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miércoles, 29 de diciembre de 2010

ODISEA PARA CONOCER A UN SUPERHÉROE


Los fanáticos, ya sea de un equipo de fútbol, de una estrella de rock, de un apóstol, de un personaje de cómic, o de una estrella del deporte, son seres especiales e ingeniosos, que además suelen tener la suerte de su lado, para acercarse a sus ídolos. Mientras a mediados de diciembre, el sueco Albin Larsson cruzaba el Atlántico y recorría más de 11,600 kilómetros para buscar y conocer a Leo Messi en su natal Rosario, yo también vivía mi odisea personal, para conocer a la misma persona, en mi natal Costa Rica. Este post es para contarles los incidentes que viví para lograrlo. Pero antes, me parece justo homenajear a todos aquellos que empeñan alma, vida y corazón para reunirse con sus héroes. No vamos a perder el tiempo acá convocando a Freud, Lacan ni a Fromm, para que nos expliquen la razón de este comportamiento humano...

En noviembre del año 2002 viajé a México con mi hermano Iván, para ver al Beatle Paul McCartney (cómo que ex-beatle?). Para nosotros, en aquel lejano 2002, ver y escuchar a Paul McCartney era equivalente a "Vedi Napoli poi Muori". Hoy, el sentimiento está intacto. En ese entonces conocimos a una chica llamada Alejandra Ramírez, cuya historia estremece. Era una adolescente de escasos recursos, que no pudo adquirir un boleto en venta normal, porque los boletos de los tres conciertos del Beatle, se agotaron en dos horas (60,000 boletos en total!!). Abrigaba ella la esperanza de que en reventa podría comprar su ansiado boleto; pero el precio mínimo era de 2000 pesos (toda una fortuna). Con la plata que le regaló un hermano, reunió apenas 600 pesos, y por más que buscó, no fue posible obtener los 2000 pesos, ni revendedor que se compadeciera de ella. Se quedó sin poder entrar, en las afueras del Palacio de los Deportes, pegada a las inmensas paredes escuchando el concierto, y empapada hasta los huesos por la pertinaz lluvia que caía sobre el Valle de Anáhuac, en la Noche de Muertos. La humedad en su rostro provenía no sólo de la lluvia, sino también de sus lágrimas (un revoltijo de rabia y de gozo) . Nunca olvidaré su relato.

A diferencia de Batman, Leo Messi es un superhéroe de carne y hueso. Ambos existen, pero en dimensiones diferentes. Batman es Batman mientras estamos leyendo un cómic, mientras defiende ciudad gótica de los villanos, en los 90 minutos de exquisita penumbra que nos regala el cine; inclusive Batman sigue siendo Batman cuando se despoja de su máscara y se convierte en Bruno Díaz (traducido y bautizado así por la Editorial Novaro). Pero fuera de todo ello, Batman se esfuma y no tiene sentido más. En cambio, Messi es Messi tanto en los 90 minutos de fulgurante fútbol en las más excelsas canchas del Orbe, como cuando, en el más palmario anonimato, pasea en sandalias por la Calle Estado de Israel. ¿Y a qué conduce todo esto?

Batman viajó a la Argentina en 1997, cuando Messi tenía 10 años, cursaba el quinto grado en la escuela General Las Heras, y ya era un jugador destacado en Newell´s. No sabemos si Messi recuerda este episodio, pero lo que sí sabemos es que la llegada del superhéroe al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en un imponente Batiavión, conmocionó a miles de fanáticos argentinos, especialmente los mayores de 30 años. Adam West llegó, y nunca se puso su máscara de murciélago, por lo que la gente estaba convencida de que se trataba de Bruno Díaz... igual, estaban felices de tener a su héroe. Un fanático ya entrado en años, vestido de Batman, se hincó ante él con la misma devoción que lo hace un feligrés ante el Papa y le dijo con voz entrecortada: "ídolo de toda la vida, hace 30 años que esperé este momento, esto que hago (la de vestirse de Batman) es por vos!!". Efectivamente, esa noche Batman fue "Su Santidad, el Papa de los Superhéroes". El Episodio, exquisitamente escrito, lo pueden leer completo aquí. No tiene desperdicio.

La temporada 2007-2008 fue una mala temporada para el FC Barcelona y para Leo Messi. Su club terminó en tercer lugar de la liga, a 18 puntos del campeón (Real Madrid) y a 10 puntos del subcampeón (Villarreal). Eran los últimos estertores de la era Ronaldinho-Rijkard. El sábado 1 de marzo de 2008, el FC Barcelona se enfrentó al Atlético del Madrid en el Vicente Calderón, con resultado desastroso para los catalanes (4 a 2). Messi entró en el minuto 56 en sustitución de Henry, pero ya el partido estaba sentenciado. Además, tres días después (el 4 de marzo) sucedió un hecho dramático en la carrera de Leo Messi: en un juego de liga de Campeones de Europa, contra el Celtic de Glasgow, Messi sufrió una lesión en el bíceps femoral de su pierna izquierda que lo alejó de los terrenos de juego durante casi dos meses. Messi se retiró del terreno entre lágrimas y ovacionado por el público. En can Barça todos aprendieron la lección, y aquella fue la última lesión muscular de gravedad para la Pulga.

Aquel 1 de marzo, estaba señalado en mi calendario con marcador rojo, desde meses atrás; pero no por Messi, sino por Maradona: ese día se presentaría su famoso Showbol en Costa Rica, y era mi oportunidad soñada de conocer a quien consideraba el más grande jugador de la Historia. Hice mil ajustes para poder adquirir el boleto, y planifiqué cada detalle de lo que sería una noche memorable, en el estadio Ricardo Saprissa. Pero sucedió lo que aún ahora --casi tres años después-- nadie ha podido explicar: el 25 de enero, un mes antes del show, Maradona y sus representantes cancelaron el Show, devolvieron la plata y no dieron ninguna explicación a los miles de aficionados frustrados y molestos. Yo traté de investigar el motivo, y solo se manejó una teoría: que se habían vendido muy pocos boletos, por sus precios altos, y en consecuencia, los productores del Showbol prefirieron llevárselo a otro país, que ofrecía mayores beneficios. Yo aún tengo la fe de que no fuera este el motivo. Imagínense ustedes que Maradona tenía planeada hasta una visita a niños con cáncer, que lo esperaban ansiosos! Me resisto a creer que el apego al dinero fuera capaz de hacerle a estos niños esta infamia. Pero lo cierto es que fue una decepción absoluta, y lo único que me quedó de tan desagradable episodio fue una imagen escaneada del boleto. He aquí la imagen:



Pasemos ahora a mi historia personal, relacionada con la compra del boleto para ver a la Selección de Argentina y a Leo Messi, en Costa Rica. La relataré de manera cronológica:

1. El 30 de septiembre de 2010, cuando muy poca gente en Costa Rica aún sospechaba cuál selección inauguraría nuestro nuevo Estadio Nacional, yo leí en el diario Ultima Hora de Paraguay, una nota brevísima en que el presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol, Juan Ángel Napout, indicaba que un posible amistoso de la Selección de Paraguay contra Costa Rica, previsto para el 29 de marzo de 2011, se habia caído, porque parecía que Costa Rica jugaría esa fecha contra Argentina. Aunque estaba en el terreno de la especulación, fue una señal importante para mí. Así lo hice saber, por correo, a unos pocos amigos que seguimos seriamente la carrera futbolística de Leo Messi.

2. Transcurrieron dos meses, durante los cuales no se sabía nada, o casi nada. Tan solo que alguna selección importante vendría a inaugurar el nuevo Estadio. Y de pronto, ocurrió lo que tanto esperábamos: el 24 de noviembre, la Federación Costarricense de Futbol, en conferencia de prensa, confirmó que sería la Selección de Argentina, con Lionel Messi como figura estelar, la que inauguraría el Estadio. Los boletos se pondrían a la venta el viernes 10 de diciembre. Felicidad indescriptible... una vez más en mi vida, resonaba la bella frase: "Vedi Napoli poi Muori".

3. 10 de diciembre. Llegó el día esperado. Sabía que las entradas estarían a la venta por Internet, en el sitio laboleteria.co.cr, a partir de las 8 a.m., pero también habría puntos de venta (Librerías, etc.). Mi intención era ir a comprar mi boleto, al mediodía, a alguna tienda de Librería Internacional, pues prefería tener en mis manos el boleto físico, y no una confirmación electrónica. Entré al sitio de laboleteria, a eso de las 8.30 a.m. y para mi sorpresa, los boletos estaban desapareciendo a la velocidad de la luz. No me puse a pensar mucho en la causa, sino en buscar la manera de obtener mi boleto. Cambio de planes, a toda prisa! Saqué mi tarjeta y me dispuse a hacer la compra online. Una vez registrado, empecé el proceso de compra. Advertí que todo era más lento de lo esperado, pero al menos ya estaba dentro. El siguiente es un mapa de las localidades del Estadio. En otro mapa, que no se incluye acá, se veían los números de asientos, con el letrero: vendido, vendido, vendido.



Imagen propiedad de laboleteria.co.cr

Pasé por todas las etapas del proceso de compra, y en el instante supremo, cuando ya había indicado el número de tarjeta, y el sistema estaba realizando el débito bancario, se cayó la conexión con el servidor, ubicado en México. No lo podía creer! Era como una especie de broma de mal gusto. Pero era la verdad más cruda: al dar click en comprar, el sistema pidió esperar; la espera fue eterna, como de 10 minutos, antes de arrojar el abominable mensaje: La conexión fue restablecida... intente nuevamente. Ya era tarde, porque el sistema automáticamente impedía hacer de nuevo click en el botón comprar, seguramente para evitar cargar dos veces el monto a la tarjeta. Mi conexión con Internet estaba correcta. Evidentemente era un problema de comunicación entre la aplicación informática de la boleteria.com y los bancos.

Afortunadamente, tengo la buena costumbre de ir haciendo un rastro de las transacciones, así que en cada avance de la compra hice capturas de las ventanas. Al final, tenía una conexión caída con el servidor, y tres pantallas como evidencia de que yo había hecho el proceso; una de ellas, inclusive, me daba el número de gestión, y hasta el número de boleto y su correspondiente ubicación. De inmediato me comuniqué con el número de Servicio al Cliente, y ni siquiera entraba la llamada a la central: ocupado por los siglos de los siglos. Quedé en un agujero negro. Pero no era el único. Problemas similares ocurrieron a miles de personas. Yo creía estar al menos dentro de los elegibles, porque tenía evidencia de mi compra. Pero reconozco que me descorazonó el hecho de que todos los boletos se vendieron en menos de cuatro horas, y yo no tenía nada, o casi nada.

4. Al día siguiente ya conseguí que me atendieran en el Call Center. Dejé mis datos, y me prometieron que me llamarían. Coincidentemente, los responsables reconocieron que se presentó un problema técnico, debido a que la demanda de boletos fue excesiva, y se saturaron los servidores. Pero también mencionaron que tenían plenamente identificados los casos y que resolverían uno por uno. Yo me di ánimo a mí mismo: "Tranquilo, vos sos uno de esos casos".

5. No fue sencillo, porque afectivamente eran muchos casos, y no todos eran iguales. Esto provocó que tuviera que comunicarme con laboleteria.com, en muchas ocasiones, tanto por teléfono como por correo. Siempre fui bien atendido, y me pedían tener paciencia. Así lo hice, doblegando a la desesperación, la rabia, la frustración, y solo me enfrenté al problema asumiendo que caminaba por una cuerda floja, a 80 pisos de altura. Si me desesperaba, me estrellaría inapelablemente. Esa fue la consigna y esa fue la estrategia. Me aferré a ella con paciencia franciscana, y por dicha, al otro lado, había gente de bien.

5. Eureka. Transcurrieron más de 15 días, y después de realizar un estudio pormenorizado de mi caso, los personeros de laboleteria.com me llamaron para notificarme que tendría mi ansiado boleto!!!

6. Al día siguiente, en la Ferretería EPA de Curridabat, finalmente recibí mi más preciado trofeo:

Este boleto adquirirá sentido el martes 29 de marzo; confiamos en que Messi pueda venir a la fiesta que en su honor y en el de la albiceleste, les hemos preparado los costarricenses. El boleto está celosamente guardado como oro en paño, en mi biblioteca, específicamente en la página 96 del libro "Leo Messi, el Tesoro del Barça", de Toni Frieros. Lo guardo, como si se tratara de la servilleta que Carles Rexac firmó a Horacio Gaggioli, en el restaurante del Reial Club de Tennis Pompeia, el 14 de diciembre de 2000. Hace apenas 10 añitos.

martes, 30 de noviembre de 2010

La Última Lección


No se trata de la celebérrima lección de Randy Pausch antes de acabar sus días en la Tierra. Pero igual se trata de una enorme lección. La lección más memorable jamás dada a un equipo de fútbol, por el verdadero dueño de la Cátedra.

Una vez que Iturralde González, pitó el inicio del partido, Lionel Messi --como tratándose de un profeta-- dijo a sus compañeros: "les enseñaré el camino..." y con dos actos litúrgicos dio inicio a la mayor obra de arte gestada en un campo de fútbol: a los tres minutos, le robó una pelota a su compatriota Di María, con espíritu torero; se adentró en el área por la derecha y disparó, logrando el primer aviso, y el primer tiro de esquina; acto seguido, pero de verdad seguido, tomó un rechace de la defensa, y casi sin angulo, con un toque sutil de su pierna izquierda --es una pierna realmente?-- tiró la pelota al larguero.

Esos dos actos marcaron el derrotero del partido: sus compañeros y rivales comprendieron su mensaje. Los primeros, captaron que ese era el camino; los rivales supieron que empezaba una tempestad... quizás la más grande tempestad, para la todopoderosa Casa Blanca...

Después de ello, el juego fue un monólogo; pero no un monólogo aburrido o insulso, sino el monólogo de Hamlet, con la misma impronta de belleza, de asombro y trascendencia. El Barça se apoderó del terreno, de la pelota, y de paso les robó el alma a las aves blancas. Efectivamente, eran once aves blancas atrapadas en una jaula enorme, procurando salir de allí, sin lograrlo. Fue impresionante lo que vimos 400 millones de almas, en horario inusitado, como inusitados debieron ser los inventos de miles de personas, para poder mirar ese espectáculo.

Aficionados del Madrid, del Barça y de todas las aficiones, jamás olvidaremos lo ocurrido esa noche. Porque el Barça nos regaló la más sublime actuación de su orquesta: en la misma noche ejecutaron las nueve sinfonías de Beethoven, sin un solo error, y sin que nadie se moviera de los asientos. El triunvirato Messi-Xavi-Iniesta fue uno solo, un bloque granítico de seres en pos de un solo fin, a la manera de las abejas. Y ese triunvirato despedazó el partido. El Barça sabe que en cada juego contra el Madrid, es capaz de modificar el guión: esta vez, quedó claro que Leo no sería la punta de lanza; él sería un lanzador más, y al final terminó siendo el lanzador principal...Xavi se vistió de Leo y Leo de Xavi. Esto no lo previó Mourinho ni nadie. Ese cambio fue notable, y el resultado aún más.

Al final, lo que nadie esperaba sucedió, y el Barça logró una aplastante victoria que el Madrid no digerirá jamás.

Fueron demasiadas las palabras directas, y también las elipsis calculadas de Mourinho. Esos gestos y palabras no hicieron otra cosa más que punzar la bestia... y la bestia ejecutó. Perdió el Madrid, perdió Mourinho, perdió Cristiano y perdió una afición enorme. El problema es que el Madrid ha querido destronar al Barça con hechos y palabras que no solo punzan a la bestia negra, sino que enferman a todas las demás aficiones. Las consecuencias son devastadoras, y así serán mientras no modifiquen su enfoque. Si yo fuera el Presidente del Real Madrid ya estaría muy preocupado no solo de este resultado, sino del antimadridismo que aflora en el mundo... un fantasma recorre Europa (y el resto del mundo), el fantasma del antimadridismo... preocúpense y en serio.

Leo Messi volvió a derrotar a Cristiano. Ya la batalla va perdiendo sentido, porque Ronaldo no puede contrastar a Messi; no solo porque Messi está más arropado --lo cual es cierto--, sino porque Messi, en los partidos grandes, suele salirse, y cuando ve que su papel no está para decidir el partido con un gol, lo decide con asistencias, asociándose, tocándola como un concertino, moliendo fino, destruyendo el adversario con la más temible de las armas del futbolista: el reloj. Y Leo sabe mucho de ello.

jueves, 11 de noviembre de 2010

La Tenacidad de Anton McManus


Es un precioso niño escocés, de apenas 9 años, pero todo un veterano luchador contra una enfermedad mortal: desde los 4 años (más de la mitad de su vida) se ha enfrentado con insólita valentía contra el cáncer. Cuando parece que ya este le gana la batalla, Anton McManus dice NO con energía, y todo vuelve al inicio. Como es muy difícil para un superhéroe ganar todo solo, se ha hecho acompañar de su propia constelación de superamigos. El primero en que pensó fue en José Ratzinger, quien podría hablar con el mismísimo Dios para pedirle que devuelva su salud y le permita ir por la vida como si nada, tal cual merecen todos los niños del Mundo. Por ello le envió una misiva: «para pedirle a usted si podría bendecirme cuando venga a Glasgow para ayudarme a mantener lejos mi cáncer. Rezaré para ver si hay respuesta» y termina su carta con una frase lapidaria: «si alguien puede ayudarme es Dios».

Pero los héroes de Anton no son solo aquellos que pueden hablar a Dios; sino también los héroes de millones de niños en el mundo: los futbolistas, que tienen la facultad de ejercer una fascinación sin igual, en chicos y grandes, en mujeres y en hombres, en chinos, afganos y tibetanos . Y entre ellos, Anton tiene sus predilectos: uno de ellos es el Niño Torres (vaya qué buen conocimiento tienes de fútbol, Anton), otro es Lennon (no el genio músical, sino el jugador de los Celtics de Glasgow); pero su principal superhéroe, la más preciada postal de su álbum es el mismo que encanta a millones de niños en el Mundo: Leo Messi...

Así como Messi seduce por su futbol genial, y por su sincero interés en los niños, Anton encanta por su tenacidad... Su primer sueño fue que el Papa leyera su carta y le sirviera de intermediario ante Dios; primer sueño cumplido. Su segundo sueño fue conocer al Niño Torres, y Anton fue directo: la visita del niño le impactó más que la del Papa. Su mayor sueño? Antón responde así cuando se le pregunta quién es su máximo héroe: ¿Y quién es su máximo héroe? "Lionel Messi. [..] eso sería un sueño hecho realidad". No hay sueño que se te resista, querido Antón...


PIÑON FIJO mimará al Campeón del Mundo del 2014




Tres días antes de ser pronunciada la famosa frase maradoniana: "Si Batista se viste de Piñón Fijo, por ahí lo hace más feliz a Messi", se había deshecho en elogios a La Pulga, ponderando la fantástica --pero no por ello feliz-- actuación de Leo Messi en el Mundial de Sudáfrica, y lamentando el consabido y doloroso epílogo para la albiceleste en tierras africanas. Actuación típica del Diego: detrás del elogio el zarpazo, y el zarpazo no solo fue para Batista, sino también para Leo, quien nunca ocultó su beneplácito por la designacion de Batista como interino y --con todo su derecho-- externar su apoyo para que Grondona le diera la bendición papal... En fin, por más berrinche del Diego, Piñón Fijo Batista hará feliz a Messi, a todos los demás jugadores de la albiceleste, y a la nación más futbolera del planeta.

Las bicicletas de cambios (engranajes o marchas) tienen una marcha llamada "Piñón Fijo", la cual permite que la bicicleta pedalee siempre hacia adelante. "Pedalear siempre hacia adelante" es la consigna, la filosofía de vida, que sustenta a este singular payaso argentino. Cuando Piñón Fijo Batista haga que la selección argentina --con Messi a la cabeza-- pedalee siempre hacia adelante, no habrá españas, brasiles ni alemanias que se interpongan en su camino hacia la Copa del Mundo 2014...

jueves, 4 de noviembre de 2010

Copenhague: Catálogo de la Complejidad


En 1648, Federico III de Dinamarca creó, en Copenhague, un sorprendente museo de curiosidades, un real gabinete del asombro. Durante el siglo XVII, en toda Europa se avivó el gusto por los objetos desconocidos traídos de países lejanos por navegantes, cartógrafos, científicos, antropólogos y exploradores. "El resultado es una colección heterogénea y muy hermosa, de puzzle global, un catálogo de la complejidad", como se le denomina en erroreshistoricos.com

Stale Solbakken, técnico del Copenhague, antes de iniciar la serie contra el FC Barcelona, realizó una estrategia para detener al mejor equipo del mundo teniendo en su mente realizar un Puzzle sacado de un catálogo de la complejidad, donde la ironía y el humor noruego, lo mismo que discursos obvios ("A Messi no hay forma de pararlo"), fueran cortina de humo para su real estrategia. El catálogo de la complejidad de Solbaken contenía una dosis conveniente de dureza física, mucha garra, defensa a muerte de cada centímetro de la cancha, aun cuando el Barça fuera el dueño de la pelota. Después de un ataque cardíaco la gente cambia. Ese fue el caso de Solbaken, lo que no queda claro es si cambió para bien o para mal. Pero de lo que no hay duda, es que Solbaken es lo más parecido a Mourinho en Europa...

Tampoco cabe duda de que poniendo la balanza, aunque el Barça ganó 4 de 6 puntos al Copenhague, el sentimiento generalizado es que este tuvo la capacidad para amarrar al Barça. En consecuencia, su punto tiene mucho mérito. Aunque muchos periodistas y comentaristas del mundo deportivo hayan querido restarle méritos al Copenhague, la verdad es que tiene lo suyo. No es un equipo advenedizo o improvisado. Tiene una estrategia propia que puede hacer daño a cualquier equipo grande de Europa. En una serie de ida y vuelta, puede dejar por fuera al más pintado.

Ciertamente, la liga danesa no puede compararse con las ligas grandes de Europa (España, Inglaterra, Alemania, Italia); pero su breve historia es más que notable: el club se fundó en el año 1992, y desde ese momento a la feha ha obtenido 5 títulos de liga, tres Copas, una Copa de Liga y tres Supercopas; además, ha participado en la fase final de la liga de campeones de la Uefa, y este año 2010 ya logró participar en la UEFA Champions League. Es casi seguro que estará en octavos de final. Su técnico ha sabido equilibrar un equipo de jugadores experimentados con jóvenes a los que ha sumado la técnica y el talento latino (Claudemir, de Brasil, y Bolaños, de Costa Rica, como los más destacados).

Leyendo a Leo
Seguramente eso hizo Solbaken --y sus jugadores-- en la preparación del partido. El sabía que Leo es el más desequilibrante del mundo, y que siempre se luce en Champions. Todos sus jugadores estaban advertidos, y sabían que la tarea de marcarlo, no podía recaer solo en los defensas. "Entrenadores mejores que yo y jugadores mejores que los míos han intentado pararlo antes sin lograrlo", dijo el técnico noruego, quien resaltó que habría que estar muy cerca de él cuanto más se aproxime al gol y tratar de llevarlo hacia la banda. En el caso específico de la Pulga, es incuestionable que, una vez más salió vencedor: de los cuatro goles que se anotaron en ambos partidos, tres fueron suyos. Adicionalmente, el gol del martes anterior, fue gol de record: el gol número cien con Pep Guardiola como técnico azulgrana, y se convirtió en el máximo anotador del Barça en competiciones europeas. Con apenas 23 años, la única meta que Leo persigue es la Historia...

El Tico Bolaños

Cristian Bolaños disputa el balón con Iniesta. Foto EFE.

Cristián Bolaños, el mediocampista del Copenhague, nacido en Hatillo de San José, Costa Rica, fue uno de los jugadores más destacados del equipo danés. En el primer partido, su ingreso al minuto 60 de juego, revolucionó al Copenhague, y hasta tuvo en sus pies una clarísima ocasión de gol, de no ser por la intervención casi milagrosa de Dani Alves. En el partido en Copenhague, su técnica y garra, fueron claves para el resultado.

Bolaños es un jugador muy completo. Después de Bryan Ruiz, es el jugador costarricense más notable en Europa. Me atrevo a opinar que terminará jugando en un club grande de España, de Inglaterra o de Italia. Tuve la suerte de verlo jugar con el Deportivo Saprissa, en sus inicios, y lo recuerdo siempre como un jugador determinante. Con él en la cancha, su equipo crecía y, con frecuencia, era el llamado a resolver los partidos y hasta las finales de los torneos de Costa Rica. Fue elegido tercer mejor jugador del Mundial de Clubes 2005. El primer lugar fue para Rogerio Ceni, capitán y guardameta del Sao Paulo, y el segundo puesto para el capitán del Liverpool, Steven Gerrard. También participó en el Mundial de Alemania, 2006 con Costa Rica.

Cuando Cristian Bolaños supo que el Copenhague estaba en el mismo bombo que el FC Barcelona --me atrevo a especular- pensó que la suerte le depararía enfrentar, no solo al mejor equipo del mundo, sino al mejor jugador del planeta y uno de los mejores de todos los tiempos. Hasta ahora, solo otro costarricense, Leo González, del Seatlle Sounders, había tenido la suerte de enfrentar a Leo y al Barça en un juego amistoso. Es posible que en su fuero interno, Cristian pensara que si le tocaba jugar, quizás podría intercambiar algunas palabras con Messi. Y vean lo que finalmente ocurrió: una vez concluido el partido en Copenhague, Cristian tuvo la suerte de encontrarse con Leo Messi camino a los vestidores, y no solo intercambió opiniones, y recibió palabras elogiosas y consejos de Messi, sino también la camiseta del 10 del Barcelona y de la selección albiceleste. La crónica de este encuentro entre Bolaños y Messi, la pueden leer aquí. Pienso que este encuentro marcará a Bolaños para siempre, y estoy seguro que para su bien, como futbolista y como persona.

Otras crónicas relacionadas con Bolaños, y esta serie de partidos contra el FC Barcelona, son esta y esta otra.

domingo, 17 de octubre de 2010

¿PARA QUÉ TRACTORES SIN VIOLINES?

Copyright © 2010 AFP. Todos los derechos reservados.

Uno ve a Leo Messi en el terreno de juego y, sin querer, uno comprende el significado y alcance de la fibra óptica. Es tanto el vértigo que produce su juego que uno queda en verdadero estado de shock, pues nos provoca una especie de Síndrome de Stendhal. Imaginen lo que deben de sentir las defensas rivales cuando la Pulga está inspirada y realiza sus acostumbrados destrozos... u obras de arte, qué se yo?...

Sabemos que Leo marcará --ya está marcando-- una época. El sabe que el presente es suyo y por eso le saca enorme provecho. El fútbol es como una mariposa: bello pero efímero. Aunque ahora el fútbol de Messi nos subyuga, llegará el tiempo del reposo, del adiós al rectángulo verde. Y eso ocurrirá pronto, digamos en alrededor de 10 años. Parece lejano, pero el tiempo vuela, vuela. Por eso, es muy entendible que Leo no deje pasar la ocasión de prestar su imagen para campañas comerciales de las más grandes empresas del mundo (deportivas, de espectáculos, de la moda, etc). Es tan abrumadora su imagen mediática que todas las grandes firmas quieren sacar provecho de ella. Leo sabe que aunque el futbol le reporte millones de euros, y él está en la la cresta de la ola, ésta puede durar poco. Así que aprovecha sus minutos para afirmar su fortuna que bien la merece, porque cada euro que gana es producto de su talento y de su trabajo.

Sin embargo, Leo Messi no es un chico banal. Nunca lo ha sido. Su principal característica fuera de las canchas siempre ha sido la prudencia, la humildad, la sencillez y un carácter tímido como pocos. Aunque le encanta el contacto con la gente, sé que él prefiere huirle a las cámaras, a las entrevistas, a los flashes.

Una muestra evidente de ello lo vivimos la semana anterior. El lunes 11 de octubre se anunció que la firma de diseño Italiana Dolce & Gabbana había firmado a Leo Messi, para promocionar sus exclusivas prendas. Pero Leo no quiere que su imagen solo se vea proyectada como si se tratara de un mercader de la moda, un icono mediático de las pasarellas o algo por el estilo. Y como respuesta a esta actividad, el día 14, inauguró una zona de juegos infantiles en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. El parque, con una superficie de 324 m2, ha sido bautizado con el nombre de la Fundación Leo Messi, por medio de la cual ha sido posible realizar el proyecto y la actividad. Al respecto, Leo comentó que "Un día, después de una visita a los niños ingresados en el Hospital Vall d'Hebron, entendí la dimensión especial de una figura pública... Estás ahí y consigues que te regalen su sonrisa y para ellos es una alegría especial, porque tienen más ganas de seguir luchando, porque creen realmente que superarán la enfermedad y que perseguirán sus sueños".

Es esta actitud de Leo Messi la que seduce más de su persona. Estoy convencido de que ya el mundo del fútbol no será el mismo desde la irrupción de Leo Messi, quien ha venido para construir una leyenda y ocupar un sitial de honor entre los más grandes futbolistas de la historia. Sin embargo, su jugada, su gol más memorable, la constituye la sonrisa de estos niños hospitalizados en Barcelona o los niños sin hogar en Haití. Esas miradas de estos chicos valen más que toda la colección Dolce Gabanna, las botas más modernas y sofisticadas de Adidas, y mucho más que una Champions League o un trofeo de Campeón del Mundo. Leo lo sabe, lo entiende perfectamente bien y se esmera en proyectarlo. Desde acá, todo nuestro apoyo a la gestión humanitaria de la Fundación Leo Messi, y a la gestión de Leo como como Embajador Internacional de UNICEF.

Esta actitud balanceada de Leo de aprovechar al máximo su tiempo, de ser el mejor jugador del planeta, y sin embargo no volver nunca la mirada a las injusticias o las carencias humanas, especialmente de los niños, me hace recordar la célebre frase “¿para qué tractores sin violines?”, que pronunció el expresidente de Costa Rica don Pepe Figueres, el 26 de julio de 1972, durante su tercer mandato, y en ocasión de la entrega de instrumentos musicales para la Orquesta Sinfónica Nacional de Costa Rica. Don Pepe, con su estilo único, al entregar los instrumentos musicales hizo recordar a todos los presentes y al país en general que de poco valen los esfuerzos en infraestructura si no cultivamos el espíritu, si nos olvidamos de que el ser humano es una amalgama perfecta de lo material y lo espiritual. ¿Para qué la moda, para qué la gloria del futbol, si ellas no contribuyen en brindar afecto, compañía y un trozo de pan a un niño?

lunes, 13 de septiembre de 2010

Valdez hinca el Camp Nou


El Barca inició bien, quizas con una marcha lenta y forzada, pero lo vi aceptablemente bien, hasta el gol del Hércules. Fue ese tipo de mazazos de los que al Barca le cuesta reponerse. Siempre he creído que los equipos grandes deben aprender a superar obstáculos y frustraciones, dentro de un mismo partido y dentro de un mismo Campeonato. Quiero decir con ello que a un equipo le viene bien la desventaja (o la amenaza) en el marcador, para que ponga a prueba cualidades que no siempre están visibles. Un equipo que supera la adversidad es un gran equipo. Un equipo que siempre se acostumbra a caminar por la vereda fácil, le puede salir el lobo cuando menos se espera, y no sabe qué hacer. Eso fue lo que le pasó al Barca después del primer gol...

Por dicha, también se puede superar la adversidad en el entorno del Campeonato mismo, y el Barca ha sabido hacerlo en otras ocasiones, hasta llevarse el título. De manera que no es para morirse, pero hay que estar atentos. Afortunadamente, este tipo de circunstancias hace que esperemos cosas nuevas del equipo, y también de los adversarios, que ahora jugarán basados en el ejemplo del Hércules. Cosas que no me gustaron del partido: Adriano, que me había agradado en los juegos previos, ayer estuvo desacertado, siempre tomando decisiones incorrectas; adicionalmente, la conexion del mediocampo con Messi estuvo desacertada, y el mismo Leo se veía incómodo, no tanto por la marcacion del rival, sino por la incapacidad de poder desmarcarse bien. Se veia enredado (también cansado), al igual que el equipo.

El Hercules parecía dirigido por Mourinho. Pero no lo digo despectivamente: para mí hizo un juego enorme... claro que reñido con la plástica; pero apegado al libreto, y les digo una cosa: sin ensuciar el juego, sin renunciar a hacer daño. Me impresionó mucho, fue atrevido y se salió con la suya. Bien por ellos, bien por Haedo Valdez, y bien por Trezeguet. Si el Hércules juega así todo el campeonato, será un equipo sumamente interesante.

Me parece que sí se subestimó un poco al Hercules --lo cual es mortal-- y que algunos jugadores no estaban en la frecuencia correcta, incluyendo al mismo Leo. De no ser por Victor Valdés, nos habrían metido cuatro facilito. Hay que hurgar muy profundamente en las estadísticas para encontrar derrotas del Barca en su propio estadio por más de un gol a cero, y me atrevo a afirmar que más ardua será la tarea de encontrar un doblete como el que hizo Haedo Valdez el sábado, por ello más mérito aún para este extraordinario jugador guaraní!

Monumental Inicio


Ocurrieron muchas cosas en el partido del martes pasado en el Monumental de Núñez. Lo primero es que parecía que estábamos ante una prolongacion del Mundial. Aunque la calidad del Mundial no fue la mejor, la gente quería más futbol, y el martes se le dio en abundancia. No importaba que fuera un amistoso. Tuvimos un partido con dos campeones del mundo, uno luciendo su primera y nueva corona, y el otro esperanzado en recuperarla. Fueron innumerables detalles los que se vieron, pero yo puedo enumerar estos:

1. Los mejores jugadores del Mundo: una amplia mayoría de jugadores del Mejor Equipo del Mundo (el FC Barcelona), la mejor Selección del Mundo (España), la "Futura" mejor selección del mundo (Argentina), y el actual Mejor Jugador del Mundo (Leo Messi). Difícilmente se puede repetir la ocasión de que en el mismo terreno de juego coincidan 10 jugadores del Barca en dos equipos contrarios, y además otros grandiosos jugadores del Madrid y del Inter. Con perdón de grandes selecciones como Brasil y Alemania, estas dos selecciones, sin lugar a dudas, poseen los mejores jugadores que se puedan encontrar en el Planeta Fútbol de la actualidad.

2. Resurrección de Milito. Qué alegría enorme causa ver en el terreno de juego a un jugador como Gabriel Milito, prácticamente desahuciado del fútbol a causa de una terrible lesión que lo alejó casi DOS AÑOS de las canchas. Muy pocos vuelven. Verli jugar de nuevo con la albiceleste, y además de una manera excelente, lo llena a uno de alegría.

3. Descartes: de los descartes de Diego para Sudáfrica, dos fueron de lujo (Zanetti y Cambiasso). Estoy casi seguro que ningún técnico de elite mundial descartaría a estos jugadores ni para un amistoso. El puppy no deja de sorprender... con sus 38 años a cuestas, no se le ve ni por asomo el declive. Todo lo contrario, parece incombustible. Su Mundial era el de Sudáfrica, porque a Brasil es casi imposible que llegue, aunque él lo quiera. Cambiasso, con 30 años, también tiene cuesta arriba llegar a Brasil; pero no imposible. Es un jugador esencial. Cuánta falta hicieron ambos en Sudáfrica! El partido contra España lo hizo más que evidente.

4. Romero: Contando la eliminatoria a Sudáfrica y pasando por los cinco encuentros del Campeonato del Mundo, siempre opiné que la selección argentina carecía de un portero con personalidad y capacidad para hacerse grande en los momentos límites. Claro que lo mejor es que un portero nunca la toque, pero en la vida real eso no ocurre; cuando el portero la toca, te puede dar un título mundial (verdad Casillas?). Ese instante supremo en que todo parece detenerse, y solo se aprecia la infinita suerte o la infinita capacidad del arquero, para revolcarse y sacar la pelota que ya todo el mundo veía adentro, siempre es un instante mágico reservado a muy pocos guardametas. Ejemplos actuales en el mundo? Casillas, Julio Cesar, Victor Valdes, Van der Sar. Pero en Argentina no se veía un portero con esas condiciones. Algunas excepciones argentinas recientes serían el Pato Abbondanzieri, Mauricio Caranta, y Federico Vilar; pero ya ninguno está para el seleccionado. Sin embargo, en esa noche memorable del 7 de septiembre, Romero dijo presente con enorme autoridad, y se ganó el puesto ya sin discusión. Otro guiño a un futuro promisorio para la albiceleste.

5. Partido amistoso: de amistoso, bastante poco. Claro, cuando el juego terminó, todos se abrazaron e intercambiaron camisetas (por cierto, nunca se supo quién se llevó la de Leo). Pero aunque el juego no fue violento, fue durísimo, y todos metieron fuerte el pie. Un solo ejemplo: Cesc se fue directo al tobillo de Leo; por dicha no lo tomó completo, de lo contrario, Leo habría salido lesionado y no ovacionado. Sin embargo, en cuanto a las alineaciones, en España se afirma --con algo de razón-- que Del Bosque no atendió el juego con la trascendencia esperada, al dejar en el banco a Casillas, a Xavi, a Torres...todo un desperdicio. Argentina, por el contrario, puso lo mejor de lo mejor, y desde la alineación misma, el mensaje del Checho era claro: Argentina iría con todo por el partido. El mensaje de Del Bosque fue: iremos por el partido, con casi todo, pero no con todo. En este tipo de encuentros, de nada valen las excusas: lo que vale es el resultado.

6. El Tango: la vida de Carlitos Tevez y su carácter merecen un tango; es un futbolista que vive como pocos los contrastes del juego. Por una parte, nadie se parte el alma como él, nadie suda más la camiseta, nadie está más espabilado en los partidos (verdad Pepe Reina?), y por eso la hinchada argentina lo agradece y lo premia. Difícilmente Messi será más querido en Argentina que Tevez; pero esa misma ambivalencia hace que Carlitos se equivoque. En el juego contra España, pocos discuten que él fue el mejor (es posible que Messi también lo fuera), pero Carlitos no se fue feliz, porque él no quiere ser el mejor del partido... él quiere ser el mejor de la Selección, y que se le considere como tal. En su fuero interno, él se estimula pensando que nadie se parte más el alma que él por la albiceleste; pero él y muchos hinchas (especialmente de Boca) se equivocan al pensar que el mejor, la estrella del equipo debe ser quien más corre, quien más roba pelotas, quien más sangre expresa en la cancha. No es así. El mejor, la estrella del equipo es quien (además de partirse el alma por la camiseta) tiene el fuego divino que lo hace merecedor de ello, y en esto no hay duda; por más que se haya cuestionado a Leo Messi (injustamente por cierto), se sabe que la albiceleste SÍ puede girar en torno a la Pulga, el imán más grande en el futbol actual.

Lo que ocurre es que Leo es un jugador realmente único: puede dialogar sin complejos con los mediocampistas y pasar a la delantera con la misma propiedad, y con el plus de una capacidad goleadora superior a la de Tévez y a la del mismísimo Maradona. Esto forma parte de su ADN, no de su esfuerzo. Claro que Carlitos se entiende en el terreno con Leo, porque ambos son muy profesionales; pero a Carlitos le fastidia que siendo él el más esforzado de la cancha, fuera Leo el gran ganador de la noche. Por eso, con apenas 26 años, Carlitos anuncia que no se siente bien físicamente para estar en la Selección. Creo que no se siente bien anímicamente. Con todo, si Carlitos supera este bache (emocional) y entiende que lo importante es alzar la Copa del Mundo en el 2014, ganará mucho Argentina, porque es un jugador excepcional. Creo mucho en él y lo aprecio por su carácter, por su talento y su honestidad.

7. La fórmula para ganar al Campeón del Mundo: Argentina jugó contra España de la única manera que se le puede jugar y ganar: quitándole la pelota, y con gran premura ir directo al arco contrario (nada de devaneos en el medio campo), y meterla sin anestesia alguna. Cuando España se percató de ello, ya tenía dos balones adentro, y pudieron ser cuatro antes del descanso. Es cierto que España no contó con todo su equipo titular y Argentina sí, pero creo que igual, Argentina le habría ganado usando la misma fórmula, aun cuando estuvieran todos los estelares. España no está preparada para que le quiten la pelota, y le hagan una galopada hasta la cocina en fracciones de segundo... (si Robben no falla ante Casillas o si San Iker no le saca aquella pelota, el mundo sería de color naranja por cuatro años!). Ahora bien, la ENORME DIFERENCIA de esta Argentina y la que jugó el Mundial es que sabe qué hacer, tiene un plan y lo concreta. El equipo que salió ante Alemania, no tenía un plan y lo pagó carísimo con una humillacion que todavía hiere y dolerá por mucho tiempo. Además, esta selección tiene una media cancha que sabe tocar y jugar (me agradó mucho la participacion de Banega, y la media cancha será mejor cuando se incorpore Pastore).

8. Consagración de Batista: Sobre esto no hay mucho que decir... es el técnico perfecto para la Seleccion en este momento, por una muy sencilla razón: inició un proyecto serio que ya ha dado frutos a menos de dos meses de terminado el Mundial de Sudafrica. No se debe discutir más, aunque haya otros tecnicos capaces como Sabella, Bianchi, Cappa.

9. El beso al Escudo: en Argentina, Carlitos Tevez tiene a su favor toda la hinchada de Boca (la mitad más uno), Higuaín tiene a su favor la hinchada de River (la otra mitad... menos uno?), Kun Aguero proviene de Independiente (otra hinchada enorme que se ha embriagado con 7 Copas Libertadores), .... y Messi? Messi, para la hinchada argentina es (o ha sido) poco menos que { } conjunto vacío.

Con el consentimiento de un sector mezquino de la prensa de su país (con Niembro como el más visible) le han cobrado, de la manera más baja, una deuda que no le pertenece. Lo más cruel ha sido cobrarle su amor a la bandera y a la camiseta, cuando su corazón palpita, por esos colores, tan fuerte como el de Tévez o de Higuaín. Aun así, Leo es fuerte, se ha llevado grandes porrazos porque además le han cobrado todos los malos momentos de la Seleccion, y le han dado poquito crédito en lo poquito que se ha ganado. Sin embargo, aunque ya ha habido otros coqueteos con la fanaticada argentina (recuerden aquel 4 a 0 contra Venezuela en el Monumental, o su participación en la Copa América, y los 4 partidos iniciales en Sudafrica), no fue sino hasta en este partido contra España cuando la aficion --de una manera asbsoluta-- se puso de pie para aplaudir cerradamente al nuevo genio del Fútbol, nacido en Rosario, para dicha de TODOS los argentinos.

Esta fue la gran noche de Leo en Buenos Aires. Hizo un juego calcado a los que suele hacer en el Barca, y eso que no tenía como compañeros a Xavi e Iniesta, sino a Banega, a Mascherano, y a Cambiasso. Fue amo y señor del partido, hizo un gol de los que suele hacer cada semana en can Barca, jugadas increíbles que arrancaron el ohhh generalizado, y slaloms temibles para sus compañeros habituales. Fue el Leo del Barca usando la camiseta albiceleste; ya en el Mundial hizo juegazos, pero no de esta factura. Leo será (no hay de otra) el buque insignia de esta selección. El golpe al pecho y el beso al escudo formaron parte de un rito, de un anuncio, de una consagración y esperemos que sea también de un romance duradero con su afición.

No sé si finalmente Leo Messi terminará robando entero el corazón de la hinchada argentina, falta mucho camino por recorrer para saberlo. Por el momento, todo el mundo está en paz; bueno, casi todo el mundo...

Para terminar, les dejo esta joya de jugada que le regaló Leo a la Argentina al minuto 65 del juego; no fue gol, porque el fuera de juego debería estar fuera-del-juego. Vicente Del Bosque ha afirmado categóricamente que Leo es el más grande jugador del Mundo, porque hace cosas que nadie más hace... he aquí un pequeño ejemplo.

domingo, 4 de julio de 2010

Campeón del Mundo en el 2014


Cuando Lionel Messi alce la Copa del Mundo en el histórico estadio Mario Filho, el domingo 13 de julio de 2014, habrá cumplido 27 años, y ya tendrá, en su palmarés personal, al menos dos Balones de Oro, y cientos de trofeos mayores y distinciones individuales y colectivas. Atrás habrán quedado memorables años con el FC Barcelona; pero amargos momentos con la Selección albiceleste: lo único en el Mundo que realmente lo desestabiliza, como persona y como jugador.

Leo Messi es el argentino más incomprendido de todos los tiempos. Como Cortázar o Borges, Messi es un exotismo puro. Cuando conviene, es nuestro; cuando no conviene, que se lo dejen en Europa. "Que no venga ni de vacaciones", proponían muchos, no hace poco. Empero, cada vez que Messi lleva los títulos al FC Barcelona imponiendo su exquisito sello rosarino, los argentinos llegan al Nirvana, pronunciando su nombre con gran orgullo.

Al ver las imágenes de Leo, al final del partido contra Alemania, llorando de ira e impotencia en el brazo de Maradona, reflexiono que --a contrapelo de su carácter-- Leo ya tiene autoridad moral, para rebelarse contra esa forma injusta en que se le ha tratado en su país; pero ante todo, de la forma ingratísima en que muchos argentinos juzgan a su propia Selección. Leo ha dado tanto a Argentina, que se ha transformado en casi todo lo que se le ha pedido, con tal de verlos felices. Han querido que sea Xavi, Iniesta, Tévez, Verón, y hasta Maradona; sin embargo, casi no lo han dejado ser... Messi.

Durante las eliminatorias a Sudáfrica, se afirmaban desatinos como que no sentía la camiseta, que ni se sabía el himno, etc; el mismo Diego se mostraba ambivalente con Leo, cuando era evidente que SU sistema era el que no servía. Pero llegó el Mundial, y en 90 minutos ante Nigeria, Leo puso al país y a Maradona a sus pies, y si extendemos más los minutos, llegamos a 270 de matrimonio perfecto. “Al fin es el del Barça, y lo tenemos para nosotros”, repetían los argentinos frotándose las manos, después de verlo comerse el Ellis Park. Hasta aquí, Leo era la encarnación de Maradona en la Tierra, aunque le faltara el gol, porque los goles de la primera fase del equipo los gestó su zurda milagrosa.

Pero llegó México, y Diego empezó a desplazar a Leo de la posición donde había rendido mejor; adicionalmente, le permutó --o le quitó-- la pareja, y él ya no pudo --o no supo-- bailar igual. Más que un futbolista común, Leo es un artista y se le debe respetar como tal. No es posible que el director cambie el libreto, porque está de malas con algún actor de reparto. Leo es el actor principal, el que hará grande o miserable la película, más aún cuando el papel del director es errático y azarozo. ¿Qué ocurrió realmente a partir del juego contra México?, ¿Por qué ese cambio tan insólito en el esquema de juego?, ¿Por qué rebobinamos el casete a los infortunados días de las eliminatorias? Nadie lo sabe, o muy pocos lo saben. El dulce matrimonio duró 270 minutos, o quizás menos...

Antes del partido contra México, Diego fue vehemente en que Leo debía permanecer en contacto invariable con la pelota, para ser feliz, y que merced a esa fórmula, el equipo saldría airoso: un discurso consecuente con el pensamiento de Pep Guardiola. Hasta acá, todo bien. Pero el esquema que Diego dibujó ante los aztecas, empezó a desvincular a Leo de la pelota y del área. Cuando Leo no ve el área y la meta, es un cubo de hielo en el desierto, un pez rebotando en la arena. Observemos los vídeos de los dos últimos partidos, para constatar que Leo nunca estuvo tan lejos del área, como en esos juegos. En los tres primeros encuentros del Mundial, aunque no convirtió goles, sirvió muchos, generó temor en las defensas, y disparó más que nadie; pero el quitarle la pelota y alejarlo del área, fue un suicidio para el equipo y un seguro de vida para los rivales.

En realidad, no sé de qué jugó Messi, no sé cuál es la función que le dio Maradona, si de armador o de delantero
, afirmó Di Stefano en estos días. Y esta observación no solo es sabiduría de un hombre de 84 años!, es cosa irrebatible. Vicente del Bosque, ha afirmado: Dejando a un lado a los nuestros, me quedo con Messi (como el mejor del Mundial). En cada partido ha hecho veinte ocasiones de gol, es un fenómeno.... Nos hubiera gustado que fuera uno de los nuestros”, dijo. Ambas afirmaciones parecen contradictorias, pero en el fondo son complementarias. Es cierto que Maradona obró el milagro de que Leo jugara con la selección igual que en el Barcelona, aún no teniendo a su lado a sus compañeros habituales (Xavi e Iniesta); lo motivó muy bien, le dio preponderancia, lo colocó bien en la cancha y le dotó de un adecuado acompañamiento; pero como el inexperto jugador de ajedrez, que ve la batalla ganada antes de tiempo, y realiza un movimiento precipitado, de igual manera Diego se tiró raudo sobre el enemigo, sin percatarse que este era mucho más diestro de lo que él pensaba.

Pienso que Leo tiene que hurgar en sus entrañas, para sacar un poco de rebelión, y no solo hacer mohín o llorar ante los resultados nefastos de la albiceleste; llegó el momento en que debe dar un golpe de autoridad en la mesa, para que lo entiendan y escuchen. Que dejen de jugar con él, que dejen de utilizarlo!

Ahora bien, es posible que a Leo se le gastara pronto el combustible, o que su condición física no fuera la mejor --como advirtió Fernando Signorini antes del Mundial--, pero Diego ayudó a apretar el globo, en lugar de insuflarle aire. No puedo afirmar que su actitud fuera premeditada, porque sería como dispararse al pie; pero inconscientemente, Diego dejó a Leo divagar y perderse, y aún así, a pesar de todo, siempre fue el mejor de los veintidós jugadores, aunque Carlitos, Higuaín, Palermo, y ... Maradona se llevaran los flashes. Al menos, a Leo se le reconocía “su esfuerzo”.

Argentina vs Alemania fue el segundo tiempo del juego contra Bolivia

El partido de cuartos de final contra Alemania fue la prolongación del partido de las eliminatorias contra Bolivia. Ambos juegos representan 10 puñaladas en el corazón de Diego y en el de todos los argentinos... fue demasiada la humillación para la brillante historia de la albiceleste. El juego contra Bolivia lo vio medio planeta, aunque se jugara en La Paz; el juego contra Alemania lo vio planeta y medio. ¿Por qué una selección tan célebre como la Argentina, con dos títulos mundiales en su haber y con la rara fusión de tantos jugadores formidables, tiene que padecer semejantes afrentas, en momentos tan cruciales? Alguien tiene que dar el grito al cielo, para revertir esta denigrante travesía.

En Argentina, cada vez que se marcha un técnico --se van a cada rato--, se inicia un nuevo proceso, y en ese transitar, se tiran a la basura talentos enormes, como ahora ocurre con Messi y compañeros. El modelo español, no se puede implantar en Argentina, porque en la República de Gardel impera el modelo basado en el mito. Este es el que le han vendido a la gente y, por eso, cuando Messi no llega a ser como Diego se le van al cuerpo, y entre todos lo quieren abatir. Messi es el principal refugiado del mito maradoniano.

Que Leo no haya anotado un solo gol en el Mundial es consecuencia, y no la causa de nada. Servirá como anécdota para reforzar su leyenda. En el otoño del año 2050, cuando el portero nigeriano Vincent Enyeama cumpla 67 años, sentará a uno de sus nietos en sus rodillas y le hablará con orgullo de la noche memorable en que sus guantes evitaron --repetidamente-- que el mejor jugador del mundo vulnerara su meta, para deleite de los suyos y pesar de millones en la Tierra.

Primer mito derribado: Leo no es jugador de Selección, sino de Club.

Lionel nunca jugó tan perfectamente bien con la Selección Mayor como en la primera fase del Mundial de Sudáfrica. De hecho, sus actuaciones acapararon todos los titulares, tanto por el gran juego desplegado, como por la mala suerte --o mala puntería-- ante el arco rival. Fue tan brillante el juego de La Pulga, que por primera vez en la historia, se empezó a hablar de Messidependencia en la Selección. En consecuencia, resulta bochornoso escuchar a algunos opinando que Leo brilló solo ante equipos débiles; pero no olvidemos que con equipos aún más débiles, como Bolivia y Perú, la Selección hizo papelones, estando Leo en la cancha. Por lo tanto, no es un asunto de rival, sino de que Argentina ha perdido el rumbo ya hace rato. En el año anterior al Mundial, Argentina vivió 6 amargas derrotas, incluyendo el 6 a 0 ante Bolivia, y el 1 a 3 ante Brasil, en la ciudad natal de Lionel. En las 6 derrotas, Maradona fue el técnico de la albiceleste. En las 6 derrotas, Leo fue titular también.

Por lo general, el cúmulo de buenos o malos resultados de un equipo es una muestra diáfana de su destino final. Esas 6 derrotas de Argentina, son demasiadas comparadas con los resultados obtenidos por Holanda y España --los dos finalistas del Mundial. Desde el 6 de septiembre de 2008, cuando Holanda perdió un juego amistoso contra Australia, disputó 27 juegos (amistosos, eliminatorios y del campeonato del Mundo), y de esos 27 juegos, solo perdió uno (la final ante España, con marcador de un gol a cero). El caso de España es similar: desde el 24 de junio de 2009, cuando fue sorprendida por los Estados Unidos en los semifinales de la Copa Confederaciones, España acumuló 24 partidos, habiendo perdido uno solo (el 16 de junio contra Suiza, por un gol a cero). Es indiscutible que los equipos consistentes en largos períodos, son los que suelen llegar a las finales de los grandes torneos.

Messi tiene derecho a ser ... Messi

Ahora bien, ¿Por qué ese empecinamiento de embutir a Leo en el traje de Diego? Maradona solo hubo uno, y no habrá un jugador como él en ningún país del mundo. Reconozcamos entonces que Messi no es ni la cuarta parte de Maradona, y por ello, es válido afirmar también que Maradona no es ni la cuarta parte de Messi. Ambos son diferentes. Argentina y Diego deberían ver a Messi como un elegido para acompañarle en la historia, no su substituto ni su heredero. Y como no es ni lo uno ni lo otro, Messi tiene todo el derecho del mundo de ser diferente.

NO esperen de él que SIEMPRE quiera echarse el equipo al hombro --aunque a menudo lo haga--, que siempre quiera hacer todo solito de la media cancha hacia adelante, que arengue a sus compañeros como un general, que se dé de patadas rabiosas con sus rivales por defender al equipo, que se deje una barba montaraz, que se pinte el pelo de azul y rojo, que se ponga argollas, que les recuerde la madre a sus rivales cuando silvan el himno, que tenga un discurso como una espada, que mate por llevar la cinta de capitán.
NO esperen eso de Messi. En cambio, pueden esperar gambetas mejores que las de Diego, pases de billarista, sacar petróleo de la nada, ser combativo y a la vez solidario, producir taquicardia en cada juego, tanto a sus rivales como a sus seguidores, y por sobre todo una seriedad y un respeto por el balón, como pocos ha habido. En eso reside su inmensidad. Acontece que la sombra de Diego es tan grande que procura tapar a Leo; pero Leo está construyendo su propia sombra, dejémoslo hacerlo. Permitamos que Leo sea Leo, y no Diego ni Messidona, ni Diego Armando Messi, ni Lionel Maradona, ni siquiera el Mesías. Cuando entendamos que ambos son y deben ser diferentes, la selección de Argentina empezará a construir un futuro promisorio.

En Barcelona lo entendieron hace mucho los dirigentes, los técnicos y también sus compañeros. Leo llegó para quedarse, y sus compañeros --aún los lideres con derecho de piso como Puyol, Iniesta y Xavi-- , entendieron que gran parte de la Gloria del equipo consiste en arropar a Leo, para que él les ayude a obtener los triunfos. Negocio redondo. En Argentina está pendiente el negocio redondo... si no sacan partido de ello, y se olvidan de comparaciones o de ganar títulos basados en el mito, habrán dejado ir la mas linda oportunidad de construir el equipo ganador de la próxima Copa del Mundo. El éxito del Mundial Juvenil de Holanda, y el de la Medalla de Oro en Pekín reside en que los que jugaron lo entendieron así, y todo salió a la perfección. Leo necesita de excelentes compañeros a su alrededor. Solo, se aburre, no tiene con quien hacer paredes y desplegar el juego único que le brota en forma natural. Leonardo Farinella, jefe de redacción del diario Olé, ha afirmado categóricamente y con gran preocupación, en su blog: El colmo es tener un Messi y dejarlo pasar, no ser dignos de tenerlo...

La individualidad argentina

Razonamiento aparte merecen sus compañeros del Barça, hoy flamantes campeones del Mundo. Estos tipos, aunque son grandiosas figuras en lo individual, además son joyas de lo colectivo. Es asimilable este equipo de España al de Argentina en 1978. Xavi es Ardiles, Iniesta es Larrosa, Villa es Kempes, Iker es Fillol, Puyol es Passarella. Me explico: grandiosos jugadores que todo el mundo recuerda, pero ninguno muy por encima del conjunto; todo lo contrario de México 86, con Diego a la cabeza. El modelo maradoniano es coherente con el de otros mitos y héroes argentinos como Gardel, Evita, el Che Guevara, Martín Fierro. Los argentinos se deleitan con las grandes figuras que le han dado gloria a la bandera del sol, y si no es este modelo, se aburren. Una encuesta de TNS-Gallup para LA NACION de Argentina (25 de setiembre de 2005) revela que los argentinos, en su gran mayoría (nada más ni nada menos que un 72%), se ven a sí mismos como individualistas. ¿Habré de recordar a los lectores del Martín Fiero y de Don Segundo Sombra que el individualismo es una vieja virtud argentina? profería Borges en 1946. Acá no estamos juzgando si esa cualidad es buena o es mala, tan solo expresamos que si el 72% de los argentinos se consideran a sí mismos como individualistas, es posible que ese sesgo se traslade también a todos los órdenes, incluyendo el deporte, y en consecuencia al fútbol. En virtud de ello, quizás es difícil volver a construir un verdadero equipo, mas no imposible.

Diferentes modelos.

Desde la tarde memorable del sábado 7 de marzo de 2001, cuando se enfundó por primera vez la camiseta del FC Barcelona, en un partido oficial del infantil B, Leo Messi vive inmerso en el modelo que llevó a España a obtener el Campeonato del Mundo. Desde los 13 años de edad, se ha nutrido de él, y combinando ese modelo con sus dotes únicas de genio, ha llegado a la Cima del Mundo, como jugador de fútbol. El modelo de la Argentina que acabamos de ver en Sudáfrica, más se asemeja al modelo del Real Madrid: cuando se nos acaba el juego de equipo, cerramos los ojos, y nos encomendamos a la capacidad de pegada, a la machada, a la épica, y en última instancia, a la suerte. A la Argentina, cuando se le acabó el juego de equipo --que fue muy poquito-- decidió encomendarse a la capacidad de pegada de los extraordinarios jugadores ofensivos, y eso duró poco; apenas alcanzó para doblegar a México, y ya no dio para derrotar a los teutones. Contra Alemania, realmente no hubo partido, o más bien el único par-ti-do fue Argentina, desde el minuto 2, con el sutil cabezazo de Müller. A partir de ese instante, la suerte estaba echada, y nada ni nadie iba a cambiar el destino de la Selección.

No sostengo que el modelo de la pegada impida alcanzar triunfos; de hecho, equipos como Italia han llegado a la cima basados en él, y el Real Madrid la conquistado muchos títulos así; pero poco a poco, este patrón ha ido perdiendo preponderancia.

Aún con los grandiosos jugadores que posee España, los argentinos son todavía mejores; pero hay una incuestionable diferencia, porque mientras la cosecha de un equipo es prodigiosa --España--, la del otro es deprimente. Lo que ocurre es que España dio un golpe de timón, se pusieron serios, y treinta años antes, marcaron en el calendario, y con marcador grueso, los años 2008 y 2010, pero poniendo bases firmes, con jugadores extraordinarios, y con objetivos claros y avalados por todas las partes.

José Emilio Santamaría, técnico de la selección española en el campeonato mundial de España (1982), ha comentado que después del fracaso de España en ese Mundial, se echaron las bases para construir un modelo que sirviera para llevar a la Furia Roja a lo más alto del panorama futbolístico mundial. En otras palabras, la copa que terminó de alzar Iker Casillas el 11 de julio en el Soccer City, se había empezado a levantar desde el pitazo final de España 82, cuando prácticamente no había nacido ninguno de estos jugadores que elevaron el máximo trofeo. España ha cocido un manjar a fuego lento. Muchos equipos --Argentina incluido-- pretende cocer el mismo manjar, con olla de presión, práctica que encierra dificultades técnicas y a veces resultados desastrosos.

En Argentina, no solo desean cocer a presión, sino además con un ingrediente secretísimo y especial que nadie conoce ni posee, tan solo ellos... convencidos, más que nadie, que la magia forma parte del acto de cocer. En este sentido, ellos conciben que la única manera de erigirse en Campeón del Mundo es gracias al
deus ex machina, la ayuda divina o de un super héroe que les socorre, para alcanzar el gran objetivo. Desde la aparición de Maradona, no hay otro modelo que los subyugue, aun cuando ese modelo, dudosamente los podrá llevar de nuevo a obtener resultados favorables. País de memoria infame: se les olvida que Argentina fue Campeón del Mundo en 1978, con jugadores excepcionales que privilegiaban el equipo por encima de todo, y con la suerte de contar con un técnico serio y estudioso en el banquillo.

Maradona y su entorno.

Maradona y su entorno proyectan una imagen que en nada le conviene a Argentina. Argentina debe recuperar una imagen discreta, sobria, eficaz y eficiente. Nada de esto exhibe Maradona. Diego, a quien idolatré como jugador de fútbol y lo he sufrido en sus horas más bajas, es el epítome del caos. Desde niño aprendió a nadar en aguas turbulentas; si el entorno está sereno, él produce el caos, para que SU mundo tenga sentido. Sus exabruptos meten presión y hasta miedo en sus propios jugadores, porque la reacción del mundo contra Maradona, tarde o temprano, se vuelca contra ellos, que se muestran indefensos. Messi, no es que esté libre de pecado, pero no puede medrar en el caos, sino en el equilibrio. Tiene mucho que ver con su escuela futbolística, pero también con su carácter. Yo aprendí a apreciar el talento de Leo más que el de ningún otro, gracias al genio futbolístico de Maradona. Aun cuando el sacro discurso diga que solo se llega al Padre a través del Hijo, lo cierto es que, en mi caso, pude llegar al hijo a través del Padre.

Maradona fue el más grande genio del fútbol, pero debe terminar de entender, de una vez por todas, que emergió otro genio en su tierra, y que él se ha interpuesto en su camino: Messi quiere barrer, pero Maradona se le para en la escoba. Por otra parte, Maradona puede tener muy buenas intenciones, pero NO es un técnico. Puede ser un gran motivador y transmite el afecto como pocos, quiere ser una mezcla de aficionado, patriarca y jugador; pero no es un técnico. Su obsesión por figurar lo hace perder el rumbo. En las conferencias de prensa, cada gesto suyo está bien estudiado, cada ceja que sube o baja, su entonación de voz; él sabe que todo tendrá un impacto mediático, y utiliza todo ello para crear un efecto que lo beneficie. Los técnicos que juegan así, en las salas de conferencia o en los banquillos, no me convencen, porque su ego supera al espíritu del equipo. Y Maradona no está solo en ello: técnicos como José Mourinho y Bernd Schuster son del mismo tipo; pero al menos estos dos últimos son técnicos. Mourinho confiesa que sus objetivos como técnico son motivar, organizar y estructurar. Maradona cumple muy bien con el primero de estos objetivos, pero es débil en los otros, por falta de formación. No es su culpa, tiene un corazón más grande que el Obelisco; pero para ganar un título se requiere mucho más que eso.

Uno ve a técnicos como Joaquim Löw, Vicente del Bosque, Oscar Tabárez, Pep Guardiola, Marcelo Lippi, Carlos Bianchi; todos ellos destilan control y seriedad. Son monolíticos en sus prioridades, y, suelen dar el ejemplo quedándose de últimos en la fila. Desvían la atención hacia sus jugadores. Maradona, en cambio, se monta de primero en el tren; saca medio cuerpo y va introduciendo a sus jugadores uno a uno, para salir siempre de primero en el vídeo o en la foto. Uno ve a un entrenador como Del Bosque y constata que es un témpano, acepta entrevistas porque hay que hacerlo; pero no porque sea algo importante para él. Ese control externo lo traslada al terreno de juego, y sus jugadores saben que tomará decisiones acertadas. Algunas pueden parecer atrevidas o impopulares, pero terminan siendo acertadas. No ocurre lo mismo con las decisiones de Maradona; casi siempre son desconcertantes para sus jugadores, y lastimosamente, con frecuencia, benefician al rival.


El aporte decisivo de los jóvenes

No hubo espacio en la selección de Maradona para los talentos emergentes. Todos recordamos uno de los desperdicios mayores de la historia, en el mundial de Alemania 2006, cuando Pekerman decidió dejar a Messi en el banquillo, mientras los teutones tomaban el impulso necesario para apoderarse de la Semifinal, en sus propios dominios. En Sudáfrica, el cuerpo técnico argentino privilegió siempre la experiencia y la capacidad demostrada de los delanteros consolidados. Eso no está mal. Pero siempre es conveniente una bocanada de aire fresco, que desoriente al rival. Lo hicieron muy bien Alemania y España, y en parte por ello avanzaron mucho en Sudáfrica. Ambas selecciones recogieron excelentes frutos. Brasil y Argentina producen más talentos jóvenes que cualesquiera otros países del orbe, pero ni uno ni otro fueron capaces de exhibir con propiedad a ningún joven talento en Sudáfrica, tan solo una aparición tibia (y por cierto muy esperanzadora) de Javier Pastore, mediocampista del Palermo de Italia. Pedrito, Navas, Muller, Ozil, son ejemplos de jugadores jóvenes que aprovecharon su oportunidad y dieron brillo a sus selecciones. En esta tarea, Argentina quedó debiendo.

De todos modos, la próxima selección argentina será muy diferente a la que acabamos de ver: junto a la madurez de Mascherano, Higuaín, Tévez, Di Maria, el Kun y Messi, veremos grandes talentos empezar a descollar con la albiceleste, como el propio Pastore, Guillermo Burdisso, Eduardo Salvio, Sergio Araujo, Patricio Rodríguez, Ezequiel Ciriglilano, Ever Banega, Jesús Datolo, Mario Bolatti, Diego Buonanotte, Erik Lamela, Juan Manuel Iturbe, Pablo Piatti, Pezzella, y otros. A ellos, podrán sumarse uno o dos jugadores sorpresa de las selecciones sub20 o sub 17, como por ejemplo Mauro Icardi. No hay problema alguno con el talento; más bien asusta la cantidad y calidad de jugadores. El problema --repito-- es la capacidad de consolidar un equipo competitivo. Fue impresionante la forma en que se mostró Pastore en los pocos minutos que le dio Maradona, y la forma exquisita en que contactó con Lionel. Lastima que esos minutos, Maradona se los concedió en momentos intrascendentes del Mundial; a diferencia de Pedrito y Navas, que se pudieron lucir y aportar a su equipo, en momentos realmente decisivos. Otra notoria diferencia.

Leo no es nada sin Xavi y Xavi no es nada sin Leo

Esa falsedad que han propalado algunos necios de que Leo no es nada sin Xavi y sin Iniesta, carece de sentido. El Cuarteto de Liverpool --que compuso el catálogo musical más importante de la historia del pop rock-- nunca fue superado en su conjunto, porque el conjunto era mayor que las partes, aun cuando las partes luego desarrollaron carreras muy exitosas y respetables. Es similar acá: Xavi, Iniesta, Messi y todos los jugadores del Barcelona potencian enormemente su juego cuando están juntos; pero cuando no lo están, igual juegan estupendamente bien, claro que no igual. Eso es todo. Messi ha logrado triunfos soñados como el Mundial Juvenil y la Medalla de Oro en Pekin, sin requerir de la presencia de Xavi e Iniesta. Estos últimos ganaron la Copa del Mundo, sin requerir del concurso de Leo. Leo Messi es uno de los pocos jugares --es posible que sea el único-- capaz de ganar partidos prácticamente solo; pero jamás desperdicia un precioso pase de Xavi, o una internada de Iniesta. De igual manera, estos saben que su juego tiene sentido cuando sus jugadas las culmina Leo, o cualquiera otro de sus grandiosos compañeros. Ellos saben que aprovechando el talento del otro, se hacen mejores a sí mismos y a sus compañeros. Por eso es entendible que Leo quiera propiciar la llegada al Barcelona de sus compatriotras Mascherano y Pastore. Sabe que un juego habitual con ellos, redundará en beneficio para la albiceleste.

Recuperar la Identidad... o crearla

La selección que obtiene el Titulo, casi siempre es un conjunto equilibrado en lo deportivo y extradeportivo. Deportivo: equilibrio en defensa, en ataque y con una media cancha perfectamente engrasada; pero ante todo con un técnico que sabe conducir al equipo, y al cual todos admiran y respetan. Extradeportivo: armonía en todos los frentes externos, dirigenciales, logísticos, así como una sana relación con la prensa, y por supuesto con la afición. Cuando todo esto se ensambla, surgen campeones de la talla de Italia, Francia, Alemania, España, Brasil, y la Argentina de 1978. Lo esencial del fútbol, desde su creación hasta el partido final de Sudáfrica, no ha cambiado absolutamente en nada: tener la pelota el mayor tiempo posible, y gracias a ello, meter más goles que el rival. Los equipos ganadores viven esta máxima de oro a plenitud. Sin embargo, hay equipos que suelen ganar con otra estrategia, menos ortodoxa y más enlodada, pero que también rinde frutos: le ofrecen la pelota al rival, pero controlan sus piezas vitales hasta cansarlas, y luego dan el zarpazo -- ej. la selección de Italia o el Inter de Mourinho. Pero la mayoría de los equipos ganan utilizando la máxima de oro. Argentina, si quiere volver a triunfar, debe volver por la máxima de oro. Muy simple, ¿verdad? ...

Empezar de cero.

La Selección de Argentina, primero necesita tener claro un rumbo. Es patente que el barco carece de un Capitán que entienda la ruta (no que la intuya), que sepa leer bien los mapas y usar los instrumentos de navegación, avisorar las tempestades, y por encima de todo, trazar, en su mente, un plan claro, definido y avalado por todas las partes, para conducir la nave a puerto. Grondona y Maradona quedaron debiendo. Con ellos, se ha nadado mucho, para morir ahogados en la orilla. Si se repite la fórmula una vez más, solo tendremos un técnico con un poco más de experiencia y con su incontestable capacidad de motivar; pero de nuevo, su formación quedará en deuda, y tarde o temprano se repetirá el ciclo. La serpiente volverá a morder su cola. Es mejor hacer borrón y cuenta nueva.

Lionel Messi, en otra notable diferencia con Maradona, habla poquito y en voz baja; pero eso no le impide expresar frases claras y con mucho sentido. Sus primeras palabras después del Mundial, cuando ya se le había pasado un poco la tempestad interna, dijo a los medios: tenemos que comenzar desde el principio... Muy malo sería que no le entendieran lo que quiso decir.