Ahora ofrezco esta trivia a mis amigos lectores: ¿Cuál fue el primer gol de Leo Messi con el primer equipo del FC Barcelona?
Muchos de ustedes responden así, como un rayo. Otros van a Youtube y ponen en el buscador: "primer gol de Messi con el FC Barcelona"; otros buscan la respuesta en Google o en la Wikipedia. Y casi invariablemente, la respuesta es más o menos la siguiente: 1 de mayo de 2005: a los 17 años y 10 meses marcó su primer gol en categoría A al Albacete, en la 2ª jornada del campeonato 2005. Su actuación en ese partido indica que lo inusitado le pertenece: entró al terreno en el el minuto 87, y pese a ello, tuvo tiempo para marcar dos goles de vaselina al portero Valbuena. El primero se lo anularon por fuera de juego. El segundo significó el 2-0 del Barcelona, y el primer gol oficial de su carrera. En ese momento fue el jugador más joven en marcar un gol para el FC Barcelona, hasta el año 2007, cuando Bojan Krkić rompió este récord, anotando el gol a pase de Messi. Leo entró en el minuto 87 sustituyendo a Eto´o. Jugaron por el Barcelona: Víctor Valdés, Juliano Belletti, Giovanni Van Bronckhorst, Rafael Márquez, Carles Puyol, Oleguer, Deco, Andrés Iniesta, Ludovic Giuly, Samuel Eto'o, Ronaldinho. El otro gol lo anotó Samuel al minuto 66. Esta sería la respuesta más votada. PERO lo siento amigos... es incorrecta!!
La respuesta correcta es la siguiente:
El primer gol de Leo con el primer equipo del Barça fue en un partido amistoso en Japón, en el estadio Nacional de Tokio, el 1 de agosto de 2004, ante 55 200 espectadores. Messi, que un mes antes había cumplido los 17 años, anotó su primer gol en el conjunto catalán, en un partido amistoso en que goleó por 5 a 0 al Kashima Antlers. Messi reemplazó al sueco Henry Larsson a los 76 minutos, anotó el quinto gol de su equipo, y estrelló un cabezazo en el travesaño. El gol fue una asistencia de Ronaldinho, al minuto 88, ante el portero Ozawa. Los goles fueron convertidos por: Lusovic Giuly (18), Giuly (27), Larson (30), Luis Garcia (81) y Messi (88). Por el Barcelona jugaron: Rustu, Belletti, Puyol, Márquez, Navarro, Gerard, Gabri, Van Bronckhorst, Giuly, Ronaldinho y Larson. También jugaron: Oleguer, Xavi, Iniesta, Luis Garcia, Silvinho y Messi. El Entrenador del Kashima fue Toninho Cerezo. El del Barca: Frank Rijkard.
¿En qué reside la confusión? El gol al Albacete corresponde al primer gol oficial (en un encuentro donde se disputan puntos) de su carrera, con el primer equipo del FC Barcelona. El gol contra Kashima Antlers es el PRIMER gol anotado en su carrera con el primer equipo del FC Barcelona. Lo que ocurre es que el gol ante el equipo japonés fue en un partido amistoso y, por lo tanto, no consta en los registros oficiales. Pero efectivamente fue este su primer gol con el primer equipo del FC Barcelona.
Los períodos de bonanza de Leo y del Barça suelen ser largos, pero hay paréntesis terrenales y, en consecuencia, dolorosos. Pese a todo, les vienen bien (nos vienen bien). De vez en cuando conviene bajar a las aguas tórridas y amargas de la humildad y bañarse en ellas. Y beber de ellas. Solo así se puede saborear el agua dulce de las victorias y los halagos. El Arsenal ha sido el único equipo --claro, con una altísima dosis de suerte-- que ha sabido doblegar al Barça, jugando un fútbol similar. Alguien dijo en estos días, con muy buen tino, que el Arsenal es el hermano menor del Barça, que ya ha aprendido a jugar igual. Eso fue lo que vimos el miércoles. Fue un partidazo, porque se trató de una gran batalla jugada espléndidamente por todos los actores. A Leo esta vez la suerte se le negó, porque de haber concretado ese gol de vaselina en los primeros minutos, seguramente habría condicionado el futuro del juego; casi nunca las falla, pero esta vez sí ocurrió. Creo que esta jugada le bajó la moral y el fuelle a Leo, porque se fue desdibujando poco a poco, aun cuando al final tuvo de nuevo arrestos, para buscar el empate o el triunfo. Además, como siempre ocurre, le asignaron un batallón especial para solo él, y aun cuando casi siempre estos batallones de nada sirven, de vez en cuando suelen funcionar. El miércoles funcionó.
A pesar de todo, el fútbol ganó mucho. Vimos un Arsenal espléndido, con el general Cesc --el futuro Xavi-- conduciendo su batallón, acompañado de un lugarteniente casi infantil, totalmente inesperado, pero maravilloso: Jack Wilshere. Ese batallón, al inicio pareció adormecido y tímido ante el hermano mayor; pero el hermano mayor se confió demasiado, dejó ir su momento, y cuando Van Persie, congeló a Valdés, el batallón le perdió el temor y el respeto a su hermano, para terminar ganando el pulso, en menos de 5 minutos.
Sin embargo, todos están advertidos que se trata de un campeonato a dos rounds, y que el hermano mayor sigue siendo el mejor equipo del Mundo, que tiene en sus filas al mejor jugador del Mundo de su lado, capaz de tirar todo un arsenal a la costa de cataluña. Eso lo saben todos. Como también saben que esta historia puede repetirse, porque el Barça no es invencible, y Leo --aunque es el mejor de todos-- también ha sumado dolorosas derrotas en su carrera deportiva. Es bueno que nadie olvide el pasado. Para los jugadores y seguidores del Barça, es muy bueno que el equipo tenga retos, y que Leo masculle una rabia interna. Con esos dos ingredientes, tenemos grandes posibilidades de pasar a cuartos de final, el próximo martes 8 de marzo! Que nadie se lo pierda. Será algo grandioso.
Cuando alguien asume responsabilidad de algo, gana la confianza de los demás. Mucha o poca, pero la gana. La noche en que la Argentina de Messi doblegó a la Portugal de Ronaldo, lo mejor de la noche no fue que Leo le ganara a Ronaldo, sino la actitud madura de Leo, dentro y fuera de la cancha. Leo asumió su responsabilidad y ganó la confianza de millones. Fueron impactantes sus declaraciones a la prensa. Pareció el real capitán de la Selección sin serlo aún, porque tarde o temprano lo será.
Fue impresionante como Leo se prodigó aun cuando ya Batista había difuminado el equipo inicial, para incorporar valores nuevos. Gran acierto del Checho, aunque eso constituyera una marcha lenta al equipo. Pero el resultado fue excelente. Claro que hay que reconocer que el triunfo estaba para cualquiera de los dos equipos. Ambos hicieron exactamente los mismos méritos para ganar o para perder. La hora en que estuvo Ronaldo en el campo todo fue diferente para Portugal. Es un jugador grandioso. Su gol fue un gol de oportunista consumado, pero su participación en el juego ofensivo lusitano fue notoria. Yo digo que al momento de su salida, el duelo con Messi estaba empatado o ligeramente a favor del lusitano. Pero Leo se quedó en la cancha, y sabemos todo lo que puede pasar mientras él esté en el terreno de juego.
Para mí fue un partido maravilloso. Con grandes --grandísimos-- desaciertos de ambos equipos, pero también con grandes jugadas. Para mí el mejor de Portugal fue Nani -- un prodigio-- y en la celeste, Messi, que con su madurez y con su entrega ha ido ganando, poco a poco, el corazón de los argentinos. Estoy seguro que jugando como lo está haciendo, llegará a la capitanía antes del 2012. De la selección argentina sigue preocupando la defensa; con sus habituales o sin ellos, la defensa es frágil. Debe haber ajustes fuertes para enfrentar la Copa América, porque hay grandes carencias en esa zona. Apunte y subraye, amigo Checho.
Es la segunda vez en los últimos tres meses que Leo arrebata, con coraje felino, una pelota a uno de sus compatriotas. Primero fue a Angel Di Maria en el juego contra el Real Madrid, el pasado 29 de noviembre de 2010, jugada con la que iniciaría la goleada histórica que propinó el FC Barcelona al Real Madrid (5 a 0). Y luego, al Kun Agüero, en el partido del sábado anterior, en la goleada al Atlético de Madrid.
El robo al Kun es muy impresionante, no solo por haberle quitado la pelota a este inmenso jugador, sino por la forma en que Leo lo hizo: como dos fieras detrás de su presa, ambos se lanzaron en pos del balón; la mejor de ellas quitó el trofeo a su adversario y, una vez en su poder, pasó el vellocino a sus compañeros. El mensaje de Leo fue brillante: "aunque se trate de mis queridos compatriotas, con quienes gané Medalla de Oro en Pekín, y a quienes quiero entrañablemente, en el terreno de juego son mis rivales, y solo veo sus camisas blancas o rojiblancas. Punto. Por lo tanto, voy tras ellos como mi naturaleza señala. Soy el mayor depredador del rectángulo verde y nada me detiene cuando agudizo la mirada".
Esto no lo hace por pura solidaridad; quiero decir: no solamente por ello; sino porque se aburre cuando no toca el cuero. Claro, hay grandiosos compañeros en su equipo que le pasan la pelota (no tan frecuente como él o muchos desearíamos), pero una vez que la tiene en su poder, él hace sus conocidas diabluras. Cuando la pelota recorre el campo pegada a su pie, las defensas tiemblan. Cuando no la tiene, sus adversarios descansan. Cuando siente que su más amado objeto en el mundo se le aleja, va tras él hasta alcanzarlo. Ya desde niño robaba pelotas a sus rivales, y hasta los dejaba en evidencia ... ¿recuerdan aquella jugada --con escasos 6 años-- cuando roba la pelota al equipo que acaba de moverla en mitad de la cancha? se va la taimada pulguita, driblando rivales y anota un golazo tipo-getafe... que cosa más increíble!
Leo es un gran jugador defensivo. Resulta harto difícil encontrar un jugador que convierta y ceda tantos goles, y que de paso defienda su equipo a muerte. Esa jugada contra Agüero bien merece todo el partido, así no hubiera convertido un solo gol. Pero esa noche metió 3! Y entonces... ¿para qué discutirlo al Leo?, ¿para qué perder tiempo en comparaciones?
Fue tan impresionante la actuación de Messi ante el Atlético que hasta el mismo Quique Sánchez Flores regaló un ramillete de elogios a Leo: es el Di Stefano del S XXI, señaló con naturalidad... como natural fue que dichas palabras no sentaran bien en la Casa Blanca de Madrid: Valdano salió con un "Domingo Siete", para quitarle hierro a la "herejía" de Quique, al afirmar que el verdadero Di Stefano del S. XXI es .... Ronaldo. ¿Ronaldo? No rima, ¿Verdad?
Pero la noticia de la noche no fue que Leo se llevara para su casa el balón por su enésimo Hat Trick, ni que Abidal devorara cada centímetro del césped del Camp Nou, y aún así se quedó a un palmo de convertirse en el mejor de la noche... la grandiosa noticia del sábado fue que el FC Barcelona rompiera un record de más de 50 años. Desde la temporada 1960-1961, el Real Madrid tenía en su poder el record de victorias consecutivas con 15, una cifra que se hacía inamovible para cualquier equipo. Pero Messi y el Barca, han podido con todo. El hecho es trascendental, porque el Real Madrid era un equipo legendario que contaba con una delantera de ensueño: Canario, Del Sol, Di Stéfano, Puskas y Gento. El web oficial del Real Madrid indica que "De los 30 partidos disputados, ganó 24, empató 4 y tan sólo perdió en dos ocasiones. Logró 89 goles a favor –veintisiete más que el Barcelona, segundo realizador- y solamente encajó 25 –diez menos que el Atlético de Madrid, segundo equipo menos goleado. Obtuvo 52 puntos de un total de 60 posibles y consiguió 22 puntos positivos. El pichichi del torneo fue Puskas con 28 goles. Di Stefano era el mascarón de proa de este barco (como lo es ahora Messi para el Barcelona). El Real Madrid era un equipo de ensueño, no solo por ese nuevo récord de la temporada 1960-61, sino porque en 1960 venía de ganar 5 copas de Europa en forma consecutiva, gracias a su estrella Di Stefano (55-56-57-58-59). Otro record que en este momento parece inalcanzable para cualquier equipo. Ese año, el Real Madrid no llegó a la final; esta la disputaron el Benfica y el FC Barcelona, juego ganado por los portugueses 3 x 2. En el año siguiente, de nuevo el Benfica gana la copa de Europa esta vez contra el Real Madrid, por marcador de 5 a 3, con dos goles de Eusébio, quien se había incorporado ese año al equipo. No cabe duda de que este equipo fue el mejor Real Madrid de la historia, cuya fama perdura hasta este momento, pero cuyo cetro como el mejor equipo de la Historia, ya le fue arrebatado por el FC Barcelona de Pep Guardiola.
Por todo lo logrado por el FC Barcelona esa noche, y por Leo Messi en particular, resulta indignante que un gran entrenador como Mourinho encienda una pequeña hoguera criticando a los rivales del Barça, que según él tienen miedo a meterle la pierna a Leo, mientras que a su protegido lo cosen a patadas. "A Cristiano le pegan, con otro tienen miedo de meter el pie", vocifera Mourinho. No le tienen miedo a meter la pierna, de hecho le dan leña y mucha, pero también Leo tiene la virtud de saber escapar, gracias a su inmensa rapidez. Acaso ¿no han visto las piernas como guadañas persiguiendo sus tobillos? ¿Qué pretende Mourinho?, ¿acaso iniciar bien temprano la campaña para que despedacen a Leo, y repetir en el Bernabéu una escena de cacería estilo "Juanderamos"?, ¿crear un nuevo "Delhorno"? Como dijo el prestigioso periodista Santiago Segurola, director adjunto de Diario Marca de Madrid...." a Messi le han pegado mucho y duro. Desde Del Horno, en aquel famoso partido en Stamford Bridge, con Mourinho en el banquillo del Chelsa, hasta la selectiva operación de derribo en la época de Juande en el Madrid. Sería mejor tener cuidado con estas declaraciones, no vaya a ser que alguien se confunda y se sienta autorizado a buscar más tobillos de los deseables". Sobran las palabras!