguimos pronto con la pretemporada del Barsa, de frente a la nueva temporada. Será fascinante una nueva batalla contra Mourinho!

martes, 12 de julio de 2011

10 SEMANAS EN GLOBO


10 semanas antes del partido de ayer entre Argentina y Costa Rica, Lionel Messi ponía, por primera vez, sus pies en el pequeño país centroamericano. Como se sabe, Leo fue el invitado de lujo, para inaugurar el nuevo Estadio Nacional de Costa Rica; empero el astro no jugó un solo minuto, a causa de unas molestias musculares, y fue silbado allí, mucho antes que en la terrible noche santafecina de la semana anterior, ante la selección de Colombia. (Ver entrada "Messi atisba el Irazú")

La rabia de Leo fue evidente aquella noche en San José, quizás por la impotencia de no poder jugar, por sentirse víctima inocente de un Sudoku jugado por otros, o simplemente por el cabreo de ser silbado por un estadio casi en pleno, por primera vez en su carrera

Jamás imaginó nadie, ni argentinos ni costarricenses, que por arte de birlibirloque, aquel encuentro en Costa Rica, asumido erróneamente por la albiceleste como un simple "picadito", se trocara, cien días después, en un juego crucial, ante la misma selección centroamericana; pero esta vez en la Ciudad de Córdoba, y en el marco de una Copa América! En el primer partido, Batista no quiso mimar a la hinchada costarricense poniendo a jugar a sus otras estrellas más visibles. Se empecinó, y aquella noche inolvidable, no solo no jugó Messi, tampoco lo hicieron Di María, Cambiasso, Zanetti, Burdisso, etc. Un desprecio total para la hinchada costarricense.

10 semanas después, Costa Rica llegó de invitado de último minuto a la Copa América, por "culpa" del sunami en Japón, y esta vez, Batista se encomendó al genio de su principal estrella, y además le prendió velitas a Di María, Zenetti, Burdisso, y hasta requirió de la puntería del Kun Agüero. Es decir, "en San José guardamos todo, porque no era necesario; pero ahora, en Córdoba, saquemos el mayor arsenal posible, pues estos chiquillos ticos nos pueden amargar la más importante fiesta en casa". Gran lección que el tiempo ha dado a Batista y a sus chicos, incluido Lionel, por supuesto. Ojalá la hayan aprendido bien.

Después de este desahogado jalón de orejas, me referiré a las críticas absurdas y brutales que recibió Messi por los resultados de la albiceleste, en los dos primeros partidos de esta Copa América...

EL CASO MESSI

Como casi todo el mundo (dentro y fuera de Argentina) se ha acostumbrado a medir a Messi, usando un singular artefacto llamado "Maradómetro", la Pulga siempre queda en deuda, porque Diego conjugaba, por igual, rebeldía (que no siempre es sinónimo de liderazgo) con un insólito dominio técnico. Messi es poseedor del mismo dominio técnico; pero es verdad que se queda corto en rebeldía. ¿Es eso un pecado? ¿Lo convierte, dicha carencia, en un descartado para el Olimpo de los dioses del fútbol? ¿Puede haber otros atributos que compensen tal rebeldía, y lo puedan ayudar a ser el mejor jugador de la Historia? Respondemos a estas preguntas con lo que ya hemos dicho hasta la saciedad: Messi es diferente, punto. Compararlo con Maradona es una tontería. En muchísimos aspectos, Messi queda debiendo. En muchísimos otros, desnuda al Pelusa. Además, Leo tiene en contra --¿y por qué no a favor?-- la juventud. Muchos lo comparan con el Diego pulido y completo (de los títulos con el Nápoli y la Copa del Mundo en México); pero olvidan algo esencial: Leo está a mitad de su carrera. ¿Qué diremos --que dirán-- si al final de ella, Messi termina obteniendo 5 balones de oro y 5 Champions League?

Ah.. y para no dejar sin concluir el tema de la rebeldía, les digo que en la selección de Argentina, Carlos Tévez la encarna mejor que nadie; pero la rebeldía por sí sola, tampoco garantiza el éxito. La rebeldía de Carlitos dejó diezmada a Argentina varias veces en la eliminatoria hacia Sudáfrica, y todos sabemos cuánto desfallecía Argentina por un puntito en aquellos lances tremendos. Los espasmos revolucionados de Tévez detrás de una pelota producen vértigo. Uno vislumbra el momento de un zarpazo inoportuno, como antesala de un cartón rojo. Gran jugador el Carlitos Tévez, luchador como pocos...

En el Barsa, los líderes naturales son Puyol o Xavi; en Argentina son Zanetti o Mascherano. Hay que entender, sin embargo, que no siempre el líder viene premiado con el don de la resolución. Este don lo tiene Messi, y mucho más desarrollado que todos sus compañeros. Es cierto que por ahora, Leo no dispone del liderazgo de estos capitanes; pero recordemos que Leo habla en la cancha. Fuera de ella, no le interesa mucho hablar. Inclusive es desesperadamente omiso hasta para defenderse de las mentiras que le inventan. Se le critican a Messi sus silencios --contrástandolos con el verbo incendiario de Diego--. Los mismos periodistas que un día ponderan favorablemente el aire discreto del pibe, al día siguiente lo despedazan por no hablar cualquier fruslería.

¿
Por qué Messi es asi? No lo sabemos, ni deberíamos ahondar en ello. Nos debe importar su fútbol, como materia de estudio o como mero placer. A lo sumo sospechamos que en su árbol genealógico encontraremos algún bisabuelo igualmente taciturno, de Balaguer o de Recanati. ¿Es eso un defecto? No. Messi va para su tercer Balón de Oro consecutivo, sin haber pegado gritos o insultado a colegas o compañeros, sin haberse metido en un solo escándalo mediático, y sin haber disparado perdigones a periodistas... Desespera a estos la forma de ser de Leo, porque solo les queda seguir alabando su juego, y quizás ello les resulte aburrido. Leo es querido por el vestuario argentino y catalán, porque es persona discreta, callada y de perfil bajo; pero sobre todo porque, en la cancha, los hace buenos a todos. Como dice Luis Martín, en el diario español El País: "A Messi se le juzga por cómo mira, por cómo saluda, por si ríe, por si no ríe, por si muerde la cucharilla del café, y además, por no cantar el himno se recela de su patriotismo".

Cuando los psicólogos diseñan equipos de trabajo en las empresas, se aseguran de que estos sean tan heterogéneos como sea posible, procurando diversidad en actitudes y aptitudes. No es conveniente, y tampoco pareciera posible, que los equipos estén constituidos solo por personas con alta dominancia o influencia; también se ocupan personas estables y concienzudas. Un gerente que sepa amalgamar personas con alta dominancia junto a personas con alta estabilidad, deviene en un gran gerente, porque los equipos de trabajo estarán suficientemente motivados, y en consecuencia, posibilitan los éxitos. Respetar --y potenciar-- las cualidades de cada uno, en lugar de estandarizarlos a todos, constituye una señal inequívoca del verdadero líder de grupo. En ello consiste el gran éxito de Guardiola, el verdadero gurú del Barsa... Esta es una asignación pendiente en Argentina todavía. Aprendamos Checho!

EL ARTE DE LA COMPLICIDAD

A los argentinos, les digo algo simple, con Messi solo tienen dos caminos posibles: comprenderlo o devolverlo. Devolverlo es complejo, porque Messi ama a su Patria profundamente y no se irá con facilidad, pese a que su Patria --no toda, por suerte-- se empecina en quererlo ver como un clon del pelusa, y no como un genio en construcción de su propia leyenda. Comprenderlo sería mucho más fácil. Pero sabemos que los argentinos --no todos-- se ahogan en un vaso de agua, y rara vez atesoran lo que tienen. El mismo Maradona defendiendo a Messi ha dicho una frase terriblemente incómoda y verdadera a la vez: "a los argentinos nos va como nos va, porque somos como somos". Tomen nota los argentinos de algo que puede ocurrir en el futuro: cuando surja en Argentina el sucesor de Messi, tendrá todavía un camino más pantanoso, porque le pedirán que sea Diego y sea Leo, a la vez. ¿Se imaginan?

En todo caso, igual voy a expresar lo que quiero decir con comprenderlo a Leo: a Maradona le bastaba con su rebeldía natural para motivarse; en el caso de Leo, no ocurre así, porque La Pulga aún requiere de mimos. Necesita sentirse respetado y admirado, dentro y fuera de la cancha, y arropado por el vestuario. Cuando a Maradona le silbaron el himno en Italia, le salieron unos viscerales mentonazos de madre que son célebres... Convengamos en que Messi difícilmente haría eso. Pocos lo harían. Pero por otras artes, por su magia inigualable, el Pibe puede, igual, destruir un portaviones.

Messi sigue jugando como un chiquillo de potrero en Grandoli, enamorado del balón y del gol. Cuando juega feliz, parece que podría hacerlo por horas continuas, sin llegar al cansancio. Reducir la fórmula del éxito de Messi a la simple obligación de crearle sociedades es quedarse corto. Es no comprender la ecuación. El éxito de Messi (y de los equipos en que juega) se basa en la complicidad. ¿Que es la complicidad? Es cuando los chiquillos juegan, sin pensar en el reloj por más madre severa que los espere, con una pelota gastada en una plaza sin luz ni césped, con un par de piedras por marco, y una sola consigna: yo te doy la pelota redonda y vos me la devolvés redonda, no importa si no te veo, igual te la pongo allí por donde yo sé que vas a pasar...


Esta complicidad la ilustran perfectamente Agüero y Messi: desde la época del Mundial de Holanda, pasando por la medalla de oro en Pekín, no han hecho otra cosa que entenderse a la perfección, casi sin mirarse, y cuando la jugada que realizan termina en gol, los dos chiquillos se van abrazados hasta la media cancha, entre risas, diciéndose "viste cómo era, che boludo?...". Por suerte, esto lo entiende maravillosamente Pep Guardiola, quien logró rodear a Leo de dos extraordinarios cómplices en su equipo: Xavi e Iniesta. El éxito rotundo del Barsa debe mucho (muchísimo) a esta complicidad. Guardiola lo expresó mejor que nadie: Leo siempre juega bien, cuando no es así, es porque algo en su entorno no funciona. Allí esta la clave, Sergio. Este es el mejor consejo que pudo darte Guardiola. Es cierto que a veces las cosas no salen bien aun estando los cómplices en la cancha -- Aguero y Messi jugaron juntos contra Colombia y el resultado fue malo; con el triunvirato Xavi-Iniesta-Messi, el Barsa también ha perdido partidos--; pero a veces hay cortes de fluido eléctrico que el técnico no previó, o que acaso él mismo causó. Ese es el gran reto de Argentina si quiere ganar la Copa América: mantener la complicidad encendida. Ojalá se logre el sábado ante Uruguay, un rival muy digno, y tanto o más duro que los tres primeros rivales de la albiceleste...

EL PARTIDO CONTRA COSTA RICA


Es verdad que el partido contra Costa Rica fue precedido de enorme tensión. A esos veintidós muchachitos dirigidos por un gran estratega como Lavolpe, les sudaban las manos, tanto de ansiedad como de temor. Normal. Casi todos ellos están empezando a jugar a grandes. Uno de ellos (Francisco Calvo), nunca ha recibido un cinco por jugar al fútbol... Y aún así, esta selección tuvo un fogonazo contra Bolivia que encendió todas las alarmas en Argentina. Sembraron mucha duda, y los argentinos lo constataron durante 44 minutos. Pese al dominio de la albiceleste, con un Messi espectacular, los ticos parecían irse al descanso con un valioso botín, y ya las caras largas empezaban a notarse en Córdoba. Sabían los argentinos que esos 15 minutos de descanso servirían para batir más el barro en su contra. Para suerte de ellos, Aguero estaba fino y despabilado. Para mala suerte de Moreira (qué futuro Moreira!) el balón le quedó al Kun, que no perdona. A partir de allí, salió la luna en Córdoba, y Messi se adueñó del juego. Claro, podemos hablar de un juego notable de Argentina, porque ciertamente lo fue. Pero Argentina no debe olvidar que el rival era casi una selección estudiantil, con bastante futuro por cierto. Y claro, cuando Messi tiene espacios, no hay fuerza en el mundo que lo detenga.

Se ha criticado mucho a Argentina, y de paso a Costa Rica, afirmando que Leo se comió un pastelito. Pero no olvidemos que los defensas del Real Madrid (el esquema defensivo más completo del mundo), hace un par de meses, parecían tigres de papel cuando Messi tomaba la pelota y se iba de todos ellos, casi hasta las barbas de Casillas, y eso se los hace dos veces por año! Sí me preocupa mucho la defensa argentina, porque Costa Rica apenas la exigió, y ya vimos que ante Colombia y Bolivia la defensa hizo agua; de no ser por Romero, es posible que Argentina hubiera llegado casi eliminada ante Costa Rica. Otro apunte tremendo que Batista no debe olvidar!

Leo piensa en Leo

Me pareció de enorme mérito lo de Costa Rica, no por este partido. En todo caso, ocurrió lo normal. Pese a ello, auguro un futuro excelente para Joel Campbell, Geiner Mora y el portero Leo Moreira. Creí que Chiqui Brenes iba a ser el cómplice perfecto para Campbell en esta Copa América, pero el hábil volante cartaginés cometió el error de la Copa, para su equipo, en el partido ante Colombia.

Costa Rica es un país pequeño, pero siempre produce jugadores de gran técnica. Está en crecimiento futbolístico. Si se mantiene Lavolpe hasta el final, y el proceso continúa, veo un futuro similar al de Venezuela. Poco a poco aflorarán talentos nuevos, y en una década o menos, Costa Rica será invitada habitual a enfrentar a Argentina y Brasil, y será normal su participación en Copa América.

Es todo, amigos lectores. Seguiremos con los cuartos de final de la Copa América; de lo contrario, nos vemos en la pretemporada del Barsa!

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