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domingo, 11 de septiembre de 2011

BITÁCORA DEL CAPITÁN

© Platypuscove from Deviantart

"El maestro aparece cuando el alumno ya está listo"
Proverbio del Budismo


John O. Anderson era un destacado jugador de cricket y de fútbol en la Argentina. En el año 1901 jugaba para el club Lomas Athletic, que fue el equipo preponderante en el siglo XIX, en la alborada del fútbol argentino. Aparte de sus dotes como líder y futbolista, Anderson era un organizador nato. Fue él quien tuvo la iniciativa de conformar un combinado nacional, y convenció a la Liga argentina y a la contraparte uruguaya de realizar un partido interselecciones, en tierra charrúa. Más de 7 000 espectadores se dieron cita para ver el cotejo, en el Paso del Molino, Uruguay, el domingo 20 de julio de 1902. Más de un millar de aficionados argentinos cruzaron el Río de la Plata, para ver por primera vez a su combinado nacional.

El diario La Nación de Argentina, en el año 1977, apostillaba: "El conjunto argentino estrenó para ese encuentro la primera vestimenta internacional: camiseta celeste, pantalón blanco y medias negras, que años más tarde fue cambia
da por la actual". Además de estos hechos sobresalientes, que evocan el fiat lux, hubo otros igualmente memorables, como que Ernesto Alejandro Brown, de apenas 17 años integrara aquel combinado, y que el primer gol de la selección de argentina lo marcara C.E.Dickinson, y por supuesto que el partido terminara con un resultado categórico para los argentinos: 6 a 0. Pero hubo un hecho aún más sobresaliente y fue que el capitán fuera el propio John O. Anderson, convirtiéndose, aquella tarde, en en el primer Capitán de la selección argentina de la historia.



Ahora usemos la máquina del tiempo para adelantarnos un poco más de un siglo, 109 años para ser exactos, y descubriremos que la distinción de capitán ya no recae en J.O. Anderson, sino en Lionel Andrés Messi, el capitán más joven de todos los capitanes albicelestes, desde aquel lejano año 1902.

Antes de que Alejandro Sabella y Javier Mascherano le dieran esta emblemática cinta, Leo había tenido dos escarceos con ella: el primero fue el martes 22 de junio de 2010, ante la selección de Grecia, en el Mundial de Sudáfrica, y luego, el 16 de julio de este año 2011, durante la Copa América, en el partido contra Uruguay. Cuando Mascherano sale expulsado en el partido contra los charrúas, y se quita la cinta de capitán, para dársela a Messi, no sabía que le estaba pasando la estafeta en forma permanente. Messi tampoco lo sabía; pero no sintió ajeno aquel blasón rodeando su brazo...

En los registros históricos, siempre se consignará la fecha del 2 de septiembre de 2011, como el día en que Messi fue Capitán (oficial y permanente) de la selección mayor de Argentina, en el partido contra Venezuela, en Calcuta. Sin embargo, para mí, Messi fue capitán del combinado albiceleste, desde el minuto 85 del partido contra Uruguay, aquel doloroso 16 de julio de 2011.

Maradona Capitán en Newell´s.
Así veremos a Messi también.

Messi recibió la cinta con orgullo y satisfacción, pero no de la misma forma en que la exigió siempre Maradona. Con la cinta de capitán --cualquiera que fuera su equipo-- Maradona se creía un ser superior (y a fuerza que lo era). Era más pequeño que todos en el terreno de juego, pero con aquella cinta , se veía inmenso contoneándose como un pavorreal, y sacando el pecho con más prestancia que un levantador de pesas. Tengo la impresión de que Maradona es un hombre inmensamente supersticioso, y que aquella cinta le daba confianza, y le ayudaba a encontrar la sintonía para sentirse --y ser-- más grande que todos en la cancha. Siempre dio la sensación de que nació con la cinta de capitán, y que la usaba hasta en las reuniones de escuela de la Dalma y la Giannina. A Messi, en cambio, le llegó como en cámara lenta, cual ave mansa que se posa plácida en aquel brazo después de dar mil vueltas, como esas parejas que durante años fueron solo amigos, y de pronto se enamoran...

No le ayudará a meter goles la cinta a Messi. Eso lo tenemos claro. Porque en todos los partidos que la ha llevado, se ha ido en blanco. Claro que lo digo en broma. Es obvio que pronto Leo volverá a meter goles trascendentes con su selección, como lo hace en el Barsa. Lo cierto es que pese a su condición de capitán novicio, ha sido muy correcto, mostrando bastante liderazgo. Se nota que la cinta le viene bien, la porta con orgullo y con el respeto que esta merece, sabiéndose afortunado, porque aquella no le llegó de la noche a la mañana, ni por imposición o decreto de nadie, sino porque ya le tocaba... “No fue una decisión que partió de mí". Dice su técnico, Alejandro Sabella. "Que sea capitán es una decisión acertada. Javier había hablado con Messi y se lo había planteado. Yo fui parte de la conclusión a la cual se llegó. Messi es extraordinario, el mejor del mundo. Merece la cinta de capitán”... (se adquiere la cinta de capitán) “por personalidad, por jerarquía o por ambas”.

Manifestando gran júbilo por llevar la cinta de capitán de su selección, el mismo Leo dijo: (*)

Se decía que no soy líder o no podía ser capitán. Hay muchas otras cosas que hacen falta para ser capitán, que hay que demostrar. Me gané el respeto de mis compañeros y eso es lo fundamental

La cinta no me cambia, porque uno quiere lo mejor para la selección y la responsabilidad es siempre la misma


Este era el momento, estoy contento para recibir la cinta, la quería. La responsabilidad es la misma que tenemos todos con la Selección. Creía que era el momento de agarrar y espero que me traiga suerte. Estoy contento, tranquilo y agradecido con la cinta”.

Estoy convencido de que Messi portará perfectamente este emblema, porque estaba predestinado a llevarlo, desde aquel lejano junio de 2004, cuando siendo juvenil, usó por primera vez la camiseta albiceleste, en un partido amistoso contra Paraguay.

Y sin el menor asomo de patrocinio al pibe, sino por la forma en que su historia se ha ido cimentando, me atrevo a vaticinar lo siguiente: de la misma forma en que estaba predestinado a ser el capitán de su selección, Lionel Messi está predestinado a ser el capitán del Barsa, no más allá de julio del año 2016.

Con el brazalete o sin él, Messi es el mejor del planeta. A los jugadores únicos, ser capitán de un equipo no les cambia absolutamente nada en cuanto a responsabilidades. Esa obligación le va a sentar muy bien”, ha manifestado Juan Román Riquelme, el jugador emblemático de Boca, y exjugador del Barça y del Villarreal.

Me parece bárbaro que Sabella haya hecho su elección y me parece bárbaro que Messi sea el capitán”. Dijo Maradona. Hay quienes ven una doble moral del Diego, por no haberle dado la cinta a Messi cuando él fue entrenador. Pero yo no se lo reprocho. Me parece que Diego no quiso abrumar aún más a Messi dándole, además del 10, la cinta de capitán; en su lugar, repartió la responsabilidad del liderazgo entre Leo y Mascherano. Fue una decisión correcta, porque, además, Messi no estaba preparado para asumir todos los galones. Recordemos que El maestro aparece cuando el alumno está listo. Messi ya lo está.

Como lo dije anteriormente, este es un acto importante para premiarlo por su implicación con la selección, y como ésta se ha convertido en un barco asolado por tempestades, es mejor sacar partido del mejor capitán posible, y construir un equipo a su alrededor. Indudablemente, es una apuesta al vacío, un disparo al blanco con la sola bala que queda; pero no hay mucho más por hacer. Si de todos modos esta nave ya cruza el mar por la peor ruta posible, entonces que la conduzca el más fiable capitán.

Obviamente, esta decisión no certifica que el barco llegará indemne a puerto (si lleva 20 años a la deriva!); pero al menos será la mejor elección. Eso sí, el capitán tendrá que cambiar algunas cosas --o asimilarlas--, como por ejemplo, dar la cara con más frecuencia a la prensa y saber responder con aplomo, firmeza y coherencia, aun a aquellas preguntas y cuestionamientos más desatinados; acuerpar a su entrenador, defender a sus compañeros, en la cancha y fuera de ella; discutir con personalidad ante los árbitros, y no perder el tiempo echándoles culpa de los equívocos propios, y finalmente, ganarse el respeto del equipo rival, teniendo siempre hacia ellos una palabra y un gesto de tolerancia. Gane o pierda su equipo, buscará al adversario y le dará un saludo. Por más desilución o rabia que tenga ante una derrota, sabrá responder a la prensa y reconocer las virtudes del contrario.

El capitán, lejos de encararse con un rival, sabrá eludirlo, y buscará conversar con su homónimo del otro equipo. El capitán será escrutado mucho más que cualquier otro jugador de su equipo, y se le medirá por un rasero diferente. El capitán nunca buscará ser el sustituto del entrenador. El capitán no amonestará a sus compañeros usando gestos prepotentes, pero les dará indicaciones claras y sabrá señalar los errores. El capitán no contribuirá a despertar la ira de la grada rival ni permitirá que un compañero suyo lo haga. El capitán no gozará de otro privilegio más que ser el líder de su equipo en la cancha. El capitán será un faro capaz de iluminar hasta a los jugadores rivales.

Finalmente, corresponde a la labor del capitán llevar una bitácora actualizada... No se inquiete, Capitán, que nosotros, desde acá, le llevamos sus apuntes...

(*) Citas tomadas de de http://muymessi.com/


Los dejo amigos y amigas con La Canción del Capitán del cantautor Fidel Gamboa, recientemente desaparecido, para pena de muchos que admiramos su obra...


jueves, 1 de septiembre de 2011

LA MÁSCARA Y EL CONEJO BLANCO



© REUTERS/ Albert Gea


Leo Messi
es el único superhéroe que no se acostumbró a llevar máscara. Enseguida, les relataré cómo y por qué...

El sábado 26 de abril de 2003, se disputaba la final de primera edición de la categoría División de Honor, de cadetes, entre el Barça y el Espanyol. Corría el minuto 19 cuando sobrevino un accidente, que pudo tener consecuencias funestas para Leo Messi y su carrera deportiva: en un choque furtuito contra un jugador rival, el azulgrana cayó al suelo con pérdida total del conocimiento. El jugador argentino, que entonces tenía 15 años, fue trasladado urgentemente a la clínica FIATC, donde se le diagnosticó un traumatismo craneoencefálico y una fractura con hundimiento de la pared anterior del pómulo derecho. Una lesión realmente grave.

A pesar de la preocupación por la salud de Leo, sus compañeros sacaron adelante la faena, y se proclamaron campeones, con marcador de 3 goles a 1. Empero, a aquel fabuloso equipo de cadetes, aún le faltaba ganar la importante Copa Catalunya, cuya final se disputaría el domingo 4 de mayo (apenas una semana después!!).

Pese a que Leo empezó a recuperarse muy rápidamente, todos coincidían en que sería imposible que participara de la semifinal y de una eventual final, a menos que ocurriera un milagro. Y ocurrió. Algún despabilado recordó que unos tres meses antes, Carles Puyol se vio obligado a usar una máscara especial, porque había padecido una lesión similar a la de Leo, aunque un tanto más grave. Aquella máscara, diseñada y fabricada por el especialista Francisco Asín Llorca, de Alicante, sirvió a Puyol para jugar y recuperarse a la vez.

Los médicos responsables del FC Barcelona autorizaron a que Leo jugara la final de la Copa Catalunya, única y exclusivamente si lo hacía empleando esta misma máscara protectora, que afortunadamente aún estaba en poder del Dr. Ricard Pruna. Así lo convinieron todas las partes.

Llegó el día del encuentro, y el chico cumplió su palabra... pero solo parcialmente. El diario catalán Mundo Deportivo, del lunes 5 de mayo lo relata de la siguiente manera: "El Barça se proclamó ayer campeón de Catalunya de cadetes tras batir al Espanyol en la final por 4-1, con dos golazos de Leonel Messi. Debido a la fuerte sudoración que le producía, el crack argentino sólo jugó 5 minutos con la máscara heredada de Carles Puyol y vio puerta sin protección facial, primero a pase de Frank Songo'o, hijo del ex meta deportivista Jacques Songo'o (18'/1-0), y luego, tras jugada personal (23'/2-0); en el descanso, Messi, quien arrastra una fractura de pómulo, fue suplido por Víctor, que cerró el marcador (69'/4-1)".

La descripción de MD es correcta, pero exigua, para lo que realmente aconteció aquella tarde: cuando Messi sintió que la máscara le resbalaba a causa del sudor, y le impedía ver, se acercó a la zona técnica y le dijo a su entrenador (Alex García) que quería quitarse aquel incómodo artilugio, porque no podía ver bien. Alex, muy preocupado, le respondió que se tranquilizara, que si le parecía lo cambiaba de inmediato para evitarle algún percance; pero esa posibilidad, puso a temblar a Leo, porque en su ADN no hay espacio para el temor. Respondió: "no mister, déjeme solo un rato", y antes de que Alex pudiera replicarle al pibe, la máscara cayó en el banquillo, y luego rodó por el suelo... Entonces Messi, ya desprovisto de la careta volvió a ser Messi: en un santiamén, cortó rabo y orejas, para tranquilidad de Alex García y de todo el cuerpo técnico, porque la preocupación de todos era que el chico sufriera un golpe en su cara... de ser así, habría ardido Troya! Messi fue sustituido en el minuto 41, cuando ya había resuelto el partido...


La categoría 87 del Barsa.
Arriba: Piqué (tercero desde la izquierda) y Fabregas (segundo desde la derecha).
Abajo, Messi con la máscara de protección.
OLÉ-Argentina

Ese fue, amigos lectores, el último partido que disputaron Leo Messi y Francesc Fábregas, juntos en el cadete del Barsa. Esa tarde maravillosa, Cesc y Messi alzaron la Copa Catalunya, y nunca más volvieron, unidos, a levantar una copa, hasta el día miércoles 17 de agosto de 2011, cuando ambos recuperaron aquella antigua sintonía de la niñez, y destrozaron la defensa del Real Madrid, en el último suspiro del juego. La Supercopa de España la arrebataron ambos al poderoso Real Madrid de Mourinho, con la valiosa ayuda de Adriano.

Aunque las dos celebraciones están distanciadas por largos ocho años, parece como si el tiempo no hubiera transcurrido. Es como si instantes después de disputar la Copa Catalunya, ambos quinceañeros salieran del estadio Via Férrea (en Cornellá), y se despidieron, tomando caminos diferentes: mientras Leo seguía su ruta habitual a casa, Cesc se distrajo corriendo detrás de un conejo blanco, y cayendo a lo profundo de su maravillosa madriguera, no salió de allí, sino hasta ocho años después, ocho años que parecieron ocho siglos, pero también ocho segundos... Cuando Cesc volvió, de repente, todos los trucos, los desmarques, los desplazamientos con y sin balón, la pelota al hueco, los tiros libres, en fin, la complicidad entre ambos amigos de la infancia, no había cambiado ni un ápice. Estaba intacta.

Aquella noche en el Camp Nou, quedó demostrado que Messi y Cesc no necesitan de entrenamientos, pretemporadas, ensayos, ni discursos encendidos de sus técnicos... son esos chicos especiales que no precisan estudiar para sacar un examen notable.

¿CÓMO Y POR QUÉ CESC CORRIÓ TRAS EL CONEJO BLANCO?

Cesc se metió en la madriguera del conejo blanco, y en su caída vertical fue advirtiendo las maravillas que le iba a prodigar aquel nuevo mundo. Mientras iba cayendo, se convencía de que hacía lo correcto, porque su sueño era jugar como profesional, y sabía lo difícil que sería hacerlo en el Barsa, a pesar de sus grandes dotes de futbolista. Iniesta tenía 19 años y ya era el llamado a adueñarse de la posición natural de Cesc. Él y su familia lo tenían muy claro. Mientras seguía descendiendo en aquel mar de sueños, pensaba en su amigo argentino, y se estremecía imaginando que quizás el mismo Messi, tendría dificultades para llegar a jugar en el primer equipo blaugrana. Esa es la razón principal por la que Cesc se fue, y claro, también había mucho dinero de por medio, porque el Conejo Blanco, sacó de su chistera muchos billetes, y con ellos encantó a Cesc y a su familia. Con el tiempo, Cesc llegaría a ser el capitán del equipo, y el jugador mejor pagado en la historia del Arsenal.

Ahora bien, todo eso pudo ser, por una razón demasiado simple, casi pueril: Cesc tenía un contrato muy, pero muy débil con el Barsa. Ciertamente, el contrato lo ligaba hasta el año 2007, PERO tenía un portillo (¿que digo portillo?... eran las mismas Puertas de Hyde Park): no tenía salario, sino que sólo cobraba "dietas", por valor de 240 Euros, y le pagaban colegio y manutención. Pero, y este es el quid: si el chico decidía romper el contrato, solo pagaría una cláusula de 30 000 dólares. Si se iba a otro equipo, este nuevo equipo debía negociar la indemnización al Barsa por derechos de formación. Plato servido para el Arsenal: ellos se encargarían de pagar la cláusula (directa o indirectamente), y luego una indemnización por 35 000 dólares. Con menos de 100 000 dólares, los ´gunners´ se hicieron del futuro mejor mediocentro de Europa!

En enero de 2003, los visores del Arsenal habían descubierto a Cesc Fábregas. Muy rápidamente supieron todo de él, incluyendo los alcances de su contrato con el FC Barcelona. Ya en Julio, lo tenían amarrado por 6 temporadas. Cuando todo el mundo puso los ojos en aquel chaval, al convertirse en Balón y Bota de Oro del Mundial Sub-17 de 2003, en Helsinki, el Barsa sintió mancillado su orgullo, porque ese fabuloso jugador ya no les pertenecía...

En Septiembre, Cesc abandona definitivamente al Barsa, y se despide de sus amigos y de la Ciudad Condal, para marcharse a Londres. Una decisión muy difícil, pero muy madura para un chico de apenas 16 años.

El Vicepresidente Deportivo del Barsa de entonces, Sandro Rosell, se le encomendó hacer frente al tema, negociando lo que se podía con los gunners; pero ya era demasiado tarde. “Si el jugador se va es porque el Arsenal le ofrece un dinero que el Barça ni quiere ni puede pagar a un chico de su edad. A esas edades lo adecuado es jugar al fútbol, no pensar en dinero”. Una frase lapidaria de Rosell llena de verdad, pero con esa misma verdad, Cesc voló a Londres y dejó la Masía.

Se afirma que cuando Cesc se comprometió con el Arsenal, se acogió al recurso legal de residencia profesional del padre, es decir, que si su padre iba a residir a Londres, el chico, por ser menor de edad, estaba en la obligación de seguirlo. Sin embargo, el representante de Cesc siempre afirmó que el padre de Cesc no hizo eso. Lo cierto es que este truco legal, lo ha usado Wenger en otras ocasiones, y no solo en el caso de Cesc.

Rosell siempre dijo que su misión no era intentar convencer a Cesc de su retorno, por considerarla una opción inútil; sus esfuerzos se concentraron en buscar que el club recibiera una indemnización superior al rubro de formación y un derecho preferencial (precio especial) en caso de que Cesc pudiera volver en un futuro a jugar con el Barsa. Esfuerzo en vano, porque el conejo blanco es un conejo astuto, y solo soltó lo mínimo indispensable. Canceló 35 000 dólares por derechos de formación del chico, y ocho años despúés, cuando el Barsa quiso recuperarlo, le cobró una cifra millonaria, que aún produce vértigo. Aun cuando es una contratación muy onerosa, una de las más elevadas de la historia del club, estoy seguro de que en el corto plazo --¿Por qué no este mismo año?-- Cesc devolverá al Barsa la inversión, con el aval de su amigo Messi. De hecho, ya empezó aportando jugosos abonos, tan solo salir de la madriguera del conejo blanco...

Ahora los dejo con este lindo video...



Ah... y también les recomiendo leer estos enlaces.

Enlaces recomendados:

http://www.blaugrana.at/2011/08/la-vanguardia-montag-1-september-2003-la-joya-que-se-va/

http://www.mundodeportivo.com/20100331/entre-semana-competian-y-el-domingo-se-entrenaban_53900281033.html

NOTA FINAL: Como lo pedí hace un tiempo en una de mis entradas al blog, finalmente le fue dada la cinta de Capitán de la Selección Argentina a Leo Messi. Un proverbio budista dice que el maestro aparece cuando el alumno ya está listo... De este tema tratará la próxima entrada del blog... en unos pocos días. Gracias amigos, por llegar hasta acá...