
En Argentina, el fútbol no es exactamente un deporte. Allí no es posible vivir el más bello ejemplo de fair play, ilustrado por Eduardo Galeano, en su libro El Fútbol a Sol y Sombra: "ganamos, perdimos, igual nos divertimos". Tampoco es precisamente una religión, pero hay devotos que sí actúan a menudo como extremistas religiosos, dispuestos a matar o morir por su "fe"... Y claro, ellos erigen sus dioses (Palermo, Tévez, Ortega, Riquelme, Aymar, Saviola...), y por encima de todos, el Dios de Dioses: Maradona, con su iglesia incluida. Asimismo, un exaltado y equívoco patriotismo, encadenado al fútbol, forma parte, a su vez, de esta vorágine.
Tal pasión no es privativa de los argentinos (los brasileños están tan solo un peldañito más abajo); pero en la tierra del tango, ya sabemos que lo desmesurado abunda. Probablemente, produce más pena ahorita en Buenos Aires el descenso de River a Segunda, que si desapareciera la carne, la poca que queda aún...
Confieso que soy seguidor de Boca de toda mi vida, pero como no soy ciudadano argentino, me alcanza el amor a su fútbol como para apenarme y dolerme, sinceramente, por el descenso de River a los pantanos de segunda... no lo merece un club tan grande y tan importante en la historia del fútbol mundial (si de las entrañas de River salió Di Stefano!!). Pero lo correcto es abandonar rápido el luto, y planificar, con diligencia, la vuelta a Primera. Será un camino tortuoso, pero River tiene la capacidad de volver en un año, y en dos, estar disputando de nuevo el título de campeón de Primera. ¿Demasiado optimista?, ¿Demasiado utópico?, ¿Demasiado surrealista, viniendo de un bostero?... Sí, pero los buenos antagonistas (como el Real Madrid, como River Plate) son muy necesarios. River es un grande del fútbol mundial, y ni siquiera el infierno del descenso lo puede destruir...
Uno echa la mirada atrás y se imagina ese momento increíble en que River cerró la puerta a Messi (como el editor que cerró la puerta a J.K. Rowling, o el empresario de Decca diciendo no a los Beatles!), y no deja uno de especular en lo que habría ocurrido si River le pagaba el tratamiento que Messi necesitaba y luego la Pulga (con lo agradecido que es) le devolvía a River la inversión por triplicado. Pero el "club Millonario" no quiso pagar los $1000 dólares mensuales del tratamiento al pibe, y en Barcelona sí lo hicieron, con las consecuencias que ya todos conocemos. Con Messi entre sus jugadores, es imposible que cualquier equipo descienda de categoría.
Casa tomada (*)
Me dolió mucho ver los hinchas y los jugadores de River llorando; pero no me duele nada por los fanáticos enfermos que todo lo quieren destruir. Como dice Galeano: "El fanático es el hincha en el manicomio... En estado de epilepsia mira el partido, pero no lo ve".
El 19 de octubre de 1958, Alberto Linker, murió al ser impactado en su cara por una bomba incendiaria, en un encuentro entre Vélez y River. Linker se convirtió en la primera víctima mortal por enfrentamiento entre hinchadas, en Argentina. Previamente, ya había habido muchas muertes violentas en estadios de fútbol; pero no entre barras, sino a causa de enfrentamientos de fanáticos con la policía, o por errores administrativos (el 23 de junio de 1968, 71 personas murieron aplastadas y asfixiadas en un clásico Boca-River, en la tragedia denominada La Puerta 12).
Ya en la década de los 80 aparecieron las barras bravas, que se consolidaron totalmente en la década siguiente. En un encuentro entre Boca y Racing, el 3 de agosto de 1983, Roberto A. Basile recibió una bengala desde la tribuna de enfrente que le penetró el cuello. Rodó por las gradas de la Bombonera, ya hecho cadáver. Estas barras bravas, no solo asesinan dentro y fuera de los estadios, sino que extorsionan a jugadores, a técnicos, a árbitros y a dirigentes, comercian ilícitamente entradas y hasta drogas.
José Barrita, “El Abuelo“ y posteriormente Rafael Di Zeo, líderes de La 12 (barra brava ligada a Boca), sembraron el terror en otras hinchadas, durante la década de los 90s, a la manera de los capos colombianos o mexicanos. Ambos fueron condenados a penas de cárcel por sus excesos. Los Borrachos del Tablón, barra brava de River, a partir de agosto de 2006 empezó a protagonizar una serie de inusitados hechos violentos, que culminaron con la muerte de uno de sus integrantes, Martín Gonzalo Acro. Asimismo, han ocurrido actos violentos entre miembros de las barras de un mismo club, como manifestación clara de las disputas de poder. Hasta marzo de 2011 han muerto 256 personas por hechos violentes ligados al fútbol en Argentina. Es tanta la barbarie que los familiares de las víctimas se han organizado en el grupo denominado Salvemos al Fútbol, Familiares de Victimas por la violencia en el Futbol Argentino. Cuesta imaginar que la policía, los políticos, los dirigentes y la prensa no hayan tenido la capacidad de frenar esta locura, en un país donde los niños aprenden a patear la pelota casi antes de caminar, y del cual, surgen con frecuencia, raros talentos que se disputan todos los equipos del mundo.
Es posible que sea Argentina el país más bendecido del Mundo en materia de fútbol, porque tiene la dicha de que en su tierra nacieron tres (sí tres!) de los más grandes jugadores que ha dado la historia del fútbol. Pero los argentinos parecen no darse cuenta de ello, mientras se solazan en el fango de la barbarie... Esa oscura y terrorífica pesadilla del rapto (La Casa Tomada de Cortázar) se vive en Argentina, de manera perpetua.
La Copa América de 1987
Tres días después de que Messi vino al mundo, se inauguró en Argentina, la XXXIII edición de la Copa América. Una de las sedes fue el Gigante de Arroyito, en Rosario, donde jugaron las selecciones de Colombia, Paraguay y Bolivia. Muy cerca de allí, Messi daba sus primeros llantitos, en medio de la gran fiesta del Torneo interselecciones más antiguo del mundo.
Datos interesantes y curiosos de este torneo:
- Jugaron para Argentina, entre otros: Diego Armando Maradona (Nápoles), Caniggia (River), y Sergio Batista de Argentinos Junior (actual técnico de Argentina). El técnico fue Carlos Salvador Bilardo. Diego contaba entonces con 27 años, y Batista con 25 años.
- Jugaron para Brasil, entre otros: Raí (Botafogo), Romario (Vasco da Gama) y Careca (Nápoles). El técnico fue Carlos Alberto.
- Jugaron para Colombia, entre otros: René Higuita (Atlético Nacional), Leonel Álvarez (DIM), Iguarán (Millonarios) y Valderrama (Deportivo Cali). Técnico: Maturana.
- Jugaron para Uruguay, entre otros: Enzo Francéscoli (Racing Club de Paris)
- La final la disputaron Chile y Uruguay, en el estadio Monumental de River. El partido terminó 1 a 0 a favor de Uruguay, con gol de Bengoechea, al minuto 56. Fueron expulsados Francéscoli y Perdomo en Uruguay y Gómez y Astengo en Chile. El árbitro fue Romualdo Arppi Filho (BRA), el mismo que dirigió la final de México 86 entre Argentina y Alemania, en la que Argentina obtuvo su segunda corona, y Maradona se consagró como icono del fútbol.
- Máximo goleador: Arnoldo Iguarán de Colombia, con 4 anotaciones, seguido por Maradona con 3 anotaciones.
- Mejor jugador del torneo: Carlos Valderrama, de Colombia.
- Argentina ocupó el 4o. lugar, y Brasil el 5o. lugar.
La Copa América 2011
En el escenario convulso del descenso de River Plate a Segunda, se realizará la Copa América del año 2011. Lionel Messi y sus compañeros de Selección tendrán la tarea de bajar las revoluciones sociales, aunque no les corresponde. No se les conmina a hacerlo, porque no tienen culpa de las arbitrariedades que ocurren en el fútbol de su país; pero igual se les medirá por sus frutos. Si ganan la Copa América, ayudarán a cauterizar las heridas recientes; si no ganan la Copa, la aflicción no conocerá límites, y como suele ocurrir en estos casos, allí están los blancos fáciles de siempre.
La Copa América es un torneo fascinante. Comparable en calidad de fútbol a la Eurocopa, y quizás hasta disputado con más intensidad. Con perdón de excelentes jugadores de África y de otros continentes, la Copa América y la Eurocopa son las dos caras de la moneda del planeta fútbol. Ambas sirven para medir el potencial de los candidatos reales a Campeón del Mundo: 9 campeonatos del mundo de América, contra 10 campeonatos del mundo de Europa. Prácticamente un empate técnico entre ambos continentes!
Pero lo más increíble de la Copa América es que en ella participarán jugadores de gran lustre en el fútbol europeo. Messi, Tévez, Higuaín, Agüero, Alves, Maicon, Neymar, Julio Cesar, Luis Suárez, Forlán, Valencia, Alexis Sanchez, Di Maria, Mascherano, Falcao, Dos Santos (qué gol, Gio!) son una constelación soñada de jugadores, que le brindan un plus especial a las competiciones en el Viejo Continente.
Confío en que Messi y su equipo ganen la copa, pero es imposible olvidar que enfrente tendrán un rival, siempre candidato a todo: Brasil, sin dejar de mirar a la siempre combativa selección de Uruguay... Para Messi y Argentina es vital obtener este torneo, después de 18 años de sequía de títulos. Ganar la Copa dará, a Argentina y a Messi, mucha confianza interna y externa. Batista necesita demostrar a todos que el trauma de Sudáfrica está superado, y que el modelo actual avanza sin vericuetos. Leo necesita urgentemente este triunfo, para seguir madurando y creciendo como jugador. El Barsa también se beneficiaría mucho de ello. Por dicha Leo tiene esta motivación. Sabemos que mientras le pongan el listón alto, él siempre se esforzará por alcanzarlo.
Disfrutemos de este gran torneo, disfrutemos de ver estos grandiosos jugadores. Ojalá este certamen sirva para posibilitar un cambio radical, y devolver al fútbol argentino la capacidad de disfrutarlo en familia, en paz, con un asado y una cerveza, al lado de tu rival... El fútbol es un hermosísimo deporte y no da (NO DEBE DAR) ni para un pellizquito al adversario...
A contrapelo de Borges, quien afirmó que habría que inventar un juego en el que nadie ganara, a mí me gusta la idea de que alguien gane, y sobre todo que gane mi equipo; pero también debo cultivarme en apreciar las derrotas, porque representan la oportunidad inmejorable de volver a ganar...
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(*) Si desea informarse más acerca de estos hechos, consulte el excelente artículo Violencia en el Fútbol Argentino, del periodista Luis Casabal.
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