
Martinica es una gema flotante de las islas de Barlovento, en el mar Caribe. Fue descubierta y bautizada por Cristobal Colón, el año 1502. Algo grandioso debe de haber en los genes de sus habitantes, obvios depositarios de la esclavitud africana, que hoy día, por dicha, conviven perfectamente con las otras etnias de la isla.
Un hecho inusitado --digno de un récord Guinnes-- ocurrió en Fort-de-France, la capital de Martinica, el miércoles 9 de noviembre de 2005, cuando 7 (sí SIETE) grandiosos jugadores de la Selección Mayor de Francia quisieron jugar en la isla de sus ancestros. Todos son franceses, pero sus padres y abuelos son tan caribeños, como cualquier limonense o cartagenero. El famoso juego fue contra la Selección mayor de Costa Rica. El resultado fue 3 a 2 a favor de los bleus, después de ir perdiendo 2 a 0, al final de la primera parte.
Eric Abidal, quien disputaba el tercer partido con la Seleccion de Francia, jugó apenas 15 minutos, pues tuvo que abandonar por lesión, para dar campo a Anthony Reveillere. Los 6 restantes magníficos martinifeños fueron: Thierry Henry, Nicolas Anelka, Lilian Thuram, Florent Malouda, Sylvain Wiltord, y William Gallas, muchos de ellos aún activos, aunque ya en evidente declive.
Eric llegó al FC Barcelona, prodedente del Olympique de Lyon en la temporada 2007-2008, con 28 años. Ha sido una de las mejores contrataciones del club catalán en la última década, obteniendo con el club 2 ligas, 1 Copa del Rey, 2 supercopas de España, 1 Champions League, 1 Supercopa de Europa y 1 Mundial de Clubes. Además de sus grandes dotes de futbolista, Eric es un experto en decoración y bricolaje, y es codueño de un restaurante de alta cocina francesa en Lyon. Está casado con la francesa Hayet Kibir con la que tiene dos hijas, y profesa la religión musulmana.
Por encima de su brillante juego y de sus negocios, Eric es un grandioso compañero de equipo, al que todos quieren entrañablemente por su sinceridad, compromiso y por su contagiante humor y alegría. Eric es muy querido por toda la comunidad culé y respetado por casi todo el planeta fútbol. Por eso no es de extrañar que fuera él quien se encargara de levantar la moral del vestuario culé esta semana, cuando le fue diagnosticado un tumor en el hígado. Fue Eric quien se encargó de dar ánimo y tranquilidad al vestuario, y de paso a toda la parroquia culé alrededor del Mundo. "Nada de dramas", "Nos vemos ante el Getafe el sábado" fueron algunas de sus frases esta semana, antes de la operación. Todo muy rápido, como lo merece cualquier ser humano en condiciones similares. Claro que Eric es un privilegiado y el club catalán no descansa un instante ni escatima en gastos, para que sus jugadores estén bien. Eric y el Barca nos dan un poco de tranquilidad a todos, quienes deseamos ardientemente que Eric se recupere totalmente. Que Eric se recupere es inmensamente más importante para el FC Barcelona que cualquier título de la temporada, simple y sencillamente porque los títulos estarán en juego todos los años venideros. Eric solo hay uno. Titulos y Trofeos van y vienen.

Por eso conmueve y alegra enormemente la actitud de los jugadores del Real Madrid al apoyar a Eric, en el juego contra el Lyon, el pasado miércoles. Muy bien por ellos, que también son conscientes de que aunque Eric sea un jugador de su principal rival, por encima de todo es un colega, y un colega limpio y digno. Eric, recupérate pronto, para que nos sigas brindando alegrías a todas las personas que te admiramos y queremos.
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